Llevamos tiempo esperando éxitos de los equipos cubanos en torneos internacionales y la verdad es que se nos resisten, pero a veces no podemos pedir mucho más.
Era el caso de los Leñadores en la segunda Liga de Campeones de Béisbol en América, con sede en México, en la cual tuvieron una actuación muy digna pese a no regresar a casa con el título.
A todos los equipos que estaban a su nivel les ganaron, pero para ser justos los locales Diablos Rojos tenían con distancia la mejor nómina de la lid, y lo demostraron al concluir con el título en calidad de invictos.
Pese a la disparidad evidente, la tropa del mánager Abeicy Pantoja se batió de tú por tú con los anfitriones y dejó una buena imagen sobre la grama del imponente Estadio Alfredo Harp Helù de la Ciudad de México.
De hecho, haber admitido solamente seis carreras en ese duelo, en una lid ampliamente dominada por el bateo, es también otro mérito importante, pues los Diablos Rojos ganaron ampliamente el resto de sus desafíos y en ninguno marcaron menos de esa cantidad de veces.
Antes Las Tunas superó al club Piratas de Santa María, de Curazao, el elenco puertorriqueño Titanes de Florida, y se desquitó en semifinales frente al Kane County Cougars estadounidense, que le había vencido en la fase preliminar.
Los tuneros sufrieron bastante desde la lomita (48 carreras admitidas en cinco desafíos, incluidos 11 bambinazos tolerados), pero mostraron una copiosa ofensiva que solamente lograron controlar los de casa en el duelo por el título.
Aquí lo mejor lo dejó el cerrador Alberto Pablo Civil, inmaculado en 2.2 entradas, con par de ponches incluidos, y también estuvo perfecto Rubén Rodríguez en 1.1, aunque las palmas se las lleva Yankiel Mauri, que fue el más trabajador de nuestros relevistas y cerró con Promedio de Carreras Limpias de 1.59 en 5.2 episodios, en los cuales admitió una sola limpia y regaló seis chocolates. Mención especial para el abridor Andy Vargas, que cargó con el revés del adiós pero nunca fue vapuleado pese a enfrentar a una tanda temible.
Yosvany Alarcón fue el mejor hombre a la ofensiva (.500 de average, ocho anotadas, cuatro dobles, dos jonrones y 13 impulsadas), escoltado por Roel Santos (.500, 7 CA, 2 2B, 1 HR y 16 CI), Rafael Viñales (.440, 9 CA, 1 2B, 4 HR y 11 CI), Yoelkis Guibert (.429, 10 CA, 3 HR y 11 CI) y Andrys Pérez (.500, 7 CA, 1 2B, 1 HR y 4 CI).
Con .438 colectivamente, los orientales fueron los mejores con el madero al hombro, líderes en anotadas, dobletes y cuadrangulares, en una justa que dejó varios marcadores más vistos en balonmano que en béisbol.
Por eso me voy satisfecho con su actuación, pues ese espíritu de combate es el que a veces echamos de menos en nuestras selecciones nacionales. El título internacional se nos sigue resistiendo, pero en este caso hubiera sido una gran sorpresa.