OPINIÓN: Covid-19 en este 2020, ¿cómo para celebrar el Día de Acción de Gracias?
especiales
Las imágenes de hospitales colapsados; colas sin fin y envueltas en miles de personas a la espera de comida donada gratuitamente; millones de desempleados; la agonía del desalojo o el estrés de si las cuentas alcanzarán o no para fin de mes; familiares, amigos, vecinos fallecidos a causa del Covid-19. La vida humana ahogada en la pandemia del 2020.
A causa de la fácil transmisibilidad del SARS-CoV-2 y la mala estrategia gubernamental triangulada por el mandato de Donald Trump, fuertemente criticada, los niveles de contagio del nuevo coronavirus han topado cifras deslumbrantes. Aun no cierra este mes, y los Estados Unidos hacen récord en número de casos positivos al virus y hospitalizaciones.
De acuerdo con un reporte del medio estadounidense CNN en español, basado en las estadísticas de la Universidad Johns Hopkins, tan sólo entre el 1 y el 22 de noviembre se reportaban más de 3 millones de nuevas infecciones, la mayor cantidad de casos registrada hasta el momento en un mes, a la par de instituciones de salud ya sobrecargadas.
Evidentemente el momento más complejo no ha sido antes experimentado ni por la población, ni por médicos o técnicos, gobernadores, alcaldes, y que en semanas podría agudizarse por la gran probabilidad de que no se pueda dar asistencia a los nuevos pacientes, los graves o críticos no reciban el tratamiento requerido y se dispare hacia las nubes la curva de fallecidos.
Con todo esto, ¿cabe en alguna mente humana motivos o pinceladas de ilusión de que, con esta tragedia que abruma porque no se avista su fin, sea momento para celebrar en “agradecimiento” todas las “bendiciones” recibidas durante el año, y se haga cómplice al pavo en su papel protagonista de tantas vidas ante un gran riesgo por los rencuentros familiares?
Festividad propia de EE.UU. y Canadá y de origen cristiano, el Día de Acción de Gracias o Thanksgiving Day se caracteriza por reunir a todas las familias con un gran banquete con el pavo, como ya dijimos, y agradecer a Dios por todo lo bueno y positivo, aunque creo que si se reconociera a alguien este año fuera más justo hacerlo a los dioses mortales de batas blancas.
La labor que sin descanso han realizado tantos médicos, enfermeras, técnicos si fuera a retribuirse, creo que preferiblemente se haría mejor si se evitaran tantas personas en movimiento, realizando viajes, incitando a la reunión de amigos y familiares distantes y que la gran masa poblacional entendiera con seriedad la gravedad del nuevo coronavirus.
Si bien difícil sería adivinar qué haría Abraham Lincoln ante este panorama en el 2020, quien proclamó esta festividad se celebre el cuarto jueves del mes de noviembre, más lo fuera entender la mentecita de Trump, la de toda su administración, y la de muchos de sus ciudadanos que vacilan de arriba a abajo la enfermedad como si fuera un simple catarrito.
Añadir nuevo comentario