Vacunas anticovid-19, ¿misión del Olimpo?

El nuevo coronavirus a lo largo del pasado 2020 y en lo que va de este año con tan solo un mes y par de semanas vividas, sigue siendo nuestro principal enemigo y atacante invisible. No existen armas ni tanques de última generación que valgan, pero sí médicos, mascarillas, medicinas, cuidados propios y vacunas que funcionen.

Como si estuviéramos sufriendo los efectos de una guerra mundial pareciera el presente, este día a día, de muchas naciones. Y es que el agresor: el virus del SARS-CoV-2, apunta hacia cualquier objetivo. Y no pauta una tregua, o al menos un minuto de descanso, por el contrario, cuando nosotros tomamos una calma es cuando más toma ventaja.

Zeus, todo poderoso, ¿quién cuidará de todos estos mortales, millones de niños, embarazadas, adultos mayores y personas enfermas? Y si enviamos un SOS a la Mujer Maravilla, Batman o Superman, ¿qué batalla protagonizan que aún no llegan a la nuestra? ¿Llegarán a tiempo en este 2021? ¿Quién liderará nuestro frente? 

Hace pocas horas, Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de la Unicef y Tedros Adhanom, Director General de la Organización Mundial de la Salud, declararon que, ante esta circunstancia compleja, esta crisis sanitaria epidemiológica que ha robado la vida a miles de personas, y en la carrera de la vacuna, “o ganamos o perdemos juntos”.

Seguimos viviendo bajo un gran desbalance, lo pobres cada vez más abajo, y hacia un lado, mientras los países ricos, cada vez más arriba, siguen por el camino del egoísmo. “De los 128 millones de dosis de vacunas administradas hasta ahora, solo están en 10 países que representan el 60 por ciento del PIB mundial”, apuntaron.

De igual modo, los especialistas alertaron que “esta estrategia contraproducente costará vidas y medios de subsistencia, dará al virus más oportunidades de mutar y evadir las vacunas y socavará la recuperación mundial”. El llamado va hacia la unión, el trabajo entre todos los gobiernos y una mirada hacia más allá de la frontera. 

¿Sobreviviremos a esta pandemia con nuestras propias estrategias y por un bien mundial? ¿Será a tiempo? O es que, ¿tendrán que descender los dioses del Olimpo para frenarla? “La Covid-19 ha demostrado que nuestros destinos están inextricablemente vinculados. Ya sea que ganemos o perdamos, lo haremos juntos”.