Siempre la Revolución, por ser más grande que todos nosotros

Siempre la Revolución, por ser más grande que todos nosotros
Fecha de publicación: 
20 Julio 2022
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Foto: Estudios Revolución

En una disertación que describió horizontes posibles para Cuba, que incluso hizo referencia a decisiones concretas para ir resolviendo el “tema más complicado” del país –ese que consiste en cómo enfrentamos las intenciones imperiales de asfixiarnos económicamente-, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirmó este miércoles desde el capitalino Palacio de Convenciones:

“Nos ha tocado una etapa de una compejidad tremenda, pero vamos a salir de todas estas cosas malas juntos; y vamos a salir hacia adelante; vamos a seguir construyendo Socialismo, y Revolución; y con eso tenemos un orgullo tremendo”.

Sus palabras tuvieron lugar durante la sesión de trabajo de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento que en estos días abre las puertas de su noveno período ordinario, correpondiente a la IX Legislatura.

En una jornada cuyo tema en comisión fue la Liquidación del Presupuesto del Estado del año 2021, el Jefe de Estado razonó que las soluciones no llegarán vendiendo el país, pues ese sería el camino más fácil; y así no será porque “tenemos dignidad, aquí hay dignidad humana, aquí hay dignidad para vivir”.

Díaz-Canel Bermúdez destacó la importancia que reviste, en la Cuba de hoy, potenciar el desarrollo local; y habló de “trabajar con los sentimientos, trabajar con las ideas”, de que “cuando haya un problema lo podamos solucionar entre todos”; y que cuando sepamos de una persona con vulnerabilidades, nos podamos quitar un poco de lo nuestro y la ayudemos.

El mandatario compartió otra idea cardinal en la vida de un revolucionario: Para la bondad no hay que esperar orientaciones. Y una vez más compartió su convicción de que vamos a vencer las adversidades, inmersos en una hermosa vorágine: “La Revolución que es más grande que todos nosotros. Siempre la Revolución”.

A propósito del Presupuesto y de la economía

El Presidente cubano, a punto de partida de reflexiones alusivas de la liquidación del Presupuesto del Estado del año 2021, destacó la conciencia que se va abriendo paso entre nosotros, la madurez en los análisis: “las condiciones adversas en que estamos viviendo, dijo, nos están llevando a encontrar un pensamiento y un consenso adecuados”. Y añadió el valor de “actuar más en la base”.

Sobre el Presupuesto del Estado, entre otras definiciones, planteó: “Cuando se afecta el Presupuesto, quién se afecta: el pueblo, porque el Presupuesto,¿para qué es?: para los programas sociales del pueblo; para mantener las conquistas de la Revolución; para que la educación sea mejor; para que la salud sea mejor; para que podamos hacer más transformaciones en los barrios; para atender mejor a los vulnerables”.

Todo el ahorro que nosotros logremos ahora -argumentó en referencia al manejo del Presupuesto del Estado-,con reestructuración, bajando gastos, vamos a ponerlo entonces en función de los más vulnerables, de las personas que están en una situación más complicada. El día que tengamos una masa de dinero ahorrada (…), que esté en el presupuesto y que no se vaya a otras cosas, tendremos que volver a hacer el análisis para subir la pensión mínima, y para subir el salario mínimo, y para subir las prestaciones, porque poco a poco todos los problemas tan acumulados, por lo duros que están, no los podemos resolver de golpe, pero sí podemos ir dando pasos”.

Sobre el rumbo de los pasos a dar, el Jefe de Estado habló de buscar el dinero en divisa, y también en moneda nacional. Sobre esta última, afirmó que “sabemos dónde está ese dinero: el de moneda nacional está en los gastos excesivos, en las ineficiencias empresariales, para lo cual entonces el Presupuesto tiene que poner una parte importante para subsidiar pérdidas; (está) en los precios inadecuados –pues luego hay que subsidiar algunos productos cuando son de primera necesidad”.

El mandatario reflexionó que las reservas de moneda nacional también están en “los ingresos que no se recogen, que están subdeclarados; hay un sector que ha subido precios y está ganando más y sigue pagando lo mismo y sigue subdeclarando; y yo digo: el país lo tenemos que construir entre todos, el bienestar lo tenemos que construir entre todos, el bienestar es para todos”. Lo anterior, explicitó, significa que quienes más tienen son los que más deben aportar.

En la misma línea de pensamiento expresó: “Tiene que haber solidaridad, tiene que haber responsabilidad, tanto en el sector estatal como en el sector no estatal; (…) tenemos que construir un consenso entre todos. Tenemos que aportar entre todos”.

En opinión del dignatario ya se han hecho bastantes diagnósticos: “El tema es más de actuación, de actuación responsable desde cada lugar, de discusión también política, y de acción para poder resolver los problemas”.

