Ni estancada, ni en retroceso, la economía cubana avanza

Ni estancada, ni en retroceso, la economía cubana avanza
Fecha de publicación: 
14 Mayo 2022
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Foto: Tony Hernández Mena

Una serie de medidas económicas «audaces, innovadoras, ajustadas a nuestro contexto, con una visión inclusiva y socialista, y aspirando siempre a la mayor equidad posible», como ha orientado el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, fueron presentadas por el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández a las diputadas y diputados en la 5ta Sesión Extraordinaria de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

Como parte de la actualización para 2022 de la Estrategia Económica Social (EES), la información del también titular del Ministerio de Economía y Planificación fue sometida a un debate de más de una hora, tras lo cual, a propuesta de la Comisión de Asuntos Económicos, se acordó aprobar el plan de medidas y el control que deben ejercer las comisiones de la Asamblea para exigir su cumplimiento a todos los niveles.

Las 158 medidas establecidas para la EES en este año garantizan los objetivos y metas trazados en el Plan de la Economía 2022, que, como se recordará, fue consensuado por el Parlamento en diciembre pasado, cuando aprobó, además, los principios de la Estrategia, una hoja de ruta dinámica y dialéctica, contextualizada a los desafíos que permanentemente impone la realidad nacional e internacional, siempre complejizada por el recrudecido bloqueo del gobierno de EE.UU. contra Cuba.

Encabezados por su presidente, el miembro del Buró Político Esteban Lazo Hernández, los legisladores conocieron también, de primera mano, como les corresponde, de la marcha de la economía en los primeros meses del año.

El plenario estuvo liderado por el Primer Secretario del Comité Central del Partido, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y donde estaban el Comandante del Ejército Rebelde José Ramón Machado Ventura y el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, entre otros dirigentes históricos de la Revolución, además de los miembros del Buró Político, Roberto Morales Ojeda, Secretario de Organización del Comité Central, y Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, entre otros miembros de la dirección del Partido, del Estado y del Gobierno.

De la sesión de este sábado en el Palacio de Convenciones, que estaba siendo reportada por los medios de comunicación del país, saltó de inmediato a las redes sociales el anuncio de Gil Fernández de que este año, como parte de las 158 acciones contenidas en la EES, es propósito implementar, de manera gradual y selectiva, un esquema cambiario para la venta de moneda libremente convertible (MLC) a proveedores nacionales, tanto estatales como no estatales.

El propósito es favorecer el reaprovisionamiento de determinados actores económicos (inicialmente el esquema no será para todos) a través de importaciones, pero pactando con ellos niveles de producción y precios para que los bienes y servicios que generen por estas facilidades sean vendidos en pesos cubanos en la red estatal de comercio.

El Ministro del MEP explicó que las transacciones de divisas para la población es una de las «piezas» que falta como parte del diseño del Ordenamiento Monetario (implementado en enero de 2021), pero ante la falta de liquidez en moneda libremente convertible es imposible, en estos momentos, ofrecer ese servicio.

Gil Fernández contrarrestó a propósito las matrices de opinión que plantean que el tipo de cambio en el mercado informal (que por estos días está en el entorno de un dólar por 125 pesos cubanos —comentó—) es el tipo de cambio de equilibrio de la economía (o sea, el que debe aplicarse como tasa oficial, según esas lógicas).

Este (el informal), explicó el economista, es un mercado de divisas muy, muy finito, donde las transacciones se realizan entre personas naturales y actores económicos no estatales con personas naturales que las ofrecen; sin embargo, para garantizar las principales actividades económicas del país (que suman miles de millones de dólares y se concentran en el sistema empresarial estatal) y la adquisición de alimentos, combustibles y otras urgencias imprescindibles para más de once millones de habitantes, no acudimos ni como oferentes ni como demandantes a ese mercado.

«Decir que en el mercado informal está el cambio de equilibrio de la economía, es muy poco profesional», apostilló el Viceprimer ministro, quien reconoció, no obstante, que tampoco el país está en capacidad de sostener una oferta estable de divisas al cambio oficial de un dólar por 24 pesos cubanos.

