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Este cuento viene porque la prensa imperial en manos por lo general de consorcios judios o protestantes le ha caido encima al Vaticano. Sobre todo con la morbosidad del problema de la violación de niños por parte de sacerdotes. Estos últimos casi siempre con protección de sus jefes jerárquicos. Este papa es uno más tapando el hueco de entrada al infierno que ellos mismos han abierto. ¡Qué decir del escandalo de la banca del Vaticano! Lavando dinero de la Mafia. Claro si la prensa los ataca (no por honesta y buena) es pecaminosa. El silencio complice a tales barbaridades que cardenales, obispos y papas han guardado a ultranza ese si debe ser un horrible pecado.
24 Marzo 2014, 7:49 pm
Arquero