Culebrón Mbappé se acerca al final

Parece que esta vez terminará por fin el vínculo del delantero francés Kylian Mbappé con en el Paris Saint-Germain, y aunque todo apunta a un destino en Madrid, lo sucedido hace un par de años tiene a la afición merengue en ascuas, incrédula hasta el último momento.

La diferencia es que esta vez el atacante sí anunció que no va a renovar y se marcha, pero no ha dicho a dónde, y ese es el sin vivir de los madridistas, que sueñan con acabar de verlo vestido de blanco.

Hubo señales muy claras de que se marchaba también en aquella ocasión, pero no llegó a salir de su boca como ahora, y en las últimas semanas todo cambió y se quedó en la capital de Francia.

Por eso los aficionados del Real Madrid no celebran nada en voz alta, pese a que por la bajo siguen deseando que Mbappé sea la imagen del nuevo Santiago Bernabéu y el cabecilla del plantel español durante la próxima década.

Todo parece indicar que esta vez ni siquiera las cantidades exorbitantes que le pusieron sobre la mesa a Donatello eran suficientes, y en las oficinas de Concha Espina hacen maravillas con las matemáticas para pagarle como se merece a uno de los mejores futbolistas del mundo, pero sin alterar el ecosistema de la plantilla en cuanto a salario básico al menos.

El goleador de 25 años cobra 50 millones de euros netos al año, y para llegar a algo similar el once merengue tiene que ponerle objetivos a cumplir y negociar sus derechos de imagen, y según fuentes del club se le dejaría el ciento por ciento de lo que tenga hasta ahora, y compartirían lo que genere estando con ellos.

En lo deportivo nadie duda de la calidad de Mbappé, y se deja para después lo que harían para acomodarlo en el terreno, lo más probable con libertad absoluta para moverse en todo el frente de ataque, pero la cuestión es acabar de firmarlo, porque el nerviosismo aumenta.

En realidad no se ha escuchado de más ninguna otra propuesta seria para ficharlo, pero para que LaLiga pueda festejar el arribo de esa estrella falta precisamente lo más importante, y por eso nadie lanza campanas al vuelo.

Lo cierto es que Mbappé sigue sin su Champions, y cuando parecía en 2022 que las puertas del Real Madrid se le cerraban para siempre, luego de “jugar” con ellos en los últimos años, parece que no es así.

De hecho, en su momento el presidente del elenco blanco, Florentino Pérez, nunca le dio el portazo, dejó el resquicio para que las cosas volvieran a encausarse, y si al final el culebrón termina a su favor estaríamos hablando de una jugada estratégica perfecta.

Faltan todavía algunos capítulos, y precisamente el desenlace de esta Liga de Campeones debe ser crucial, porque hasta donde llegue el PSG, hasta allí al menos habrá que esperar para que el ariete dé más pistas sobre su futuro. Mientras, los que todavía no están aburridos del culebrón seguirán pendientes del desenlace, y el resto del planeta fútbol mirará de reojo.