España: Sánchez se compromete

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España: Sánchez se compromete
Fecha de publicación: 
30 Abril 2024
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Al decidir no dimitir y continuar al frente del Ejecutivo, tras cinco días de reflexión, el presidente de España, Pedro Sánchez, se comprometió a seguir con más fuerza su mandato y movilizar a las masas, en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a lo que calificó de política de la vergüenza de sus enemigos de la derecha y ultraderecha.

Ante decenas de miles de militantes de su socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE), el mandatario denunció las falsedades de las agrupaciones que han gestado calumnias contra su esposa, al acusarla de venta de influencias y otros delitos.

El barraje de ataques contra él está orquestado por el derechista Partido Popular y el fascista Vox, bajo el manto de una entidad eufemísticamente denominada Manos Limpias, que no esconden su alarma ante las decisiones de Sánchez de buscar el apoyo de agrupaciones de izquierda y nacionalistas que le ayuden a controlar el Parlamento y enfrentar diversos tipos de obstrucción.

A su vez, Manos Limpias lamentó que Sánchez no dimita y amenazó: “Saldrán pruebas que le incriminan a él”.

NADA NUEVO

El acoso de las derechas políticas y mediáticas a Sánchez y a su entorno familiar no es nuevo. En el pasado más inmediato se recuerdan las campañas contra Felipe González, “Felipón”, que al final se emparentó con lo más reaccionario (gusanera miamense, por ejemplo), y José Luis Rodríguez Zapatero. 

Pero en la historia de España tenemos otros muchos ejemplos de ataques contra dirigentes socialistas, empezando por el fundador del PSOE, Pablo Iglesias Posse, al que le acusaban de viajar en trenes de primera y que antes de llegar a la estación se bajaba en un vagón de tercera. También le culparon del atentado que acabó con la vida del presidente del Consejo de Ministros, José Canalejas, en 1912.

A Francisco Largo Caballero, ministro de Trabajo, ministro de Guerra y presidente del Gobierno durante la guerra civil, a quien apodaban el Lenin español, siempre le acusaron de vivir en un hotel u hotelito para desacreditarlo, cuando en realidad era una modesta vivienda unifamiliar. En noviembre del 2020, destruyeron a martillazos la placa de su casa natal en el madrileño barrio de Chamberí, y la de un boulevard por gestiones del Partido Popular, Ciudadanos y Vox.

Juan Negrín, ministro de Hacienda, ministro de Defensa Nacional y presidente de Gobierno en guerra, también recibió toda sarta de insidias. De hecho, en un libro publicado en 1938 por el propagandista Francisco Casares: ‘Azaña y ellos. Cincuenta semblanzas rojas’, le definía así: “Ese bárbaro de Juan Negrín, con rostro de boxeador y maneras de plantígrado, no tiene, en realidad, una personalidad propia. […] Negrín no sabe hablar. Ni escribir. Refractario temperamentalmente a toda sensibilidad, a toda finura de espíritu, zafio, grosero, bárbaro […] Esa bestezuela canaria, con ojos adormecidos de dopista, traza deforme de animal selvático y conducta miserable de bellaco”. 

Recordemos que Negrín era catedrático de Fisiología, maestro de ilustres científicos como Severo Ochoa, y políglota que dominaba cinco idiomas.

Fernando de los Ríos, ministro de Justicia y ministro de Instrucción Pública, fue calificado despreciativamente de rabino, en tanto Manuel Cordero, concejal del Ayuntamiento de Madrid, y diputado socialista que defendió el voto femenino en las Cortes Constituyentes de la Segunda República, le entildaron todo tipo de calumnias.

A Manuel Azaña, ministro de Guerra y presidente de la República,  lo apodaron “el verrugas” o “el monstruo” y llegaron a publicar incluso esquelas mortuorias de él. También se hacían chistes sobre el ministro de Hacienda, Jaume Carner, enfermo de cáncer, que moriría poco tiempo después.

La lista sería interminable de políticos socialistas y de izquierdas difamados por las derechas y sus cabeceras mediáticas. Pocos periódicos continúan de aquella época, tan sólo el ABC, que felicitaba los cumpleaños a Hitler y estuvo implicado en el alquiler del avión Dragon Rapid, que trasladó a Franco desde Canarias a Marruecos para iniciar allí el golpe de Estado del 17 de julio de 1936. También se hizo eco de la campaña catastrofista para crear el estado de necesidad que justificase el golpe militar.

CLAROSCUROS

Fue a partir del 2019 cuando la política del PSOE se comenzó a alejar cada vez más de la de Felipe González  a raíz de sus pactos con partidos nacionalistas e independentistas.

Entre los logros de su gobierno, Sánchez ha destacado en varias ocasiones medidas como la aprobación de la reforma laboral (con una votación en el Congreso salvada a última hora gracias al error de un diputado del PP), la subida del salario mínimo interprofesional o la reforma de las pensiones.

Pero su gobierno con Podemos no ha estado exento de críticas y de crisis internas, como las fuertes discrepancias que los enfrentaron con la reforma de la ley del solo sí es sí o las críticas por la reforma del delito de sedición y la aprobación de la ley de memoria democrática
También ha sido un Ejecutivo marcado por las crisis externas: al poco tiempo de ser investido presidente, Sánchez decretó el estado de alarma por la pandemia del coronavirus, y tuvo que afrontar a continuación catástrofes naturales como la nevada de Filomena o la erupción del volcán de la Palma, así como las consecuencias económicas y políticas de la guerra en Ucrania, en la que ha apoyado la política agresiva preconizada por Estados Unidos.

Así, también ha estado marcado por injerencias externas como el espionaje de su móvil y el de varios ministros con el software israelí Pegasus y su polémico cambio de postura sobre el Sáhara Occidental. En marzo de 2022, Pedro Sánchez envió una carta al rey de Marruecos en el que señalaba que “España considera la propuesta marroquí de autonomía (para el Sáhara) presentada en el2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo”.

Empero ha tenido una mejor actitud en su postura de abogar por la creación de un Estado palestino y de condena a la matanza israelí en la Franja de Gaza.

CONCLUSIÓN

Por tanto, vemos que la estrategia para atacar a Pedro Sánchez, aun deslegitimando las instituciones democráticas del país, no son una novedad. Nada nuevo bajo el Sol, pero ahora con las redes sociales y los periódicos digitales se han incrementado el ejército de difamadores sin prueba alguna. Sólo emplean insultos, y mentiras, aunque con el apoyo de abogados y jueces corruptos pueden crear todo tipo de falsedades más graves.

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