No es posible —abundó— mantener esa variante en este momento, pero tampoco es razonable vender en el mercado oficial la divisa a 125 pesos cubanos, porque eso no tiene una base científica, real.

En el actual contexto —añadió— tenemos que movernos en un punto intermedio entre el precio oficial del dólar y el informal, y hacerlo de forma gradual, porque no se trata de «un mercado cambiario», sino de «un esquema secundario» para vender a actores económicos estatales y no estatales la divisa a un precio superior a 24 pesos, pero por debajo del precio en el mercado informal.

Este será —insistió— un esquema secundario de asignación de divisas de manera selectiva y gradual, que se conducirá administrativamente —debido al entorno monetario que tenemos—, y que se dirigirá inicialmente a la producción de alimentos y surtidos con alta demanda en la población, para comercializarlos en moneda nacional.

Se trata —había dicho anteriormente— de una medida que está encaminada a, poco a poco, crear las condiciones para más adelante disponer de un mercado cambiario y luego restablecer la venta de divisas a la población, pero eso no será ni hoy ni mañana, dijo.

En el inicio de su intervención, que se extendió por cerca de hora y media, Gil Fernández había explicado las agudas limitaciones de divisas que tiene el país, lo que ha obligado a priorizar la importación de alimentos y combustibles, fundamentalmente.

SÍ, SE MUEVE

El viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández comenzó su información al legislativo con una síntesis de los resultados de la economía nacional en los primeros meses del año (algunos datos tienen como cierre marzo; otros, abril), y luego desarrolló lo relativo a la actualización de la EES y la marcha de los Lineamientos Económicos y Sociales del Partido y la Revolución para el período 2021-2026 —acordados en el 8vo Congreso del PCC— en su primer año de implementación.

Sobre la actividad económica afirmó que continúa el proceso de recuperación gradual. Hasta marzo, por ejemplo, las exportaciones de bienes alcanzaron los 590 millones de dólares, para un crecimiento de 162 millones con respecto al primer trimestre 2021, en lo que ha influido mucho, empero, el incremento de precios de algunos de nuestros productos, como el níquel.

El turismo, según cierre de abril, muestra una recuperación con respecto a igual cuatrimestre del pasado año. Ahora llegaron a la Isla 450 mil visitantes internacionales, y se mantiene la meta de recibir 2 500 000 de estos viajeros en 2022. El mercado nacional también tuvo un comportamiento positivo; en el período se reportaron 2 314 530 turistas días, muy por encima de lo previsto.

Otra señal positiva del comportamiento de la economía en el período es que los ingresos totales en divisas por bienes y servicios en el primer trimestre de 2022 superó en 493 millones a iguales fechas de 2021, aunque aquí hay que acotar —según aclaró el Ministro— que esas sumas están por debajo de lo que se obtuvo en esas etapas de 2020, 2019 y 2018.

Con respecto a las importaciones, comentó que en los primeros meses del año se han erogado por ese concepto unos 2 397 millones de dólares; 138 millones más que lo previsto en el plan y superior en 628 millones a lo traído del exterior en igual etapa de 2021.

En las importaciones está pesando bastante —argumentó— el incremento de precios en el mercado internacional, por lo que no necesariamente el crecimiento en el valor de las importaciones significa que se ha adquirido un mayor volumen de mercancías, como bien puede comprobarse en el desabastecimiento que tenemos en los mercados mayorista y minorista.

Los combustibles están rondando hoy los 110 dólares el barril y la escalada en los precios de los alimentos y los fletes es astronómica. Esto, explicó Gil Fernández, está muy vinculado a la inflación que está enfrentando la economía internacional, en los diferentes países, por lo que el incremento de los costos en nuestra economía empieza desde que se está importando el producto.

Tras esta nota «negativa», pero inexorable, el Ministro del MEP continuó enumerando otras «señales» favorables de la economía cubana en lo que va de 2022, como el incremento del acopio de productos agropecuarios, lo que puede comprobarse en los mercados, mucho más surtidos que el año anterior —independientemente de los altos precios que mantienen—, y lo que es, evidentemente, una demostración del impacto positivo de las 63 medidas aprobadas en 2021 para potenciar la producción agropecuaria.

