Bancarrota moral y material de Gran Bretaña

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Bancarrota moral y material de Gran Bretaña
Fecha de publicación: 
29 Noviembre 2025
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“Hijos de la Gran Bretaña” dicen algunos como insulto al desaparecido imperio que hoy come de la mano de Estados Unidos en sus depredadoras prácticas abusivas contra naciones más pequeñas en lo militar, pero con grandes recursos naturales.

Ahí está en primera línea, cumpliendo fielmente las directrices del Imperio de que el régimen neonazi de Kiev luche contra Rusia hasta el último ucraniano, suministrándole amplio apoyo logístico, militar y monetario para engrosar los dividendos monetarios de personeros nacionales en el exterior, asegurándoles un futuro promisorio, tras la fuga que se avecina.

Así, Gran Bretaña golpea su propia economía que no la resarce sus amplias ventas de armas, ahora con dinero de sus otros socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte que tratan de impedir cualquier acuerdo que ponga por fin a la lucha. 
  
Todo en medio de una década de austeridad, aunque no para las clases pudientes, que siguen gozando de infinitos privilegios a costa de un pueblo trabajador que atraviesa miles de angustias.

Años atrás, Gran Bretaña era ejemplo para el resto de los países del mundo en atención médica y todas esas virtudes que en Cuba, a pesar del bloqueo y las carencias que genera, intentamos a darle a la población en general.

Pero hoy día, las cifras oficiales no mienten cuando dan a conocer que uno de cada tres niños en el Reino Unido vive en la pobreza.

Las prestaciones sociales, afectando a los sectores más vulnerables de la población, incluidos los menores, señala la cadena estadounidense Cable News Network, muestran que la pobreza infantil alcanzó un nivel récord.

Unos 4,5 millones de niños —es decir, un tercio de toda la población infantil— viven en situación de pobreza, indica el canal, citando un informe gubernamental. Además, un millón de ellos no cubre las necesidades básicas, como calefacción, ropa o alimentación, precisa.

"De acuerdo con los datos publicados por el centro de estudios Institute for Fiscal Studies, el cuidado infantil en el Reino Unido es más caro que en la mayoría de los países ricos: supone alrededor del 25% de los ingresos netos de una pareja y cerca del 60% de los ingresos netos de un progenitor solo”, añade.

En este 2025, el nivel de pobreza infantil en el país británico es más alto que en cualquier Estado de la Unión Europea, salvo Grecia, señala la publicación. Además, su ritmo de crecimiento supera al de muchas otras naciones. Si nada cambia para el 2030, otros 300 000 menores caerán por debajo del umbral de la pobreza.

A todo esto se suma la crisis de desempleo juvenil. Más de medio millón de hombres menores de 25 años no estudian ni trabajan en el Reino Unido, una tendencia que expertos califican como una "tragedia de potencial desperdiciado", informó el diario inglés 'The Telegraph'. 

El Reino Unido registra 512 000 jóvenes varones que no estudian, no trabajan, ni reciben formación, un aumento de 15 000 en solo tres meses, según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística. En contraste, el número de mujeres jóvenes en la misma situación cayó a 434.000, ampliando la brecha entre ambos sexos.

Adzuna —un motor de búsqueda de empleo global— atribuye parte del fenómeno a la disponibilidad de empleos en sectores tradicionalmente femeninos, como el cuidado de adultos mayores y la educación, mientras que los puestos de nivel inicial han caído a su nivel más bajo en cinco años.

En total, 940 000 jóvenes británicos fueron clasificados como que no estudian ni trabajan. Stephen Evans, director del Learning and Work Institute, advirtió que esas cifras siguen siendo "preocupantemente altas" y que la falta de oportunidades para los jóvenes representa "una pérdida seria de potencial".

Aunque el Gobierno británico lanzó una investigación para enfrentar la crisis, organizaciones civiles alertan que solo uno de cada cuatro jóvenes recibe apoyo para encontrar trabajo, y que los programas de aprendizaje resultan insuficientes.

El gobierno intenta revertir la tendencia con la Garantía Juvenil, que obligará a los jóvenes sin empleo durante 18 meses a aceptar un trabajo remunerado o arriesgar la pérdida de prestaciones, aunque economistas advierten que el programa solo alcanzará a una fracción mínima de los afectados.

Asimismo, una epidemia de bancarrotas en aerolíneas comerciales se ha acentuado durante el último semestre del 2025, dejando a miles de pasajeros afectados.