El Socialismo cubano siempre ha estado bloqueado

Al abrir el análisis hacia una mirada más integral, el Presidente cubano expresó: “Nosotros tenemos, en primer lugar, que distinguir a qué estamos sometidos”. Habló entonces de la lógica imperial, liderada por los Estados Unidos, la cual pretende dominar al mundo, y para lo cual se vale de una plataforma de colonización cultural.

El mandatario denunció que el imperialismo “está buscando que los pueblos nieguen sus raíces, nieguen sus identidades, que los pueblos vean como obsoletas sus culturas -aquí no estoy hablando de cultura como creación artística y literaria, estoy hablando de cultura en su dimensión más universal (raíces, historias, esencias)-, porque si los pueblos renuncian a eso, ¿qué pasa?: rompieron con sus esencias y empiezan a asumir los paradigmas que les quieren imponer”.

Los seis emporios comunicativos más importantes del planeta –alertó Díaz-Canel- están en manos del imperialismo. Hay una conexión, dijo, entre centros de pensamiento, medios de comunicación, redes sociales, y todo tiene como destino a los pueblos, en un contexto global donde a Cuba le están aplicando ese bombardeo en “la mayor magnitud posible”.

“Si una cosa ha hecho que este pueblo resista y siga defendiendo el Socialismo, es que tiene ideas y convicciones, (…) es fiel a sus raíces”, aseveró el Jefe de Estado al repasar la historia de coloniaje, neocoloniaje, de intervención norteamericana, de pérdida de soberanía, saga que el país caribeño conoce muy bien.

“Perdimos –añadió- soberanía en una época, y después tuvimos una revolución socialista, que cambió la vida del país, dignificó al pueblo, dio conquistas sociales, mejoró la situación del país (…); lo que pasa es que ese Socialismo al que no renunciamos y que hemos querido construir y que se basa sobre todo en tener la mayor justicia social posible, no lo han dejado desarrollar y lo han estado bloqueando constantemente”.

“Entonces casi que no hemos podido construir lo que queremos; hemos construido lo que hemos podido hacer con un costo tremendo, porque por querer ser socialistas hemos tenido la agresión permanente”.

Se trata de la agresión, denunció el Presidente, que no le han aplicado a nadie: “Las cosas que nosotros pasamos para que entren divisas al país, para poder exportar, para poder hacer algo, no las sufre ningún país en el mundo; y nosotros no somos los peores enemigos de los Estados Unidos, nosotros no somos una amenaza para el Gobierno de los Estados Unidos ni para la seguridad nacional de los Estados Unidos”.

“¿Porqué esa política tan absurda se sigue repitiendo y sigue repitiéndose, y para colmo ahora está recrudecida?”, preguntó el Jefe de Estado: “La única explicación es que le temen a la construcción socialista en Cuba sin bloqueo. ¿Qué va a pasar en Cuba sin bloqueo?”.

Sobre la política imperial, desde el punto de vista económico y en relación con Cuba, el Primer Secretario del Comité Central del Partido reflexionó que el bloqueo busca “asfixiar económicamente a la población, para que la población, por la asfixia económica, por el malestar que causa la asfixia económica, tenga una ruptura; (para) que se provoque un estallido social y se caiga la Revolución”.

“¿Esa es una política honesta de una potencia? ¿Esa es una política humanista de una potencia? ¿Quién le da derecho a una potencia de asfixiar económicamente a un pequeño país, de impedir que el pueblo de un país pueda -por su sacrificio, por su realización, por lo que produce, por lo que hace, por su talento- disponer de las cosas fundamentales para su vida y se pueda desarrollar?”, preguntó el Jefe de Estado, quien puso al descubierto esa “política criminal”, esa “política de genocidio”.

No es creíble el cuento, hizo hincapié Díaz-Canel, de que las medidas que ha adoptado el Gobierno estadounidense son para beneficiar al pueblo cubano: “Las medidas nos perjudican a todos, a todos porque (todos) somos pueblo. Entonces esa construcción es hipócrita, esa construcción es de doble racero, esa construcción es una mentira”.

Esa axfixia económica –analizó el Jefe de Estado- “nos está provocando hoy desabastecimiento de alimentos, de medicamentos, de productos esenciales. Nos ha faltado entonces el dinero para darle el mantenimiento que llevaban las plantas del Sistema Electroenergético Nacional; (esa asfixia) nos ha impedido tener los financiamientos para tener las materias primas que son insumos de producciones nacionales.

