
Unas 3000 personas decidieron abandonar un distrito de Puerto Príncipe, capital de Haití, ante el crecimiento exponencial de bandas delictivas.
El Departamento de Protección Civil del país estima que el 80 % de la población de la urbe se encuentra, bajo el dominio de las pandillas, perpetrando graves crímenes como violaciones sexuales y asesinatos.