Cuba Si
Publicado en Cuba Si (http://www.cubasi.cu)


¡Felices 92, querido Sosabravo!

En esa ciudad pródiga para la cultura cubana, Sagua la Grande, nació hace 92 años el incansable Alfredo Sosabravo, que tiene que ser uno de los más queridos, populares e inquietos artistas cubanos de ahora mismo. De ahora y desde hace mucho, porque sus inconfundibles figuraciones, fiesta de la forma y el color, integran el panorama más selecto, más emblemático de las artes visuales cubanas del último medio siglo.

Un Sosabravo es inconfundible, basta una primera mirada para identificarlo. Desde que el artista definió ese estilo poderoso, que ha sido una y tantas veces imitado, ha poblado galerías, museos y otros espacios con personajes entrañables, sugerentes, cercanos… que protagonizan verdaderas puestas en escena sobre el lienzo, el papel o la cerámica, un mundo pujante de criaturas y objetos. Porque cada obra de Sosabravo es una historia, una provocación o un juego. ¡Las tres cosas a la vez!

Su singular geometría ensambla metáforas poderosas, más o menos evidentes, siempre en ámbitos oníricos que remiten a esencias de la identidad nacional.

Más de una de una vez se ha dicho: a los niños les encantan las obras de Sosabravo, que deben asumir como las ilustraciones de un maravilloso libro de cuentos. Y mucho de eso hay, aunque las implicaciones no sean tan inocentes.

Alfredo Sosabravo, maestro de varias técnicas y expresiones, es un hombre de ánimo y disposición imbatibles. Su estudio es un templo de la creación gustosa, su conversación una lección de arte y de vida para quien la comparte. A golpe de talento y empeño ha conseguido un lugar de privilegio en la cultura cubana. Nadie se lo discute, aunque él —seguro como está de sus credenciales— no pierde tiempo en discutir lo que con el trabajo y la bondad se ha ganado. Lo que importa es la obra que vendrá.