Cuando se apagó el sol en Miami

Fuentes periodísticas informaron este miércoles, desde Washington que Miami se ha convertido en el epicentro de la pandemia.

Tan hondo que expertos lo comparan con lo sucedido hace meses en la ciudad china de Wuhan.

Especialistas y autoridades locales llaman con urgencia a cumplir las medidas sanitarias necesarias para tratar de frenar la propagación del virus. 

Al mismo tiempo reiteran usar las mascarillas y mantener la distancia física. 

Una especialista en padecimientos infecciosos de la Universidad de Miami, Lilian Abbo declaró a la prensa, “Miami es ahora el epicentro del virus. 

Lo que estábamos viendo en Wuhan hace cinco meses, ahora lo estamos viendo aquí”. 

Observadores apuntaron que Florida este domingo, rompió el récord con 15 mil 300 casos. 

Sus  autoridades de salud  reportaron, el lunes,  12 mil 624 nuevos casos  con un total de 282 mil 435 enfermos. 

Abbo destacó que en los condados Miami-Dade, Broward y Palm Beach existe un gran porcentaje de pacientes hospitalizados en cuidados médicos o intensivos. 

Mientras, El Nuevo Herald anunció días atrás que la Agencia para la Administración de Atención Médica informó el lunes  8 mil 51 personas hospitalizadas en Florida. 

Ese día en Miami-Dade fueron ingresadas más de dos mil personas.

Su alcalde Carlos Giménez, advirtió:

“Lo primero para reducir esto son las precauciones que tomamos como individuos. El virus no se va a ir a menos que cambiemos nuestro comportamiento”. 

Dijo que la población no lo está tomando en serio y llamó a utilizar la mascarilla.

Además condenó a quienes realizan fiestas o acuden a eventos sociales. 

Giménez insinuó que se verá obligado a tomar medidas drásticas si las personas continúan ignorando las recomendaciones. 

Difícil situación para quienes durante años han vendido a Miami como una suerte de paraíso terrenal.

Estados Unidos, cuyo actual proyecto de gastos militares  ronda los 540 mil millones de dólares no tiene suficientes  tapabocas ni respiradores artificiales para cubrir las necesidades que exige la crisis actual.

Hechos que hacen presagiar duras faenas a sus ideólogos y propagandistas.