Fotos: Aday del Sol Reyes - Cubasí

«Las cabezas», proyecto del relevante artista cubano Manuel Mendive, resultó uno de los sucesos en víspera de la XI Bienal de La Habana, que se inaugura mañana en esta capital.

Desde el Gran Teatro de La Habana se desarrolló este performance -representación escénica- cuyo atractivo principal es el body painting (cuerpos pintados), modalidad que este creador cultiva desde hace más de 25 años y con la que ha participado en todas las ediciones de esta cita.

La parada, integrada por artistas del Circo Nacional de Cuba, bailarines y actores de prestigiosas compañías de danza y de teatro, recorrió el Paseo del Prado hasta La Punta y después regresó para llegar a una plataforma situada al costado del Capitolio.

Allí el maestro Frank Fernández interpretó al piano el Preludio Número Cuatro, de Federico Chopin, en clara metáfora de la unión de lo más raigal de la identidad nacional con emblemas de la cultura universal.

Arte en contacto directo con el público, como lo promueve esta edición de la Bienal, fue la propuesta de Mendive, basada en su especial inspiración en las religiones afrocubanas, en una armonía entre del género humano y la naturaleza.

Centenares de personas siguieron el trayecto de este singular pasacalle, que contó también con un coro de la Ópera Nacional de Cuba, envuelto en una gran tela blanca, el cual con sus vocalizaciones y sonidos guturales ayudó a crear una atmósfera de rito místico en favor de la paz.

Otro de los atractivos de la acción plástica fueron los cuadros de gran formato, con las emblemáticas criaturas de Mendive, colocados en caballetes rodantes, que acompañaron toda la caminata.

Sin duda, Mendive va creando una tradición en las Bienales de La Habana, que con «Las cabezas», este año confirma la excelencia de una propuesta ya consagrada en un especial nicho en la cultura nacional.