A un año de resistencia contra la Covid-19, Cuba apuesta por la ciencia y la innovación  

A un año de resistencia contra la Covid-19, Cuba apuesta por la ciencia y la innovación  
Fecha de publicación: 
9 Marzo 2021
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Nunca esperamos, y creo al pensar que es la gran mayoría, vivir momentos tan atípicos en nuestras vidas como la nueva realidad que ha impuesto la pandemia de la Covid-19 a todo lo largo y ancho del planeta, y que aún no sabemos si en algún momento nuestras rutinas puedan ajustarse a los estándares de las del pasado, si tenemos en cuenta que el virus no para de mutar y que es muy pronto para definir la efectividad de alguna vacuna.

En Cuba, a principios de 2020 era algo lejano escuchar y presenciar el peligro que asechaba enfermar, agravarse o fallecer a causa del SARS-CoV-2. Las noticias sobre el “virus chino” por esos meses inundaban los medios de prensa y ya era un hecho que se iba expandiendo por todo Europa, Asia y América. No fue hasta este mismo día, que tembló la tierra en esta Isla, cuando fueron confirmados los primeros pacientes de origen foráneo.

12 meses ya han transcurrido desde aquel entonces. La Covid-19 en suelo cubano ha robado más de 340 vidas humanas, y todavía es alto el número de contagiados, ronda los 60, que hoy día se recuperan en salas de terapia intensiva. El saldo total de enfermos a nivel nacional rebasa los 55 mil casos, se acumulan dos evacuados, más de 50 personas retornadas a sus países y casi 51 mil pacientes recuperados, lo que representa más de un 91 por ciento. 

Como si viviéramos en época de guerra estamos coexistiendo, con un enemigo invisible: el nuevo coronavirus, que solo se puede batallar con todo un personal médico, medicinas, vacunas, y ciudadanos y gobiernos que con coherencia y responsabilidad asuman y contrarresten el contexto. No hay un sector, no queda exenta alguna esfera económica, social, cultural, entre otras, que no haya sido o siga siendo afectada por culpa de este mal.

Los niños y adolescentes no olvidarán tantos meses de ausencia escolar, de distanciamiento entre amigos y familiares, como tampoco sus padres lamentarán el bache que pueda en un futuro significar este gran vacío educativo, que, aunque es amortiguado por un sistema no presencial apoyado por teleclases y materiales en Internet, no logrará suplantar la labor y el beneficio de un educador en físico en los salones de clases.

Está también el caso de los de la tercera edad que, por ser uno de los grupos de mayor riesgo, han tenido que permanecer dentro de sus hogares para evitar el contagio y han perdido ese lazo de energía social que tanto los motiva. Las madres con niños que no pueden cuidarse solos dentro de casa han tenido que dejar por un tiempo sus labores fuera del hogar, y han tenido que inventárselas como magos para resistir tantas semanas dentro de cuatro paredes. 

Hay familias que han despedido, quizás antes de que el fin de su ciclo de la vida les apuntara, a padres o abuelos. Hay quienes han pasado la amarga experiencia de haberse enfermado sintomáticamente, como también están los que tuvieron a hijos o familiares enfermos y el estrés y el miedo a infectarse no queda fuera de sus mentes. Las lágrimas, desvelos, malos momentos, toda esa tristeza en general, ha tocado a una inmensidad de corazones.

La Covid-19 ha sido para toda la humanidad sinónimo de tristeza y desgracia, así tan dramático como cierto que pudiera sonar. Incluso si las vacunas que hoy día existen fueran ciento por ciento efectivas, quedarían muchos pueblos y personas que por su condición económica propia y la de sus gobiernos con un paso fuera del proceso de inmunización. La cura absoluta esperemos que llegue y pueda estar al alcance de la mayor parte de la población mundial.

Es de destacar que, Cuba, pequeña Isla del Caribe, subdesarrollada y asediada por un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de EE.UU., irradia como un pequeño sol por su grandeza en la ciencia y el desarrollo de su industria biotecnológica que ha dado a luz a cinco candidatos vacunales en desarrollo clínico. Estamos hablando de que a pesar de todo los que nos acorrala, en breve seremos los primeros en América Latina en sacar una vacuna propia.

La entrada de Soberana 02 a la tercera etapa de ensayos clínicos, tras la aprobación de la agencia regulatoria cubana, es un hito importante, pues esta sería la primera vacuna desarrollada en América Latina en llegar a esta etapa, declaró recientemente el Dr. Rolando Pérez Rodríguez, director de Ciencia e Innovación de BioCubaFarma. Las otras cuatro formulaciones contra la Covid-19 de origen cubano son Soberana 01, Abdala, Mambisa y Soberana Plus.  

Para quienes lo dudan o lo desconocen, en Cuba la salud sí es gratuita, y más ahora en crisis sanitaria, no hay un ser que aquí haya quedado desprovisto de cuidados médicos y alimentación. No es invención que hay problemas, hay escases debido al bloqueo norteamericano y la crisis económica y mundial, pero por otro lado hay que subrayar que en este archipiélago hay salud para todos, solidaridad e incluso se expanden infinitos ejemplos de internacionalismo. 

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