ENTREVISTA: María Laura, una actriz feliz

ENTREVISTA: María Laura, una actriz feliz
Fecha de publicación: 
4 Enero 2024
0
Imagen principal: 

María Laura Germán Aguiar, así me gusta llamarla, con su nombre completo porque suena a mujer fuerte, como lo es; ser actriz lo lleva fijado hasta las entrañas, luego es dramaturga, directora y a veces hasta canta en uno que otro show. María Laura es mujer y es niña.

Esa niña me acompaña todo el tiempo. ¿Que quién era María Laura la niña? Más o menos como esto que ves ahora, así mismo. Muy lectora, porque me crié corriendo en la bibliotecaGener y del Monte, donde trabaja mi mamá desde que tengo uso de razón.

Siempre en talleres de pintura, malísima–enfatiza con cierta burla-,talleres de actuación, danza, porque quería ser bailarina de ballet clásico, pero tenía los muslos muy gordos según aquella profesora que por suerte no recuerdo –dice con el tono satírico que a veces la caracteriza-, clases de piano, que me arrepiento de haber dejado, por cierto.

“Mi abuela me enseñó a mecanografiar, entonces me dejaba hacerlo los viernes y sábados, que era cuando podía acostarme más tarde. Recuerdo tenía un proyecto de novela, con ilustraciones y todo.  Te imaginarás que malísimas, porque era mala dibujando. Y así, hacía obras de teatro detrás de una butaca con las gomas de los lápices que tenían figuritas,  todo el tiempo  estaba inventando.

“Siempre teatro de títeres, siempre teatro de objetos y siempre fabulando. Con los apagones (cuando era pequeña) hacíamos competencias de  canto mi hermana y yo, cuando me aburría de cantar las canciones de la escuela, empezaba a inventar mis propios temas, entonces mi hermana se ponía brava conmigo, o sea, este mismo espíritu que tú me ves, lo tengo desde chiquita. Esa niña me acompaña todo el tiempo."

La mujer inquieta y hogareña del día a día

“La María Laura del día a día resulta una mujer que canta por la calle, que fabula todo el tiempo; veo algo y pienso para qué puede servir, o me paro a escribir una idea, pero es una mujer que a la vez le gusta fregar, cocinar. Yo digo que mis mejores cosas las he escrito fregando, soy muy hogareña.

“A veces le doy la vuelta al poste bailando porque de pronto la canción me motiva y la gente me mira como si estuviera loca, pero ya estoy acostumbrada. Así soy yo.

“Creo que mi inquietud tiene que ver primero con la formación del hogar: mi padre es profesor de Filosofía, mi mamá profesora de Literatura y mi hermana escribía; como quiera que sea ellos tienen personalidades de búsqueda intelectual. En casa tenemos la costumbre de hacer sobremesa y ahí se habla de cualquier cosa, recuerdo que una de las disputas más grandes entre mi papá y yo fue porque a él le gusta la pintura clásica y a mí Rothko, que es abstracto, te imaginarás que se armó un debate y la
sobremesa duró tres horas, pero solamente era él buscando si yo tenía un concepto para defenderlo o era por la rebeldía del adolescente.   

“Cuando llego a Teatro de las Estaciones me encuentro con Rubén (director de la compañía) que es un duende inquieto y siempre está haciendo cosas. ¿Entonces cómo voy a salir? Yo creo que no hay otra forma.

Tendría yo que negarme toda para no ser de esta manera.

“Dice una amiga que no sabe cómo logro compartirme en tantos pedazos, yo tampoco lo sé, pero siempre alcanza el tiempo y creo que tiene que ver con organizarse y hacer lo que te gusta. Hace años decidí que no iba a hacer nada más que no me gustara, porque es agónico, cuando no puedo, no puedo; y cuando no me gusta, no me gusta. Pero hay que ser feliz."

Una actriz feliz y repayasona

Para María Laura el camino comenzó en TV Yumurí, programas como El mejor amigo, Notitín o Barquito de papel hicieron de la niña inquieta una niña con alas, o tal vez Rubén Darío escuchara aquello de “tú vas a ser actriz donde quiera que te pares”, que le dijo a María Laura en una ocasión Fara Madrigal y por ello le abrió las puerta de su retablo.

