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No puedo experimentar todo el desprecio que siento por estos dos intelectuales orgánicos de la "revolución cubana", o, para ser más objetivo, de la Tiranía Totalitaria Estalinista, realmente no puedo precisar a cual de los dos es más enemigo de nuestro pueblo, porque ambos se han especializado en tratar de engañar a quienes les lean o les vean por la TV, defender lo indefendible, hablar de Democracia y de libertades en un país que carece de la primera hace 71 años y de la segunda hace 62. Sin ningún escrúpulo hablan con gran facilidad de todos los derechos que no se respetan en nuestro país y de una historia que sólo se puede encontrar en sus publicaciones y en los escritos, conferencias y publicaciones de un rebaño de falsos historiadores que causan vergüenza ajena a quienes conocemos, de fuentes originales y verdaderos historiadores cubanos ya desaparecidos.