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El hecho de que haya habido paridad y tensión en los play off semifinal y final de la 53 SN no quiere decir que en la misma proporción se haya elevado el nivel cualitativo de nuestro béisbol puesto que en los tres renglones principales (pitcheo, defensa y ofensiva) es palpable la falta de profesionalidad de la mayoría de nuestros jugadores. Por otra parte continuamos enfrascados en la copia de la estrategia de especialización del pitcheo pero no acabamos de lograrla. Ninguno de los equipos participantes tuvo dos abridores de puntería, dos buenos relevistas largos y dos-tres cerradores efectivos. En las tres categorías o funciones no hay ningún lanzador que domine (no que tire)al menos cuatro lanzamientos ni que sepa acudir a su arma más letal cuando tiene al bateador en conteo desfavorable.<br />Pero, en este sentido me pegunto por qué tenemos que copiar a pie juntillas estos nuevos conceptos cuando en las décadas de los setenta, ochenta y noventa teníamos lanzadores que salían a lanzar el juego completo y rotaban cada cuatro días e incluso puedo citar ejemplos extremos concretos:<br />a)José A. Huelga lanzó 20 inings en un Juego de Estrellas.<br />b)Aquino Abreu además de propinar dos no hit no run en forma consecutiva lanzó un juego de 24 innings frente a Mineros.<br />c)Rogelio Garcia hizo toda su carrera lanzando un tenedor letal desde el principio. Algo similar hizo Shanga Mederos con su endemoniada curva hacia abajo, imbateable, o Juan Pérez Pérez tirando rectazos a más de 90 millas durante los nueve episodios. Y una buena parte de esos tiempos enfrentando el bate de aluminio!!!.<br />Ahora los abridores rotan cada seis días y salen para hacer 100 lanzamientos...y se acabó...esté como esté el juego.<br />Y que no me hablen de lesiones en los brazos de lanzar, porque ahora hay más que en épocas anteriores.Vi relevistas que estaban listos para salir a relevar todos los días (Guagua López,Isidro Pérez, Lázaro Santana, etc, etc). También vi que el único entrenamiento de los lanzadores era correr, correr y correr una y otra vez. Ese era el método y consejo del guajiro de Laberinto Conrado Marrero. Ahora corren poco, hacen mucho gimnasio, pesas y otros ejercicios especiales y los lanzadores tienen menos consistencia, menos control y más lesiones.<br />En alguna revista de MLB recuerdo haber leído que todo este invento de abridores, relevistas intermedios y cerradores inicialmente no fue otra cosa que una demanda de los sindicatos de MLB para dilatar la permanencia de los lanzadores en MLB y de los contratos.<br />No estoy negando el desarrollo científico, sólo afirmo que cuando se entrena a fondo y consecuentemente cualquier lanzador puede trabajar nueve entradas y más y rotar cada cuatro días o estar listo para relevar todos los días si detrás tiene el respaldo de un buen entrenamiento y en la mente la disposición de llegar, de ganar.<br />No hubo día en que yo, camino a mi trabajo habitual en Carretera Central y Vía Blanca durante años, no me encontrase todos los días a las 7: a.m. con un lanzador capitalino corriendo que fue ejemplo de consistencia, ganador casi al seguro, abridor y relevista, siempre listo para trabajar y lo hizo como en 20 temporadas: Lázaro de La Torre.Y lo más curioso: jamás y nunca sintió molestias en su brazo de lanzar.Huelgan los comentarios.<br />Y en las MLB sobran los ejemplos: Juan Marishal, Greg Maddoux, Sandy Koufax, Mike Cuéllar, Camilo Pascual, Pedro Martínez, Nolan Ryan y un largo etcétera porque la lista es interminable.<br />Yo sigo siendo fan del método antiguo, aunque no niego el moderno. Lo que afirmo y defiendo es que en ambos métodos siempre habrán lanzadores estelares, buenos, regulares y malos.<br />Me divierto mucho cada vez que veo en la TV a nuestros lanzadores haciendo simulacros de lanzar con un pañuelo en la mano o cuando los veo en la lomita incapaces de lanzar pegado, por dentro, a nuestros baeadores más temibles. Es entonces que me viene a la mente el ponche que le propinó Huelga a Urbano González en el inning 20 con la carrera de la victoria en segunda en aquel juego de estrellas. Fueron tres lanzamientos similares: tres rectas duras a los codos que le impidieron sacar el bate al guajiro de Catalina de Guines quien no se tomabaa ni 10 ponches en toda la temporada.<br />Es verdad, nuestro pitcheo está mucho más grave de lo que algunos se imaginan.
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