Los pinceles exorcistas de Vladia Rubio

  Dicha muestra, abierta en la galería El Louvre, del habanero Hotel Inglaterra, hasta el 27 de febrero próximo, consta de nueve obras de las que la pintora se vale para hacer patente su rechazo a aquellos asedios que grandes o pequeños torturan y dañan la psiquis.

  Vladia parece valerse del periodismo, su primer gran amor, para adentrarse en los vericuetos de lo absurdo y lo grotesco que suelen devenir pasajes de la realidad diaria y que ella, con sus pinceles y colores, trata de exorcizar y lo hace de manera convincente, con las desgarraduras que provoca todo acto creador de denuncia y de esperanza.

  En esta muestra la creadora suma figuraciones simbólicas o abstractas sustentadas en su modo muy personal de ver el entorno y mostrar su exasperación ante situaciones en una gran mayoría que estigmatizan a la mujer y las cuales rechaza con trazos significativos y llenos de vitalidad.

  Porque la artista también se confabula, pero lo hace contra la sordidez y lo absurdo de los pasajes de la cotidianidad que duelen por rutinarios y fútiles, para lo que se basa en la difícil y poco usual, por estos tiempos,  técnica de la tinta y la aguada sobre cartulina.

  A volar, Elogio de la sandía, En el país de Alicia y Los riesgos de la luz son algunos de los títulos que se incluyen en esta exhibición que, con la sabia curadoría de Beatriz Gago, llama a una reflexión mesurada, pero sin atisbos de cobardía, avizorando un mundo mejor para todos.

  Vladia Rubio tiene en su currículo las exposiciones personales Hecho en Casa, en el Miramar Trade Center, y De buena tinta, en el Club Habana, así como también la muestra colectiva Latin American Art Pavillion (LAAP), en Miami.