La situación anterior, argumentó, ha provocado “los altos precios, provoca la inflación, provoca que haya un mercado ilegal de divisas”. Y ese contexto, “nos ha llevado a situaciones extraordinarias”, sentenció el mandatario, quien además denunció las tremendas sumas de dinero que “gastan agencias del Gobierno de los Estados Unidos para subvertir el orden político en Cuba: Es una potencia tratando de cambiar el sistema político que escogió la mayoría del pueblo cubano. ¿Quién le da derecho a una potencia de decidir por el sistema político que tiene otro país?”.

Al hablar de una espiral de agresión mediática y de la permanente frustración imperial, Díaz-Canel hizo referencia a voceros del Gobierno de los Estados Unidos, a personalidades de la políitica de los Estados Unidos, quienes andan diciendo que a Cuba lo que hay es que agredirla, invadirla: andan dando recetas de cómo preparar cocteles Molotov,o de cómo hurdir levantamientos.

“¿Cuál es la verdadera esencia?” -preguntó el dignatario-: ¿Ayudar al pueblo cubano, o ir contra el pueblo cubano? ¿Cuál es la alternativa que están dando? ¿Amor y solidaridad? ¿O lo que están dando es crimen, odio, desestabilización? Yo creo que cuando uno hace estos análisis se da cuenta de que es una política muy desprestigiada, una política muy inmoral, una política totalmente perversa”.

Nuestras respuestas

“¿Cuál tiene que ser nuestra respuesta?”, planteó el mandatario, para seguidamente afirmar: “Nuestra respuesta tiene que ir contra la lógica imperial, porque la lógica de nosotros es la lógica de la construcción socialista, y el socialismo es todo lo que es contrario al capitalismo; y nosotros a lo primero que no podemos renunciar es a la justicia social. Esa es la esencia de nuestra sociedad: la mayor justicia social possible, con la mayor democracia posible, con la mayor participación posible, popular; y la democracia nuestra no tiene que parecerse en nada a la que ellos (los imperialistas) dicen que es democracia”.

En Cuba, expresó el Jefe de Estado, las personas no se eligen para un cargo atendiendo al nivel de posesión de lo material: se eligen, dijo, por su honradez, por su decencia, por su cultura, por su disposición para trabajar para la gente, por sus cualidades revolucionarias, por sus cualidades humanas.

“¿Cómo tenemos que enfrentar la estrategia de subversión ideológica?”, preguntó Díaz-Canel, para entonces afirmar: “Con articulación revolucionaria”.

Decisiones que dibujan el horizonte

El Jefe de Estado habló a los diputados sobre un grupo de medidas, las cuales serán llevadas en estos días al seno del Parlamento para reflexionar en torno a ellas. “Ninguna es ideal” –apuntó-, y con una sola no se resuelven los problemas. Enfatizó, además, que “todas tienen riesgo”. Y sobre este último concepto, dijo que lo importante es “cómo gestionamos los riesgos”, porque no nos podemos quedar detenidos; de hecho el país no está detenido, el país está atendiendo miles de cosas a la vez; en el país se está trabajando; y cuando digo país no estoy hablando de estructuras nacionales: en el país se está trabajando en medio de apagones, en medio de escaseses; se ha estado trabajando muchísimo en todo un grupo de temas”.

Al compartir una explicación sobre todo conceptual, el mandatario recordó que el país necesita divisas, y que a tenor con esa necesidad implementará nuevos caminos para captarlas. Cuando ese proceso vaya dando sus frutos -razonó-, Cuba dispondrá de más dinero para colocar mayor número de bienes en las tiendas de moneda nacional.

“Y cuando pongamos más cosas en las tiendas de moneda nacional, ¿qué va a pasar?”, preguntó para luego detallar que la gente irá a buscar esas ofertas en moneda nacional, aunque tengan la divisa; y eso, sin dudas, será un espaldarazo para la moneda nacional. Díaz-Canel compartió con los diputados esta certeza: “Vamos a ir saliendo poco a poco de las escaseses, y vamos a tener más opciones; eso atenúa desigualdades; y si tenemos más divisas, vamos a tener más opciones como la del mercado cambiario estatal que le dará un golpe al mercado ilegal cambiario”.

“Si tenemos más divisas, añadió el Jefe de Estado, podremos comprar insumos y materias primas para procesos productivos que pueden dar bienes y servicios para la población, en moneda nacional, y que hoy están muy restringidos”.

Mirando con luz larga, y sin dejar de reconocer que necesitamos “las cosas elementales para vivir, las cosas para vivir con prosperidad”, el digantario definió que “el bienestar de nosotros tiene que estar dado sobre todo por relaciones que establecemos como individuos, como familia, con los amigos, con el colectivo de trabajo, como sociedad, como pueblo”.