El caso más reciente es el de la compañía británica Blue Islands, la cual se declaró en quiebra y canceló todos sus vuelos hace pocos días. Esta empresa regional ofreció sus servicios por 26 años, según difundieron en un comunicado. Esta aerolínea encarga 65 Boeing 777X por $ 38.000 millones en el Dubai Airshow 2025, pero una deuda por más de nueve millones de dólares habría sido el impedimento definitivo que la llevó al cese inmediato de sus operaciones.

Previo a esto, Eastern Airways, otra aerolínea del territorio del Reino Unido, recurrió a tribunales para evitar su liquidación, a la par que dejó a cientos de pasajeros varados, lo que obligó a su otrora competidora a ofrecer vuelos con “tarifas de rescate”, reportó The Street.

AL BORDE DE LA CRISIS

Aunque es una nación insular relativamente pequeña, Inglaterra ha ejercido un enorme poderío y dominio financiero a lo largo de los siglos. ¡Londres ha sido durante mucho tiempo un centro financiero mundial! La libra esterlina ha sido el estándar monetario global, y sigue siendo una de las monedas más fuertes del mundo. Además, el Financial Times Stock Exchange 100 (Índice bursátil de las 100 principales empresas británicas) goza de prestigio mundial. El nivel de vida británico también se mantiene entre los más altos del mundo.

Sin embargo, algo falla en la economía británica. Su aparente riqueza y superioridad financiera vienen a ser un espejismo. Cuando el nuevo gobierno laborista asumió el cargo en julio del 2024, Reuters publicó un artículo titulado: Inglaterra está en la ruina, declara el nuevo gobierno (29 de julio del 2024). Aunque el nuevo gobierno utilizó intencionalmente un lenguaje alarmista, para culpar a sus predecesores de los actuales problemas financieros de Inglaterra, la observación era correcta y, de hecho, arrojó luz sobre un problema que se ha estado gestando en el país durante decenios.

Como se lamentaba un comentarista de Telegraph: “Las luces están encendidas, pero nadie en el asediado gobierno británico quiere saberlo” (25 de enero del 2025). El aleccionador título del comentario era: “Inglaterra está al borde de una crisis fiscal total”. El autor también señaló que otros países ven a Inglaterra como “una economía mediana en decadencia, al margen de Europa, que aún lucha por sacar provecho económico del brexit”. El meollo del asunto es que Inglaterra, una nación con escaso ahorro interno, se está endeudando considerablemente; se ha vuelto cada vez más dependiente del dinero extranjero para llegar a fin de mes.

Un análisis interno muestra que, desde el 2020, ocho ayuntamientos (municipios) del Reino Unido se han declarado en quiebra (Telegraph, 27 de noviembre del 2024); a menudo debido a malas inversiones que los concejales esperaban que les ayudarían a paliar sus déficits financieros. El aumento de los costos de la vivienda y de la atención a las personas mayores, a menudo asumidos por los ayuntamientos, es prácticamente imposible de gestionar.

En cuanto al gobierno nacional, gastos como la seguridad social, las pensiones del sector público y la deuda por préstamos estudiantiles; están hundiendo la economía. Se prevé que varias universidades quiebren en los próximos años, lo que probablemente requiera un rescate gubernamental. 
La Oficina Nacional de Auditoría (NAO, por sus siglas en inglés), responsable de supervisar los gastos de más de 10 000 organismos públicos, ha informado de un “grave retraso” en sus auditorías de las cuentas públicas. Esto significa que el gobierno está gastando dinero sin tener un conocimiento claro de los fondos disponibles. Como lo expresó un analista financiero: “La dura realidad es que el Reino Unido se ha ido quedando gradualmente sin dinero durante los últimos veinte años. No sabemos con exactitud qué tan cerca estamos de quedarnos sin dinero. Pero la decisión de la NAO es una señal de que el final podría estar mucho más cerca de lo que nadie cree en este momento”.

Los economistas pronostican que un mayor gasto público y de los hogares en el 2025, resultará en una economía británica mejorada, que superará el estancamiento de las economías europeas (Financial Times, 2 de enero del 2025). Sin embargo, con el estancamiento del crecimiento salarial y el aumento del desempleo, la vida del ciudadano promedio seguirá empeorando. El aumento de la deuda probablemente obligará a subir los impuestos, lo que afectará aún más la situación del asalariado medio.

E Inglaterra no está sola en sus problemas financieros. Europa, en su conjunto, afronta dificultades económicas, pero este es un tema para otro comentario.
 

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