Verano: Nadar es más beneficioso de lo que pensábamos

Verano: Nadar es más beneficioso de lo que pensábamos
Fecha de publicación: 
25 Agosto 2022
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Foto: Shutterstock

Con estos calores que derriten hasta los abanicos, son muchos los cubanos que intentan refrescar donde quiera que haya agua: lo mismo en playas, ríos, presas, que piscinas originales o improvisadas.

Y ahora, para sumarle más puntos a la natación, además de las virtudes que siempre se le han reconocido para la salud física, recientes investigaciones revelan nuevos beneficios de esta práctica, y no necesariamente para quienes la ejercitan como deporte.

Basta con que usted dé sus brazadas y logre desplazarse en el agua, aunque salpique y apenas avance unos metros, para ya saberse beneficiado también con esto que ahora enuncia el doctor e investigador en Neurobiología y profesor de la Universidad Complutense de Madrid José A. Morales García.

En artículo que difundió al respecto, multiplicado en la red de redes, el especialista asegura que nadar «promueve la liberación de sustancias en el cerebro que mejoran la cognición y la memoria, gracias, en parte, a que contribuye a establecer nuevas conexiones cerebrales».

Foto: cubahora.cu

A la vez, colabora con el organismo en luchar contra el llamado estrés oxidativo y los radicales libres, responsables en buena medida del envejecimiento.

Nadar también disminuye los niveles de estrés y tributa al sistema inmunitario.

¿Por qué nadar es tan rico… y tan bueno?

El experto explica que, al tratarse de un ejercicio aeróbico —de los que demandan esfuerzo al corazón y los pulmones para dotar de oxígeno a los músculos— también trae consigo la liberación de endorfinas, esas pequeñas proteínas que se enlazan con los receptores de opioides del sistema nervioso central y nos hacen sentir menos dolor a la vez que proporcionan sensaciones de placer y bienestar. No por gusto las han llamado como las responsables de la felicidad.

De ahí que nadar mejore el estado de ánimo y, en el caso de quienes padecen de estado depresivo, «permitiría reducir e incluso eliminar la medicación en algunos pacientes», comenta el estudioso.

Como otro aporte antidepresivo de la natación anota que, luego de nadar, se forman nuevas neuronas en el hipocampo, y esa es la zona del cerebro asociada a la memoria y al aprendizaje.


Foto: depositphotos

Esto último resulta válido para todas las edades. Tanto es así, que un estudio del Departamento de Fisiología del Instituto de Ciencias Médicas y Centro de Investigación, de Karnataka, en la India, confirmó que la natación ayuda a los adultos mayores a mejorar la agilidad mental y la atención.

Otra indagación publicada en la revista Physiological Reports igual ratifica el impacto positivo de esa actividad en la función cerebrovascular y cognitiva.

Otras razones a favor de la natación y de la salud mental enumeradas por el doctor Morales García:

-El agua como medio líquido produce relajación, además del movimiento rítmico al nadar, si nos permite escuchar solo nuestra respiración y así aproximarnos a cierto estado meditativo.

-Al reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, igual disminuye la tensión emocional, a la par que aumenta la producción de serotonina.

-Las fibras nerviosas del llamado cuerpo calloso —el cableado cerebral comunica los dos hemisferios— se desarrollan más en los nadadores debido a la precisión de las brazadas y a la forma en que se utilizan los movimientos bilaterales cruzados para nadar.


Foto: Pixabay

¿Pero… cuántos saben nadar?

Claro, aunque usted no sea un gran nadador, al menos sí tendría que manejar los rudimentos de la natación para beneficiarse con sus bondades. Pero ocurre que en el mundo abundan las personas que no saben nadar, aun cuando las tres cuartes del planeta están cubiertas de agua.

Cada año, a nivel planetario mueren 372 000 personas por ahogamiento, «una amenaza de salud pública grave y desatendida», según señala la OMS en su Informe Mundial sobre Ahogamientos.

Dicho documento es el primer informe que esa organización mundial dedica exclusivamente al tema, «un problema de salud pública muy prevenible que nunca se ha abordado mediante un esfuerzo mundial estratégico de prevención», según apunta ese texto.

El ahogamiento se inscribe entre las principales causas de muerte de niños, adolescentes y jóvenes, y más del 90% de esos decesos ocurren en países de bajos ingresos, debido, entre otras razones, a que las personas no tienen conocimientos de natación ni de primeros auxilios.

En consecuencia, el pasado 25 de julio la OMS presentó una campaña para intentar evitar esas tragedias.

Foto: tomada de Informe Mundial sobre Ahogamientos / OMS

Entre las medidas recomendadas por esa entidad internacional para prevenir ahogamientos se incluyen la instalación de barreras que controlen el acceso al agua, la formación en técnicas seguras de rescate y reanimación, así como la necesidad de enseñar a los niños en edad escolar técnicas básicas de natación y seguridad en el agua.

Este verano 2022 pudiera ser buena oportunidad para, con calor y con cuidado, aprender a nadar, sobre todo conociendo cuánto aporta a la salud física y también mental. 

Tiempo atrás, los abuelos insistían en la importancia de que cada quien contara con habilidades básicas como saber hacer fuego, conducir un auto, ofrecer primeros auxilios, montar bicicleta… y nadar.


Foto: tomada de bigbangnews.com

A esas habilidades añaden hoy la necesidad de conocer el manejo de las nuevas tecnologías y cómo navegar por Internet. Una pena que estas últimas quizás anden haciendo olvidar algunas de las primeras.

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