El pórtico

Las reflexiones del Jefe de Estado tuvieron lugar a punto de partida de la exposición hecha por la diputada Meisi Bolaños Weiss –ministra de Finanzas y Precios- acerca de la Liquidación del Presupuesto del Estado del año 2021, y a punto de partida de las opiniones de los diputados.

La titular expresó que el año 2021 estuvo marcado por un escenario complejo, donde persistió el recrudecido bloqueo económico, financiero y comercial del Gobierno de los Estados Unidos.

A lo anterior, apuntó, deben sumarse a cualquier análisis los efectos de la crisis económica mundial provocada por la epidemia de COVID-19, y la elevada inflación que marca a la economía en el escenario nacional.

Fue un año de adecuaciones, afirmó la Ministra, en que hubo que administrar de una forma más rápida, más efectiva, los recursos presupuestarios.

Según su explicación, las restricciones en el desempeño económico y la necesidad de financiar los gastos y programas sociales, con énfasis en el enfrentamiento a la COVID-19, demandó un ajuste presupuestario en el mes de julio, consistente en la disminución de los ingresos, la restricción de gastos en conceptos y actividades, y una redistribución de los recursos financieros con los cuales respaldar las prioridades en el orden económico y social del país.

El Presupuesto, como recordó Meisi Bolaños, financió los gastos asociados a la Reforma General de Salario en el sector presupuestado, de las organizaciones y asociaciones; así como los financiamientos a las prestaciones de la Seguridad Social y la Asistencia Social.

En tanto reflejo financiero de la voluntad política del Estado socialista cubano, el Presupuesto del Estado, detalló la titular, aseguró en condiciones extremadamente complejas el sostenimiento de los servicios y programas sociales de la Revolución, y cerró las operaciones del 2021 con un Déficit Fiscal ascendente a 63 mil 696 millones 700 mil pesos.

Especial énfasis hizo Bolaños Weiss en la inejecución de los gastos de inversión, y en el incumplimiento de programas tan vitales como el de la Vivienda, donde resultan cardinales los presupuestos locales. En tal sentido hizo alusión a las limitaciones materiales, a la falta de movilidad provocada por la pandemia; pero también subrayó que “nos siguen faltando organización de los procesos, optimización de los tiempos, la optimización del cronograma y la logística que permita avanzar en la ejecución de las inversiones”.

Compartió su certeza de que se pueden transformar las variables subjetivas que puedan estar influyendo en la ejecución de los presupuestos. Y al disertar sobre el tema de los ingresos, hizo particular énfasis en un problema como el incumplimiento en los aportes empresariales (504 empresas sostuvieron pérdidas en el transcurso del año que se analiza).

“Es muy importante, dijo, seguir trabajando en función de los indicadores de eficiencia de nuestras empresas”; y recalcó que hay que llegar a esos indicadores, diversificarlos, reajustarlos, y sobre todo adecuar los niveles de gastos a los niveles reales de la actividad económica. “Tenemos que buscar –expresó la ministra- el concurso y la participación de todos los trabajadores para lograr que estas pérdidas tengan una solución definitiva”.

En otro orden de ideas la titular de Finanzas y Precios hizo referencia a que existen indisciplinas en el cumplimiento tributario, en la presentación de las declaraciones juradas: Hay que lograr elevar –subrayó- el rigor con acciones bien concretas para evitar la evasión fiscal.

Sobre la subdeclaración de ingresos bien marcadas que se han constatado, la titular declaró: “Lo que no podemos es generar niveles de impunidad”; y recordó que todos estamos en los territorios, y que las autoridades de cada escenario local deben implicarse cada vez más en esa situación.

En otro momento reflexionó que entre los principales retos de la economía cubana están lograr la reducción del déficit presupuestario y el crecimiento de los ingresos: “Necesitamos, dijo, que los ingresos crezcan, que haya economía; tenemos que captar hasta el último peso”.

Las voces de los diputados

En la comisión de Asuntos Económicos el diputado Manuel Guerra, por el municipio de Santa Clara, hizo referencia a las inejecuciones del presupuesto en las provincias y los municipios, y se hizo una pregunta clave: ¿Cómo impactan en el control del Presupuesto la participación y el control popular?

Teresa González, Diputada por el municipio tunero de Puerto Padre, compartió su criterio de que “lo más importante que debemos hacer en cada municipio es potenciar los ingresos”. Hay reservas, destacó, que en ese sentido deben ser buscadas con mayor detenimiento, “hay que hacer un análisis de números, de economistas y contadores”.

El tema de los altos precios motivó otras reflexiones en la jornada de la Comisión. El Presupuesto es de todos, resaltó una diputada, quien además hizo énfasis en que debe cambiar el discurso de que no hay presupuesto, porque la creatividad de los escenarios locales, esa que debe desatarse, abre posibilidades todavía insospechadas.

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