Un novato de 34 años estremeció hoy la 64 Serie Nacional de Béisbol: el fornido Reinaldo Almanza disparó dos cuadrangulares en su primer juego, hazaña inédita en la historia de los campeonatos cubanos.
Los Toros de Camagüey vencieron 6-2 a los Indios de Guantánamo en el estreno de la temporada, con triunfo a la cuenta de José Ramón Rodríguez, uno de los mejores lanzadores del país y hombre seguro en la rotación del equipo Cuba. Pero la tarde, a pesar de todo, tuvo nombre propio: Almanza.
Ubicado como sexto bate y en rol de designado, el corpulento jugador que no reside en la isla, de 1.91 metros y 100 kilogramos no parecía debutante, aunque las dudas existían por su edad: «¿Será un golpe de efecto o un acierto?”, se preguntaban algunos antes del juego.
El manager debutante, Vicyohandry Odelín —campeón olímpico en Atenas 2004 y uno de los pocos camagüeyanos con más de 100 victorias y mil ponches en Series Nacionales— arriesgó y ganó.
La primera estampa ocurrió en la segunda entrada: el silencio de los cinco mil aficionados presentes se convirtió en escándalo cuando Almanza conectó un descomunal jonrón en su primera comparecencia oficial. El estadio, incrédulo, se vino abajo en un estruendo de vítores y palmas.
Como si la historia no estuviera ya escrita, el sexto inning trajo la confirmación del mito: tras recibir boleto en el cuarto episodio, el camagüeyano regresó al cajón y volvió a mandar la pelota más allá de las cercas.
Dos bambinazos en una misma jornada de estreno, algo nunca visto en los anales de las Series Nacionales, según los registros facilitados por el estadístico Benigno Daquinta.
La hazaña coloca a Almanza en un listado selecto: apenas 14 jugadores han conectado jonrón en su primera comparecencia, aunque solo él lo ha hecho por partida doble en su debut. La memoria beisbolera recuerda a Ariel García con su Grand Slam y a Elio Alfredo Álvarez con un jonrón dentro del terreno; ahora, el nombre de Almanza brilla en letras nuevas y doradas.
Algunos comparan su veteranía con casos curiosos del pasado: el avileño Juan José Álvarez debutó cercano a los 40 años en la década del 60, y más reciente, Yuney Calzada lo hizo con 39. Pero ninguno tuvo el arranque demoledor de este gigante que parecía llegar tarde y terminó robándose la función.
La serie entre Toros e Indios seguirá con cuatro partidos más esta semana, pero el recuerdo de la jornada inaugural quedará tatuado en la memoria camagüeyana: la primera vez que un novato encendió la chispa con dos cañonazos de película.
En ese instante, mientras la pelota desaparecía en la penumbra del estadio, muchos sintieron que asistían a una cita con la historia, y no sé equivocaron.