
Es el resultado que arroja una investigación de un año encargada por la asociación El Recuerdo Napoleónico al antropólogo y genetista Gérard Lucotte que publica hoy el diario "Le Figaro".
El estudio muestra que los cromosomas "Y" de Napoleón Bonaparte (1769-1821) pertenecen al haplogrupo "corso-sardo" mientras que los de Napoleón III (1808-1873) son del tipo "caucásico", lo que hace imposible su vinculación sanguínea.
Hasta ahora se pensaba que Napoleón III era hijo de Luis Bonaparte, rey de Holanda y hermano del emperador, y de Hortensia de Beauharnais, hija de un matrimonio de la emperatriz Josefina anterior a su enlace con el emperador.
Pero las nuevas evidencias muestras que la descendencia de Napoleón, considerado uno de los grandes estrategas militares de la historia y personaje clave del siglo XIX, terminó con la muerte de su hijo, el príncipe imperial Napoleón II, que sucumbió a la tuberculosis a los 21 años, en 1832.
Sin embargo, el ADN confirma que Napoleón III y su hijo, el príncipe imperial Napoleón Luis Eugenio Bonaparte y hasta ahora supuesto sobrino-nieto del conquistador de Europa, sí comparten el mismo origen genético.
Por lo tanto, se abren dos hipótesis sobre el fallido parentesco entre Napoleón Bonaparte y Napoleón III, explica el genetista a cargo de la investigación.
Una primera teoría apunta a que Napoleón III no era hijo de su supuesto padre, hermano menor de Napoleón I. Y una segunda hipótesis insinúa que Napoleón I o su hermano Luis habrían nacido fruto de una infidelidad de su madre y solo serían medio-hermanos.
La hipótesis de la infidelidad entre María Letizia Ramolino y Carlo Bonaparte, padres del emperador, ponen en duda el propio origen de Napoleón I, precisa "Le Figaro".
"Este descubrimiento enseña mucho sobre la psicología de Napoleón III y sus consecuencias políticas. Puede explicar por qué el Segundo Imperio no fue en absoluto una continuación del Primero", declaró a ese diario el presidente del Instituto Napoleón, Jacques-Olivier Boudon.
El hallazgo también hurta el sentido a la célebre frase de Jerónimo Bonaparte, hermano menor de Napoleón I y rey de Westfalia, que le espetó a Napoleón III:
"¡No tiene usted nada de Napoleón!", le dijo a su sobrino.
"Desgraciadamente sí, tengo su familia", le contestó Napoleón III.
Los exámenes de ADN demuestran que Jerónimo Bonaparte acertó en su enunciado y futuras investigaciones permitirán aclarar dónde se rompió la cadena dinástica pues los científicos exhumarán en las próximas semanas el cuerpo de Luis Bonaparte, hermano del emperador y padre de Napoleón III, y someterán sus restos a nuevos exámenes genéticos.