“Yo soy una actriz feliz (hace una pausa y piensa). Una actriz feliz y repayasona, esa es mi definición. ¿Por qué te digo todo esto? Porque disfruto cada proceso. Y cuando te digo repayasona, que es algo que salió de aquí, de Estaciones (aclara), es porque soy muy muequera y no le tengo miedo al ridículo.

“Todos los procesos los llevo al límite, si me equivoco para eso están los ensayos, pero te juro que si uno no los disfruta como si fueran un juego a lo mejor no se nos ocurriría la mitad de lo que se nos ocurre.

“No me gusta agonizar procesos, incluso cuando sean dramáticos y no estoy hablando de que no pueda sufrir como personaje un proceso, sino como actriz. No, eso no te puede fundir porque eso tú lo disfrutas; para que la gente se conmueva contigo en Zapaticos de rosa o con Los dos príncipes (obras de Teatro de Las Estaciones) hay una parte de ti que tiene que disfrutar el trabajo, si no, creo yo, no funciona."

Las Estaciones y Rubén, el duende inquieto

“Rubén y Las Estaciones lo representan todo en mi vida (dice con orgullo mientras sonríe), es como un todo, mi familia; es mi padre y Estaciones mi casa. Aquí yo puedo hacer y deshacer en tanto tenga un sentido, por supuesto.

“Él ha sido mi mentor, mi cotutor de la tesis, mi amigo, pero por encima de todas las cosas ha sido mi padre tanto en lo personal como en lo profesional y ahí no me ha dejado pasar una. Creo que si he llegado y he logrado lo que hasta el momento es porque nunca me ha pasado la mano. Así son los padres en realidad, los que te encaminan.

“Estaciones es... imagínate, toda mi carrera, aquí he aprendido de todo, desde voz y dicción hasta cómo manejar mis manos, cómo hablar, cómo presentarme, aquí aprendí a dar clases."

Llegada a la dramaturgia

“Me enteré que existía una cosa que se llamaba dramaturgo cuando estaba en onceno grado, y fue como... (hace una expresión de asombro) ¡waoo!, existe un tipo que se dedica a escribir teatro, (dice con las frases cubanas que la caracterizan), esto es una pincha, mamá, esto es un  trabajo, yo quiero ser esto!

“Entonces Farita me asesoró y Jesús del Castillo (Chuchi) me ayudó mucho también, creo que era lo más cercano a mí porque tenía que ver con la literatura y el teatro de alguna manera.

“Luego de estudiar en el Instituto Superior de Arte (ISA) regresé a Matanzas porque yo tenía una posibilidad que no tenía mucha gente, desde segundo año ya trabajaba con Estaciones. No estaba dispuesta a perder tres años que tenía trabajados con ellos. Si ya había logrado sentarme al lado de Rubén y recibir procesos de ensayos abiertos para mí nada más, que eso es un lujo, ni muerta me quedo en La Habana, a hacer qué. Tenía la conciencia de estar en uno de los mejores grupos de teatro del país."

I Want, la primera obra de María Laura como directora

“I Want es la necesidad impetuosa de María Laura como creadora de hablar sobre un tema que me preocupaba mucho, de hacer un llamado de alerta sobre los espacios de soledad que sufren los niños y adolescentes; me invadió tanto que despertó mi seguridad para empezar a dirigir, que era algo que me daba terror, me tenía paralizada, me removió cosas dentro, al punto de hacer ese proyecto de teatro independiente.

“Teatro independiente porque creo que no son tiempos de esperar a que te den cosas, ni de paternalismos, creo que son más tiempos de buscar alternativas artísticas de supervivencia y métodos  para hacer que el arte empiece a ingresar si no la misma, un poco más cercana a la cantidad de dinero que ingresan los reguetoneros, cosa que me parece súper injusta.

“Yo esperé el apoyo que ha tenido la obra, o sea lo ansié, lo añoraba, pero uno nunca está seguro. Lo que estoy recogiendo ahora en I Want y por suerte no solo lo estoy recogiendo para mí, lo estoy recogiendo como  producto artístico, ha sido todo favorable y es más de la ayuda que yo podía haber imaginado jamás.

