Cuba lleva su cultura a Brasil

Cuba abrió el jueves al público la mayor exposición de su cultura en Brasil, que coincide con un momento estelar de inversión brasileña en ese país.

«Es la primera vez que una exposición tan amplia de la cultura y las expresiones artísticas cubanas llega a Brasil», explicó a la AFP la consejera de Cultura de la embajada, Maura Juampere, sobre esta semana cultural cubana en el Museo Nacional de Brasilia, que se extiende hasta el 2 de diciembre.

La exposición «Cuba, mucho gusto», en el Museo Nacional —una de las últimas obras concluidas del arquitecto Oscar Niemeyer— acoge una amplia muestra de 130 fotografías que van desde las imágenes de Alberto Korda —retratista del Che y de un joven Fidel Castro victorioso en la Revolución— hasta los más recientes exponentes de la fotografía cubana.

También exhibe obras del artista plástico Kcho, 100 carteles de películas del Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos, y ofrece una serie de conferencias, conciertos y una muestra de cine.

«Reunimos a los artistas cubanos más reconocidos en cada área para que el público brasileño tuviese oportunidad de conocer esa cultura», dijo Mónica Monteiro, presidenta de Cinevideo, que ayudó a organizar la exposición.

Brasil es el sexto socio comercial de Cuba y su primer suministrador de alimentos. El comercio bilateral alcanzó un récord de 641,9 millones de dólares en 2011, según datos oficiales brasileños.

La inversión brasileña en Cuba está en ascenso y representa dos tercios del financiamiento de la construcción de Mariel, un megaproyecto industrial y portuario por 900 millones de dólares, a 50 km de La Habana, la mayor obra de infraestructura actual en la isla.

Este mes, una subsidiaria de la gigantesca empresa brasileña Odebrecht suscribió el primer contrato para administrar un ingenio azucarero estatal.

La presidenta Dilma Rousseff viajó a Cuba en enero. «Creo que la mayor contribución que podemos hacer aquí en Cuba es ayudar a desarrollar el proceso económico», dijo entonces la mandataria, y consideró esa cooperación «estratégica para Brasil y para Cuba».