Serie Nacional 61: De ambiciones, ocho agraciados y… ¿pronósticos?

Serie Nacional 61: De ambiciones, ocho agraciados y… ¿pronósticos?
Fecha de publicación: 
25 Enero 2022
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El lanzador mayabequense Marlon Vega se erigió novato de la Serie 60, al ganar nueve juegos y salvar tres para su plantel. Foto: Abel Rojas Barallobre

El lanzador mayabequense Marlon Vega se erigió novato de la Serie 60, al ganar nueve juegos y salvar tres para su plantel. Foto: Abel Rojas Barallobre

La pelota hace rato rueda en Cuba. Es inevitable sacarla de los corazones de millones de cubanos. De hecho, este sábado, en la cola del pan, dos aficionados me preguntaron si el hecho de transmitir el desafío inaugural de la 61 Serie Nacional de Béisbol impediría la tan esperada transmisión de fútbol dominical.

Soy del criterio que en Cuba béisbol y fútbol pueden cohabitar sin ser uno excluyente del otro, independientemente de la calidad de nuestro clásico de las bolas y los strikes, y la de los partidos del más universal de diversas ligas que televisamos, fundamentalmente la española, y bajo un principio elemental de consumo deportivo como entretenimiento.

Hecha esta salvedad inicial, toca adentrarnos en nuestro clásico beisbolero, cuando ya muchos andan haciendo vaticinios sobre qué novenas pudieran emerger entre las ocho agraciadas. Una ambición que posee cada uno de los 16 equipos en pugna, pero la cual, bajo un prisma objetivo, será exclusiva de novenas sólidas, máxime cuando los conjuntos enfrentarán el calendario regular de 75 partidos sin antecedentes previos de lides nacionales en las categorías juvenil y sub-23, escenario extendido por dos años como consecuencia del azote de la pandemia de la COVID-19.

La novatada

A dicha situación de ausencia de seguimiento y espiral de desarrollo de jugadores jóvenes, y la consiguiente ausencia de team work, fundamentalmente a la defensa, con mayor peso en la batería, la llamada línea central y las combinaciones alrededor del cuadro. Además de, en el caso de la ofensiva, las denominadas jugadas de laboratorio, asociadas a robo de base, corrido y bateo, toque de bola… las cuales deberán irse adecuando sobre la marcha y luego de lo que arrojen las primeras subseries.

A tal punto que, tomando en cuenta datos estadísticos aportados por Arnelio Álvarez de la Uz, esta campaña tendrá en el roster de los 40 de los 16 elencos involucrados, la jugosa cifra de 147 novatos, con algunas novenas que superarán la decena de ellos en su plantilla.

Por lo que, como aderezo al techo que pueda exhibir la campaña, habrá que agregarle la inexperiencia de buena cantidad de jugadores.

Y de ese total, 71 estarán en el área del pitcheo, medular, si de aspiraciones de avanzar se trata, pues, como no es secreto, nuestros torneos cuentan con la ofensiva como indicador de juego predominante, a la que precisamente contribuyen los serpentineros, noveles y otros no tanto, con su descontrol.

Siguiendo con el desglose, y apoyándonos en los números de Arnelio, habrá 21 receptores debutantes, lo que complicará todavía más la labor de la batería y otras cuestiones relacionadas con la visión de juego y concentración del cátcher en su condición de «mariscal de campo» y guía de los pítcheres.

Redondean esta relación de iniciados de cara a la Serie 61, unos 28 jugadores de cuadro y 27 jardineros. Cabe destacar que este caudal de debutantes no necesariamente verá acción o tendrá protagonismo en sus respectivos conjuntos.

De cualquier manera, en este acápite descuellan Guantánamo (15 novatos), divididos en ocho lanzadores, dos receptores, dos jugadores de cuadro y tres jardineros; Isla de la Juventud (14), a razón de ocho serpentineros y tres receptores, por lo que su batería estará bajo presión desde el mismo comienzo de la justa.

A continuación, se sitúan Artemisa (13), Cienfuegos (12), Mayabeque y Granma (10).

Esto no significa que estas armadas tengan menguadas sus aspiraciones, pero sí deberán redoblar esfuerzos para conseguir ese primer objetivo ansiado por todos, incluso Granma en su condición de actual campeón nacional y al que muy pocos descartan para ocupar ese listado de ocho mejores.

Mirada a la última década

Para intentar ser un poco más certeros en materia de predicciones, tomamos varios referentes: el primero de ellos, el comportamiento de los equipos en las últimas diez temporadas, especialmente aquellos que ocuparon el podio de premiaciones.

Así hallamos que Matanzas es la armada más estable de la última década, y por cierto, uno de los elencos más profundos en todas sus líneas de cara al actual campeonato. Si bien han saboreado el calis del triunfo en una sola ocasión en ese periodo, atesoran dos segundos lugares y cinco terceros, para totalizar ocho presencias entre los tres primeros puestos.

A continuación se sitúa Ciego de Ávila, con tres cetros y un subcampeonato, aunque cabe señalar que los Tigres no arañan una presea desde hace un lustro, cuando cayeron ante los Alazanes granmenses.

Precisamente los comandados por Carlos Martí emergen como otro hueso de cara a la instancia decisiva, amparados por sus tres vellocinos en los últimos cinco clásicos, una efectividad y honor solo reservados antes para nuestros equipos legendarios.

Otro que está bien apuntalado es Las Tunas, con una corona, un segundo puesto y dos bronces. Los Leñadores se han convertido en un plantel compacto en todas sus líneas, con jugadores poseedores de calidad y oficio, y bien rocoso de doblegar.

Pinar del Río, Villa Clara e Industriales son las restantes selecciones que han saboreado el podio en más de una oportunidad, por lo que pudiera pensarse que ahora estarían en condiciones de repetir dicho privilegio.

Llama la atención el hecho de que Santiago de Cuba, uno de los llamados cuatro grandes de nuestro béisbol, y que está amparado por 16 podios de premiaciones en la historia de nuestras Series Nacionales, en la última década no ha podido colarse entre los tres vanguardistas.

Por cierto, si de historia y podios se trata, justamente Pinar del Río (21 incluyendo a Vegueros y sin el tercer lugar alcanzado por Forestales); Industriales y Villa Clara (19), y los Cocodrilos yumurinos (16) redondean el quinteto de mayor estabilidad, historia y resultados de nuestra pelota.

Arrancó la Serie 61. La pelota es tan rica, que siempre habrá tema sobre el que polemizar, compartir criterios.

En lo personal, y hasta tanto no avancen las primeras 3-5 subseries, no me atrevería a decir los ocho agraciados con un nivel mayor de certeza.

Por ahora, me despido con una predicción tentativa: Granma, Matanzas, Las Tunas, Industriales, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Camagüey y Villa Clara.

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