¿La inteligencia humana en decadencia?

No es la primera vez que circula el rumor relacionado con la disminución de la inteligencia humana. A cada rato los medios, y las redes, refieren que este asunto empeora con el transcurso de los años por muchos factores. Algunas teorías sostienen que esto sucede por el uso abusivo de pesticidas, unos aseguran que es por la fluoración del agua, otros dicen que tiene que ver con el consumo de alimentos procesados y con la obsesión con las nuevas tecnologías porque, en este último caso, nos acorta la acción de analizar.

Sin embargo, hasta ahora los científicos niegan que esto esté ocurriendo por esas causas, pero sí les preocupa que desde la década de los años 70 se ha registrado la disminución de las medias globales del cociente intelectual humano, y que esto tiene que ver con el envejecimiento de la población general y no con la capacidad mental de las nuevas generaciones.

Al respecto los expertos consideran que durante el último siglo en los países más ricos la inteligencia ha experimentado un aumento de forma constante porque, en teoría, las condiciones sociales son mejores, así como la salud pública. No obstante, las pruebas sugieren que ese comportamiento, llamado “efecto Flynn”, ha entrado en recesión y empezó a ser más evidente desde el año 2004, porque notaron que la caída en las puntuaciones promedias del cociente intelectual.

Para evitar los sesgos en las pruebas de cociente intelectual la comunidad internacional entiende que se deben descomponer en categorías según la época, o sea, evaluar por separado la memoria a corto plazo, la memoria de trabajo, y comparar los resultados con décadas anteriores teniendo en cuenta el contexto preciso.

Basados en este modo de evaluación, se encontró que las pruebas de memoria a corto plazo han mejorado en base al llamado “efecto Flynn”, mientras que las pruebas de memoria de trabajo han decaído, y esto puede sugerir que ese tipo de inteligencia es culpable de la decadencia de la inteligencia global. Sin embargo, un hecho demostrable es que la memoria a corto plazo es más fácil de mantener con el paso del tiempo que la memoria de trabajo.

No obstante, este es un tema complejo de determinar. No todos los países y personas tienen las mismas condiciones, y requiere investigación más rigurosa que incluya grupos más diversos.