OPINIÓN: Mucho por mejorar en la Liga Élite
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Foto: Jorge Camarero / CubaSí
La I Liga Élite del béisbol cubano terminó bien arriba, pero no se puede olvidar que nació con respiración asistida, con retraso en su calendario debido a la no llegada en tiempo de uniformes e implementos para jugadores, cuerpo técnico y árbitros.
El calor de la afición también se echó de menos porque desde un inicio no prendieron los nombres escogidos para los seis planteles involucrados, que reunieron a los mejores peloteros del país, no contratados en el exterior.
Conspiró también el hecho de que siempre se jugó de día, por la compleja situación electroenergética nacional, y ese horario es fatal para lograr una alta convocatoria.
A todo esto se sumaron insatisfacciones de los involucrados directamente por falta de atención y otros problemas de logística que sufrieron en casi todas las sedes, no acordes con el nombre de Élite del que presume el evento.
Con toda esa carga negativa arrancó la postemporada, y fue cuando la lid comenzó a remontar en el corazón de los fanáticos.
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La adrenalina que por costumbre matiza esta instancia fue sumando adeptos, pero más aún la garra de los cuatro involucrados en la fase conclusiva: Agricultores, Centrales, Portuarios y Tabacaleros.
Aunque fue barrida de los primeros ante los últimos, algunos desafíos fueron peleados; pero donde realmente subió la temperatura fue en el cruce Centrales- Portuarios, donde se trastocaron los pronósticos.
El elenco que unió a peloteros de Industriales y Mayabeque fue el sotanero durante toda la fase clasificatoria y se les daban pocas opciones de avanzar por delante de Centrales (Matanzas, Cienfuegos y Villa Clara), considerado favorito al trono desde que se dio la voz de play ball, y reforzado para la postemporada con elementos que jugaron en Ligas foráneas.
Sin embargo, los azules fueron claramente superiores y se clasificaron remontando nada menos que siete carreras de desventaja a pocos outs de ser derrotados.
Con ese ímpetu llegaron a la final, pero muy pocos pensaron que aguantarían más de cinco desafíos a la recia toletería de Agricultores, el líder de punta a punta del certamen.
No solo hicieron eso, sino que pusieron contra la pared a los orientales al vencer en tres de los primeros cuatro choques, por lo que la tropa de Carlos Martí tuvo que ganar los últimos tres en fila, incluyendo uno como visitantes en el estadio Nelson Fernández, de San José de las Lajas.
Las emociones llegaron hasta el siempre apasionante séptimo encuentro, que parecía irse de un solo lado hasta que Portuarios empató a seis carreras en el noveno capítulo, y luego fue dejado al campo por sus contrarios en el Mártires de Barbados, de Bayamo.
No se podía pedir más espectacularidad, y quizás sea esa imagen la única que logre salvar el torneo de sus manchas previas. Mucho habrá que mejorar en el futuro, siempre con el foco principal en los protagonistas, gracias a los cuales la justa fue de menos a más.
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