Colombia: Conspiración crece para deponer a Petro

Colombia acaba de dar un paso importante en la búsqueda de la Paz Total preconizada por su presidente, Gustavo Petro, al firmar el mandatario en La Habana con los dirigentes del Ejército de Liberación Nacional el cese al fuego que desbroza el camino para que otros grupos insurgentes se incorporen a la única senda que llevará la paz a la sufrida nación suramericana.

Pero a pesar de los esfuerzos del gobierno, poderosos grupos opositores que controlan las finanzas, manejan el narcotráfico y son dueños de latifundios, no han aceptado en momento alguno que Petro haya asumido la presidencia de Colombia.

Ahora intentan protagonizar lo que se conoce como golpe blando, para lo cual emplean a las autoridades judiciales, boicotean las leyes que el gubernamental Pacto Histórico trata de hacer aprobar y desatan una campaña mediática con el fin de socavar mediante mentiras la base social del gobierno.

Petro también tiene un enconado enfrentamiento con el fiscal general, Francisco Barbosa, y con la procuradora general, Margarita Cabello, muy allegados a la protección de los intereses de los poderes tradicionales de Colombia frente a las reformas populares que aumentarían los salarios, mejorarían la salud, protegerían el medio ambiente y proporcionarían esa Paz Total que anhela el país.

SÍ SE ESTÁ FRAGUANDO

Un ejemplo de golpe blando en Latinoamérica fue la destitución de Dilma Rousseff en Brasil, y el intento de sacar a Luiz Inicio Lula da Silva de la vida política con decisiones judiciales que fueron después revocadas.

“El golpe blando contra el presidente sí se está fraguando; aún no aceptan que Petro ganó las elecciones”: congresista Alejandro Ocampo, del Pacto Histórico.

El representante a la Cámara del Pacto Histórico habló con la publicación SEMANA y dijo que el Presidente debe cuidarse en sus acciones y comunicaciones. Además, explicó en qué consiste la figura del golpe blando.

En Colombia -según el dirigente-, “se está viviendo la reproducción de la doctrina del politólogo estadounidense Gene Sharp”, quien trabajó para la CIA norteamericana y el MOSSAD israelí. Él muere, pero su teoría quedó y se ha utilizado en varias partes, tiene 198 formas de cómo derrocar a un gobierno sin acciones violentas.

De acuerdo con el dirigente progresista, “el primer punto es generar malestar en la sociedad, ahondando los conflictos, algunos inexistentes, con el apoyo de distintos estamentos: empresariales y mediáticos y que todo tenga una aparente idea de legalidad. En ese primer punto, también se habla de algunas manipulaciones, entre ellas, las mentiras y la manipulación del valor del precio del dólar.

Ocampo dijo que el golpe blando -según su autor- está acompañado de algunos medios de comunicación de oposición al gobierno. “Además, se busca sacar a la gente a la calle generando malestar, escasez en alimentos y productos y se genera una sensación de desgobierno”.

En el caso de Colombia, “eso es lo que varios sectores quieren impulsar porque, entre otras razones, no aceptan que Gustavo Petro ganó las elecciones y desde el primer día en que él llegó al poder se han dedicado a sabotear al gobierno, a no dejar gobernar”.

Las mentiras contra Petro -según Ocampo- son parte del plan. Por ejemplo: él dice que el Presidente jamás se refirió al Consejo de Estado cuando dijo en su Twitter que “le están quitando los votos de los congresistas del Pacto Histórico suspendiéndolos con órdenes administrativas”. Él, de acuerdo con el congresista, hacía referencia a la Procuraduría.

SOLIDARIDAD INTERNACIONAL

No solo Piedad Córdoba, senadora del Pacto Histórico, denunció el hecho, sino que más de 400 políticos de 20 países mostraron su apoyo a un mandatario que pone los puntos sobre las íes. 

Así lo señalan en una carta publicada por la Internacional Progresista y firmada, entre otros, por el Nobel de Paz argentino Adolfo Pérez Esquivel; el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y el exlíder del Partido Laborista británico Jeremy Corvins.

El documento también fue firmado por el expresidente ecuatoriano Rafael Correa, el intelectual estadounidense Noam Chomsky y el político francés Jean-Luc Melenchor, así como por la alcaldesa de Barcelona, Ada Cola, y el ministro de Consumo de España, Alberto Garzón.

“Los poderes tradicionales de Colombia se han estado organizando para restaurar un orden marcado por la desigualdad extrema, la destrucción medioambiental y la violencia patrocinada por el Estado”, dice la misiva.

Agrega que estos poderes “están desplegando el combinado poder institucional de las agencias regulatorias del país, los conglomerados de medios y poder judicial para detener sus reformas” sociales, que son tramitadas en el Congreso.

MANIFESTACIONES NECESARIAS

Y poco antes de que Petro viajara a La Habana para finalizar el tercer ciclo de conversaciones con el ELN y llegar al importante acuerdo de cese el fuego, con cánticos, bailes y pancartas, miles de manifestantes le respaldaron en Bogotá y otras ciudades del país al grito de “¡Petro, amigo, el pueblo está contigo!”.

“Les solicitamos con todo el respeto, les solicitamos de nuestra propia humildad, les solicitamos desde nuestras ganas de justicia de paz, que aprueben las reformas que le garantizan al pueblo colombiano sus derechos”, dijo el Presidente ante una multitud en la Plaza de Bolívar de Bogotá, frente a la sede del Congreso.

Pero Petro también aseguró que el pueblo saldrá a las calles a defender la democracia, si ocurre un "golpe blando" en su contra.