Si estar recluido en una cárcel fuera un trabajo, en Estados Unidos sería uno de los empleos más comunes. En comparación, para el mismo año 2012 se contabilizaron aproximadamente 1 530 000 ingenieros, 815 000 obreros de la construcción y un millón de profesores de escuela secundaria, según la Oficina de Estadística del Trabajo.
Hay que aclarar que algunas ocupaciones son mucho más populosas que los reclusos: más de cuatro millones de estadounidenses trabajan en ventas minoristas, y más de seis millones son meseros.
De todos modos, el número de reclusos del Departamento de Justicia no incluye a presidiarios que se encuentran en cárceles de las ciudades y los condados, una cifra difícil de estimar, ya que los condados y las ciudades manejan sus propios archivos y no informan a las autoridades federales, según Huffington Post.