Opinión deportiva: A Leinier lo que es de Leinier

La última competencia de nuestro Gran Maestro Leinier Domínguez en este 2012 que está por finalizar fue la segunda parada del novedoso Grand Prix, celebrada en la ciudad de Tashkent, en Uzbekistán, donde finalizó con cuatro puntos, válidos para anclar en el penúltimo escalón entre doce invitados de lujo.

Como resumen de ese fortísimo certamen saltó a la vista que el Ídolo de Güines solo obtuvo una sola victoria, precisamente en la jornada de despedida, ante el estadounidense Gata Kamsky, uno de los trebejistas más reconocidos a nivel universal y que esta vez debió conformarse con el frío sótano de la lid.

Según algunas estadísticas, fue ese el séptimo triunfo del año para Leinier ante un oponente de más de 2 700 puntos Elo, en tanto para la lista actualizada de enero del 2013 se mantendrá entre los primeros 25 del planeta, a pesar de las cuatro derrotas y seis tablas en la capital uzbeca.

Este 2012 cierra para él con su cuarto título nacional, el sexto lugar como primer tablero en la Olimpiada Mundial, la victoria en la Súper Copa de ajedrez rápido de San Petersburgo, en Rusia, y los buenos dividendos en el campeonato de clubes a nivel de España y de Europa, donde triunfó con no pocas y novedosas partidas.

De regreso a su tierra natal, el mejor ajedrecista cubano de la última década, recordó a la prensa que el Grand Prix de ajedrez en Tashkent, fue quizás uno de los torneos más fuertes en que ha participado durante su carrera deportiva, aunque reconoció que pudo haber ganado al menos una partida, sobre todo en las primeras rondas.

Sin embargo, cada vez son más los aficionados exigentes que le piden a Leinier menos empates y más decisiones, como si olvidaran que al nivel tan elevado que está jugando el antillano una igualada con esos “monstruos del tablero” es una señal de éxito, sobre todo si tomamos en cuenta el número de asesores y la participación constante en torneos universales de esos rivales.  

Seguir jugando con mente positiva y arrancarle más éxitos a estrellas mundiales debe ser el reto en el 2013 para el recordista nacional (2734 puntos Elo, impuesto el 1 de octubre del 2012), cuando toque desempeñarse en sus últimas paradas de Grand Prix  en Madrid (22 de mayo al 4 de junio) y París (18 septiembre al 2 de octubre).

Si algún ajedrecista cubano se ha ganado a base de talento y esfuerzo el derecho a representarnos en el supremo nivel es él, quien no solo tiene juventud para soñar, sino reúne también en cada jugada el cariño vivo de su gente.

Por eso, a quienes dudan o analizan con recelo sus reales posibilidades de avanzar y estampar nuevos y emocionantes enfrentamientos en el 2013, basta parafrasear al refranero popular : A Leinier lo que es de Leinier.