Durante la operación los agentes realizaron 14 registros domiciliarios e incautaron 33 mil euros, más de 200 kilogramos de hachís, documentos, equipos informáticos, un vehículo y un remolque.

El grupo del crimen organizado transportó a menores migrantes no acompañados, en su mayoría argelinos, malienses, marroquíes y sirios, desde el puerto español de Almería a Francia en autobuses, con la ayuda de reclutadores de esos países.

Además, utilizó los vehículos para el tráfico de especies silvestres, hachís, tabaco y otros bienes, de acuerdo con la fuente.

La investigación comenzó con el arresto de un ciudadano español en Francia que conducía un vehículo con 22 migrantes a bordo, seis de ellos menores de edad.

La red criminal era presuntamente dirigida por un marroquí, administrador principal de la compañía propietaria de los autobuses.