Hoy estamos observando —agregó— una mayor estabilidad de productos en los mercados agropecuarios, lo cual está conduciendo a una estabilidad de los precios, que no son bajos —lo sabemos—, pero indudablemente en este mercado se ha ralentizado la inflación.

Sobre la circulación mercantil minorista en los primeros meses del 2022, el titular del MEP informó que ascendió a 42 743 millones de pesos, un ligero crecimiento (de 6 040 millones) con respecto a igual período del año anterior, y donde el 74 por ciento de ese valor se tranzó en el mercado en moneda nacional.

El incremento de la circulación mercantil minorista —conceptuó— es vital para mantener el equilibrio monetario; y la producción nacional es lo que tenemos a mano para acrecentarla, recordó.

El crecimiento en las exportaciones, en las importaciones, en la producción agropecuaria, en la circulación mercantil minorista son —indudablemente— indicadores básicos que van arrojando luz sobre la recuperación de la economía cubana.

Gil Fernández lo describía así: aunque aún estamos lejos de la demanda, que sigue siendo un camino por recorrer, «la economía cubana avanza, no estamos ni estancados ni retrocediendo».

Y LA EMPRESA ESTATAL, PARA CUÁNDO

El Viceprimer ministro también puso a disposición de las diputadas y diputados de la ANPP un análisis de la actividad empresarial al cierre de marzo pasado.

Las ventas netas totales sumaron 283 429 millones de pesos, para un 109 por ciento de cumplimento del plan; aunque —dijo—, «no nos engañemos», eso no necesariamente significa más eficiencia, más productividad. El sobrecumplimiento —explicó— está más en la (mala) calidad del plan; varias empresas están por debajo de su potencial, están sobrecumpliendo sus planes con un esfuerzo medio. Entonces, resumió, en esto «no estamos bien, hay problemas a lo interno de la economía».

Sobre la utilidad antes de impuesto, informó que llegó a 45 391 millones de pesos. Alrededor del 30 por ciento de las empresas que tiene el país (533) tuvieron utilidades superiores al 150 por ciento, pero el nivel de recuperación económica que eso supondría no se corresponde con un abastecimiento a los mercados.

Según se interpreta de las palabras de Gil Fernández, también esos «por cientos» muestran que los planes de muchas empresas han sido conservadores. Necesitamos —insistió— que el plan sea un instrumento para la conducción de la economía, que no sea algo formal.

Con respecto a las pérdidas, anunció que según el último cierre suman 5 047 millones de pesos; 411 empresas están en esta categoría. Son 70 empresas en pérdidas menos que en febrero, pero todavía son muchas, reflexionó el ejecutivo.

El titular del MEP también analizó la paradoja de que en el sistema empresarial nacional estén perviviendo dos extremos, al tener casi igual cantidad de entidades con excesivas ganancias que con nocivas pérdidas. Eso —subrayó— no se resolverá con una resolución o una reunión, hay que verlo en cada empresa.

Otros datos sobre la actividad empresarial exponen que:

    El salario medio mensual fue de 4 094 pesos, 82 pesos por encima del plan.
    La productividad del trabajo fue de 43 486 pesos; superior al plan (pero solo por eso —por el plan—, porque en nuestra economía hay déficit de productividad y problemas con la eficiencia, dijo).
    314 empresas (que abarcan unos 400 mil trabajadores y trabajadoras) están aplicando la flexibilización en la organización salarial, que les permite pagar salarios sin regirse obligadamente por la escala establecida para el país.

Sobre este último aspecto, Gil Fernández explicó que lo más importante no es el número de empresas que están aplicando esta resolución; lo relevante —enfatizó— son los resultaos que obtengan, en que sean más productivas, en que aprovechan más lo recursos.

Esta, agregó, ha sido una medida audaz, sin precedentes, y avanzamos en esa dirección, pero ya se han detectado algunas distorsiones, como empresas que empezaron a aplicar la medida sin un mayor respaldo productivo, sin más eficiencia. Y eso también se tiene que resolver en la empresa, con los trabajadores exigiendo y contribuyendo para que su entidad sea más eficiente.

