Periodismo con frontera: Protegiendo al protegido
especiales
La Organización Mundial de la Salud alertó acerca de la campaña de desinformación que siniestros entes han abierto para hacer más caótico este mundo asolado por la epidemia del nuevo coronavirus.
Esta desinformación está dirigida por Occidente, que, en este sentido, utiliza a ciertos periodistas que obtienen sus galone$ y construyen su carrera con una información falsa, con consecuencias graves para las personas y hasta pueblos concernidos.
Privan a la sociedad de un conocimiento precioso para la comprensión de los hechos y la posibilidad de actuar, de socorrer a las víctimas, cuando todavía se está a tiempo, incluso en el caso de los palestinos, a pesar de llevar 72 años sufriendo la ocupación de su territorio.
Desde décadas los grandes medios de comunicación occidentales, fuertemente influidos por la propaganda militar israelí y las organizaciones judías en el mundo, se ingenian para acreditar la idea de que Israel "está amenazado por los árabes y los musulmanes".
Personas de confesión judía, en cualquier parte del mundo, se dicen constantemente amenazadas en su integridad. Sus declaraciones son completamente caprichosas, pero no dejan de ejercer una presión intensa sobre los gobiernos, los medios de comunicación, la opinión.
Por su parte, periodistas y grupos abiertamente pro-israelíes de presión, no han dejado de explotar el sufrimiento generado por el holocausto y de agitar el espectro del antisemitismo para culpabilizar a los que piden justicia para los palestinos, víctimas a su vez, de depuración étnica, de convertirse en un gueto.
Entonces, cuando se descubre la amplitud de las persecuciones que Israel les infligió a los palestinos desde 1948, se permanece estupefacto por esta distorsión de la verdad. ¿Por qué siempre se habla de las víctimas judías del nazismo –cuestión real y lamentable-mientras se silencian las víctimas palestinas de las persecuciones israelíes? ¿Por qué dos balanzas, dos medidas?
Israel, y sus indefectibles enlaces, siempre dieron una versión totalmente falseada de lo que pasa en el Medio Oriente. Las campañas que presentan constantemente a las personas de confesión judía como víctimas, tienen por objeto asfixiar toda crítica en contra del Estado de Israel; un estado, que se creó sobre nuevas injusticias: las masacres, la deportación de los palestinos, la depuración étnica que prosigue.
Israel, sostenido por los gobiernos occidentales, celebrará en agosto el aniversario 72 de su creación, un hecho calificado por los palestinos de Nakba (Catástrofe), que se tradujo por la expulsión brutal de cerca del 90% de los nativos de sus casas. No habrá ninguna paz posible mientras que Israel no reconozca sus culpas y no les devuelva a los palestinos lo que les arrebató por la fuerza durante estos 72 años.
Mientras que la situación de los palestinos se agravó peligrosamente, a causa del estrangulamiento mantenido por el ocupante israelí, los periodistas deberían tener por fin la honradez de decir la verdad sobre el apartheid realizado por Israel a los palestinos, y de repetirlo hasta que el Derecho Internacional aporte una solución a esta tragedia.
Y es que –repito- desde que el Estado de Israel fue fundado en 1948 - en las tierras palestinas, en Palestina – subrayo- trató de construir una imagen negativa del árabe y del musulmán.
Los pretendidos "terroristas" que trata “de erradicar” según Israel, al igual que las inventadas armas de destrucción masiva en Iraq -para facilitar la agresión y ocupación de Estados Unidos- tienen por objeto inconfesado, inconfesable, de debilitar al adversario para aplastarlo mejor. Sin la complacencia de los medios de comunicación que mantienen al mundo en la ignorancia, esto no sería posible.
Así es como Israel pudo colocar - sin suscitar una reacción mayoritaria de los países considerados "democráticos" - uno de los peores sistemas de apartheid. Todo, puede permitirse todo: forzar a los palestinos a vivir en guetos superpoblados, construir un muro inmundo de apartheid a través de paisajes bíblicos sagrados que los palestinos jamás se habían atrevido a tocar.
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