Bolivia: Reconstruir y avanzar

A poco más de cien días de la asunción electoralmente legítima de Luis Arce a la Presidencia de Bolivia ya se están deshaciendo los entuertos de la ultraderecha y agentes del Imperio, como la OEA, colusionados en el derrocamiento de Evo Morales.

La celebración de esta primera corta etapa no pudo ser más significativa, con la inversión de cerca de 120 millones de dólares para llevar la electricidad a los más recónditos rincones de la nación altiplánica.

Asimismo, el gobierno prosiguió la vacunación masiva y gratuita de la vacuna para combatir a la pandemia del nuevo coronavirus, repartió bonos a las familias necesitadas para la adquisición de alimentos y renovó la práctica de asegurar desayuno y almuerzos regulares a los educandos.

Se puede considerar un milagro, luego del saqueo de las arcas por los golpistas, pero ya algunas de las riquezas robadas han sido recuperadas y el gobierno elevó los impuestos a las familias más ricas.

Todo un contraste con lo que hizo el régimen de Janine Aleñes y los testaferros de las regiones que han intentado escindir a la nación.

Tres ex ministros implicados en los robos al erario público han huido del país, junto a otros funcionarios, refugiándose en el Brasil de Bolsonaro y en el Estados Unidos en la época de Trump, en tanto se maniobra legalmente para pedir su extradición.

Empero aún queda mucho por hacer, por lo cual se está gestionando la devolución de las empresas públicas entregadas a manos privadas, y no se ha podido aún esclarecer la responsabilidad intelectual y los ejecutores de los asesinatos de por lo menos 37 personas a manos de la gendarmería y la fuerza aérea.

ACTITUD Y APTITUD

El éxito del paso inicial no obnubila la visión del mandatario que, al igual que Evo en su momento le interesa sobretodo la actitud y aptitud de cada integrante del Movimiento Al Socialismo (MAS) en la lucha contra la corrupción, cuidando de las demandas del pueblo y el rechazo al abuso de poder.

Así, Arce está alerta para que en el quehacer de la agrupación de izquierda no existan ciertas injerencias del espionaje estadounidense, así como del fortalecimiento político en las pocas zonas donde la fragmentada oposición pueda hacer daño.

Para el MAS es importante robustecerse revolucionariamente, cuando Evo había logrado que Bolivia fuera reconocida en el mundo como triunfadora ante las superpotencias del neoliberalismo, incluidos los llamados Fondos Buitres.

Recordemos que Naciones Unidas eligió a Bolivia para dirigir la nueva arquitectura financiera mundial, con lo cual reconoció la labor del país suramericano en el desarrollo sostenible de las naciones.

Pero no nos engañemos, porque aun se recuerdan las burlas y afrentas que tuvo que padecer Evo, como cuando cuatro países europeos (Portugal, Italia, España y Francia) prohibieron el 3 de julio del 2013 la escala del avión que lo conducía, mientras mentían al alegar problemas técnicos en sus aeropuertos.

Decía el estudioso argentino Rodolfo Araceli que la ultraderecha se mofaba constantemente de él, llamándole “el indio ese”, y rememoró como la cadena española COPE simuló una llamada con Morales, haciéndose pasar por Zapatero.

Pero peor fue lo del escritor peruano Mario Vargas Llosa, quien habló de un “racismo indígena”, en tanto otros superficiales se reían de Evo, porque visitaba a los mandatarios sin saco, con su pulóver multicolor.

Aun frescas está la denuncia aparecida en Telesur en la que el dirigente informó que la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos y la derecha boliviana infiltraron al MAS, con el fin de provocar divisiones y pugnas internas entre sus militantes.

En una entrevista televisiva en un canal local, el entonces jefe de Estado dijo que "hay presencia de la CIA dentro del MAS, como no pueden hacer golpe desde Estados Unidos (porque) el pueblo se levanta, como no pueden ganar democráticamente, entonces se infiltran y tratan de enfrentarnos".

Así lo hicieron, pero, al final, los golpistas fueron expulsados del poder, y ahora un natural relevo y ex ministro de Economía de su gabinete reconstruye y avanza.