Sobre el fortalecimiento de la empresa estatal socialista, el vínculo con las universidades y la aplicación de la ciencia y la innovación, Gil Fernández comunicó que ya se han creado 92 empresas filiales; dos parques científico tecnológicos; seis empresas de interfaces; una fundación en la Universidad de La Habana, y una Mipymes en la Universidad de Pinar del Río.

Al abordar lo relativo a los llamados nuevos actores económicos, como las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) estatales y no estatales y las cooperativas no agropecuarias (CNA), que ya existen en todas las provincias, explicó que independientemente de los números —que cada semana aumentan—, lo más importante es la forma en que estas entidades se insertan en la economía.

Los nuevos actores económicos —enfatizó— tienen que formar parte de las estrategias de desarrollo municipal; no pueden ser un «electrón libre», forman parte de nuestro modelo y tenemos que inducirlos, a través de incentivos, a que se encadenen con la empresa estatal y aporten al desarrollo del país.

Tras ofrecer otras evaluaciones y datos sobre la actividad económica y su comportamiento en al ámbito interno y externo, y exponer las disímiles complejidades que pesan sobre ella, Gil Fernández subrayó que en lo que va de año se aprecia un crecimiento gradual en la economía. Estamos recuperando parte del terreno perdido en los últimos años, cuando, recordó, tuvimos una caída del 13 por ciento en el Producto Interno Bruto.

El Viceprimer ministro también hizo un minucioso recorrido por la actividad social en el país tras el enfrentamiento y el control de la epidemia de COVID-19, como el reinicio del curso escolar; la reanimación de las actividades deportivas, culturales y recreativas; el fortalecimiento de la gestión del sistema de salud, incluido la revitalización del Programa del Médico y la Enfermera de la Familia; el incremento de los servicios a la población; la asistencia social, y otro grupo de actividades.

«Junto a la recuperación de la economía, estamos avanzando en la recuperación de la vida social del país», sentenció.

El Ministro de Economía y Planificación, empero, tampoco fue conformista. Volviendo sobre los aspectos que hoy ralentizan la recuperación económica del país, listó, entre otros:

    La baja disponibilidad de combustibles y divisas.
    El alza de los precios de importación, en especial de los alimentos.
    Los desequilibrios macroeconómicos.
    El desenvolvimiento de la economía en un entorno cambiario diferente para el sector estatal y para el no estatal.
    El deterioro del poder de compra de los salarios y el incremento del Índice de Precios del Consumidor (IPC).

Son realidades «reales», como se dice en el argot popular, que la dirección del país conoce y que se ha propuesto contrarrestar —en parte, porque estamos ante un proceso complejo que no se resuelve de un día para otro— con las 158 medidas contenidas en la actualización de la Estrategia Económica Social para el año 2022.

TENEMOS QUE HACER

Ante las complejidades y desafíos que hoy enfrenta la nación en el área económica, el Presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo Hernández, compulsó a las diputadas y diputados a opinar sobre la presentación del Viceprimer ministro Gil Fernández.

¿Cuánto podemos hacer, cuánto estamos haciendo y cuánto podemos alcanzar con nuestros propios recursos, los más importantes de los cuales son nuestras hombres y mujeres?, fue la pregunta que lanzó al plenario.

Tras más de una docena de intervenciones, Ulises Guilarte de Nacimiento, secretario general de la CTC, lo sintetizaba: recuperar la economía y con ello incrementar el nivel de oferta de bienes y servicios a la población, es una responsabilidad de todos, en especial de nuestros trabajadores, del movimiento sindical, y de la empresa estatal socialista, que tiene la obligación de responder a estas demandas favoreciendo una mayor y activa participación de los colectivos laborales en la solución de los complejos problemas que tenemos hacia el interior de la economía.

Necesitamos, agregó, una mirada autocrítica en la empresa estatal socialista, y también que el sector no estatal tenga un mayor impacto, se encadene con el sector estatal para la generación de bienes y servicios, y desarrolle plenamente su responsabilidad social.

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