Carlsen, la ilusión de un prodigio

Carlsen, la ilusión de un prodigio
Fecha de publicación: 
2 Abril 2013
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La desilusión era evidente en el rostro de Magnus Carlsen, después de terminar su última partida en el Torneo de Candidatos, celebrado en Londres. El noruego inclinó el rey ante Peter Svidler y sabía que, con solo un empate, el ruso Vladimir Kramnik aseguraría el primer lugar del certamen y, por tanto, discutiría el título del mundo. El prodigio comenzó el análisis del juego, en la conferencia de prensa, sin mucho ánimo; pero todo eso cambió en un minuto al llegar la sorprendente noticia: Kramnik también perdió el cotejo y, de esta manera, Carlsen será el retador del monarca Viswanathan Anand.

 

El evento en la capital británica puede ser considerado el más espectacular del siglo XXI. Tuvo de todo un poco: drama, combatividad, buen ajedrez y también errores en momentos claves de las partidas. A diferencia de lo que ha ocurrido en otros certámenes, donde predominaron las tablas, esta vez los ocho Grandes Maestros evitaron los empates. Las estadísticas indican que, de los 56 cotejos efectuados, 25 tuvieron decisión, para un 45%, nada común entre jugadores de la elite.

 

Carlsen era el principal favorito, no solo por su ELO de 2872 puntos, sino también porque el formato de competencia, es decir, un torneo largo, de 14 partidas, lo favorecía. El prodigio, a sus 22 años, estaba más acostumbrado a este sistema competitivo que a los matches y probablemente llegara al final con más energía; aunque este pronóstico no se cumplió. Creo que el triunfo de Carlsen era deseado por la Federación internacional y sus patrocinadores—liderados por la empresa AGON—, pues el noruego es el ajedrecista más mediático del momento y toda la cobertura que genera el genio beneficiará al duelo por la corona.

Durante la primera parte del Torneo de Candidatos, Carlsen y el armenio Levon Aronian, con un ELO de 2809 puntos, compartieron la primera posición. Las partidas entre ambos concluyeron en tablas y todo parecía indicar que el retador del indio Anand sería uno de los dos; pero a partir de la décima ronda Kramnik tuvo un repunte extraordinario que lo llevó a ganar tres encuentros consecutivos, frente a Alexander Grishuk, Teimour Radjabov y Aronian. Esta cadena de victorias del experimentado ruso se combinó con un sorpresivo revés de Carlsen, ante Vassily Ivanchuk, para provocar un cambio importante en la tabla: cuando solo faltaban dos rondas, ahora Kramnik era el líder.

El mundo ajedrecístico no salía de su estupor ante el nuevo liderazgo en Londres. El cansancio era evidente en los ocho participantes; pero nadie esperaba que el noruego, el más joven de todos, fuera el que mostrara más abiertamente su agotamiento.

A pesar del fuerte golpe psicológico que representó caer de la primera plaza, Carlsen salió decidido a ganar su penúltima partida, ante el azerí Radjabov. Ese duelo, como casi todos, fue tenso y se extendió hasta el movimiento 89. Quizás en otro momento se hubiera acordado un empate; pero el prodigio necesitaba una victoria, así que se mantuvo frente al tablero, hasta terminar con la resistencia de su oponente; mientras, Kramnik entabló contra el israelí Boris Gelfand.

 

 

Esto provocó una nueva modificación en la cima: Carlsen retornó al sitial de honor, pues aunque ambos tenían la misma cantidad de puntos (7.5), el noruego acumulaba una victoria más, 5 por 4.

La ronda del adiós atrajo muchísima atención. De acuerdo con el diario británico The Guardian, más de medio millón de internautas siguieron las partidas entre Carlsen-Svidler y Kramnik-Ivanchuk, a través de varios sitios en Internet. El noruego sabía que un triunfo lo convertiría en el retador; pero los nervios y el cansancio le jugaron una mala pasada, por lo que inclinó su rey.

Un simple empate de Kramnik era suficiente para asegurar el éxito en el certamen; sin embargo, el ruso nunca esperó que Carlsen perdiera, por tanto, apostó por una línea de juego muy arriesgada frente a Ivanchuk, en pos de conseguir una victoria salvadora y no encontró el camino que le permitiera, al menos, igualar el cotejo. Al conocer el revés de su rival, la expresión en el rostro de Carlsen cambió por completo y, de seguro, los dirigentes de la FIDE y los directivos de AGON respiraron aliviados, porque tendrían el match soñado: Anand vs. Carlsen.

A sus 22 años Carlsen ha igualado otro récord de Garry Kasparov: ellos son los  jugadores que, con menor edad, han discutido un título mundial de ajedrez. El match por la corona deberá jugarse en noviembre de este año, en un lugar que todavía no se ha determinado; aunque Nueva York y la India parecen ser los principales candidatos.

El noruego nunca antes ha jugado un match de 12 partidas, mientras Anand ha pasado por varios duelos de este tipo; sin embargo, el prodigio tiene el más alto coeficiente ELO en la historia y, sin dudas, es el jugador más completo del momento. Entonces, ¿podrá el talento de Carlsen contra la experiencia de Anand?

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