“Tengo dos sensaciones sobre el estreno de I Want, porque tuvo un preestreno en el EIRA, el Encuentro Internacional de Retablos Abiertos, que yo asumía como el estreno y fue fabuloso porque era para colegas teatristas, entonces tengo esa sensación de primer crecimiento.

“Luego del estreno como tal, pude respirar. Lo primero que pensé cuando llegué a la casa fue: sí se puede hacer, lo que siempre pienso porque creo que el pensamiento de ya está hecho te marca un punto final en el que no me gusta pensar porque el teatro es eso, crecimiento constante.

“En I Want sale a relucir la palabra hogar y eso es mi familia, no solo la de sangre que tengo, que es la mejor familia del mundo, es también la que me he ido creando. Para mí eso es una casa, como en I Want, como en El mago de Oz, el hogar está donde se es más feliz, definitivamente."

La televisión y ella. Corazón feliz y El derecho de soñar

“A mí me había llamado Luberta (director de la telenovela en la que María Laura encarna el personaje de Roxana) para hacer el personaje de María Valero. Me vio trabajando en La Habana, consiguió mi número y me escribió, me dijo que mi rostro se le parecía mucho al de María Valero, eso fue un año antes de que se grabara la novela.

“Él me dejó de escribir y un día me acuerdo de eso y de fresca le escribo: Mijo, al final me hablaste de la novela y no me has escrito más nada, si no me ibas a dar el personaje por lo menos me lo hubieras dicho; tú sabes, esas cosas que hago yo (dice riéndose).

“Y Luberta me dice: No, no, es que las cosas cambiaron, pero la semana que viene hay un casting, le voy a dar tu número a la asistente. Fui, lo hice y salí con los libretos. Y a mí me encantó.

“Por supuesto que me hubiera encantado ser María Valero, así y todo creo que ese personaje a Yaremis le quedó espectacular, pero me encantó Roxana porque es medio friky y yo tuve una parte friky, escritora, guionista de la radio que es algo que hago, ahí con sus conflictos humanos y le cogí cariño.

“A la gente le encanta la escena del accidente y me pregunta por qué no la hicimos más larga. Yo rodé por la loma sin doble de riesgo, eso sí, con un equipo de acción que te enseña cómo caer.

“Ando mucho con gorras y gafas, y la gente me para por la calle a veces, me dice: Ay eres igualita a la de la novela. ¡Sí, sí, soy yo, soy yo, les digo. O me preguntan por las manos. ¿Ya estás bien de las manos? “Trabajar con Rubén Breña, que tuve dos escenas con él, fue maravilloso solo de verlo. Uno se hace un mecanismo de aprehender, el de la hache intermedia.

“Y con Ana Gloria (actriz que interpreta el personaje de Alicia y mantiene estrecha relación con Roxana) también fue maravilloso, de hecho me encanta porque la gente me pregunta si nosotras tuvimos mucho tiempo de compartir, ella es una actriz fabulosa, que te lo da todo y es como si la conocieras de toda la vida.

“Satisfago casi al 90 por ciento mis ganas de hacer televisión con Corazón feliz, porque nos divertimos muchísimo, son dos días agotadores en los que grabamos una temporada completa pero tenemos un equipo maravilloso. Para mí son días espectaculares, además, Pelusín, por favor, ¡ese es mi delirio!

“Yo sigo prefiriendo el teatro, la experiencia de tener un ser vivo delante, actuando para ti únicamente en ese momento, de esa manera irrepetible no tiene valor, no tiene precio en la vida. Porque no lo va a ver nadie más como tú lo viste en ese momento y en ese lugar."

Lo que está por llegar

Para esta mujer el 2023 fue un año de logros gigantes. Su estrenó como directora, la primera incursión en una telenovela y su gira por Europa con Teatro de Las Estaciones son pequeñeces comparadas con lo que está por llegar.

“Creo que lo más importante que me ha pasado este año es quedar embarazada”, dice con orgullo visible.

"Trabajaré hasta que la gestación me lo permita. Por suerte tengo a toda esa familia teatral y de sangre que me rodea; si tengo que esperar un tiempo no voy a tener problemas, y por supuesto en cuanto me pueda incorporar, me incorporo. Tendrá muchos tíos y será la niña más feliz  del mundo."

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.