Una réplica de la mascarilla mortuoria de la política argentina Eva Perón, quien conquistó por méritos propios el cariño y respeto de su pueblo hasta el último aliento, llegó hasta la sede de la Casa de las Américas en La Habana, donde permanecerá con su alto contenido simbólico, gracias a la colaboración de la directora de Eventos del Ministerio de Cultura de la nación antillana, Lis Cuesta.