Nachito Herrera: «¿Cuál es el delito que estoy cometiendo contra el mundo?»

Nachito Herrera: «¿Cuál es el delito que estoy cometiendo contra el mundo?»
Fecha de publicación: 
20 Junio 2022
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Veamos la propia confesión del destacado pianista cubano, radicado en Minnesota, Estados Unidos, durante su última visita a la isla:

«Yo soy un artista que hace ya 21 años vivo fuera de Cuba, pero a Cuba siempre la llevo en mi corazón, siempre está en todos los programas que hago alrededor del mundo, y les agradezco a todos ustedes que me reciban como me reciben. Creo que son cosas que no me merezco, pues creo que es un deber de todo cubano que se ha hecho aquí, mi carrera de principio a fin fue aquí, yo ni siquiera terminé mi carrera como otros músicos fuera de Cuba, yo empecé en el Conservatorio Alejandro García Caturla y terminé en el Instituto Superior de Arte, cuando todavía ni siquiera se llamaba Universidad de las Artes. ¿Cuál es el delito que estoy cometiendo contra el mundo? Estoy diciendo que soy un artista cubano y que me hice en Cuba, lo voy a continuar diciendo».

Es grave: delito confeso de amar a Cuba y ser agradecido. Pero Nachito no cree en tribunales mediáticos, ni presiones de la industria cultural anticubana: 

«Estamos viviendo momentos que son extremadamente difíciles, tenemos una campaña, fundamentalmente mediática encima, que parece ser fuerte, pero no lo es tanto, entonces nosotros simplemente queremos seguir labrando nuestro propio surco, dejándole saber al mundo que Cuba es un país de arte, de música, pero que es un país que te recibe. Algo especial del cubano y que se ha mantenido por muchos años es que el cubano no regala lo que le sobra: te brinda lo que tiene, y eso para mí significa mucho; llegar a una casa y decir: mira, lo que tenemos es un poquito de arroz y frijoles, pero ven y compartimos, o sea, no es ir al mercado y gastar dinero, el cubano de corazón te ofrece lo que tiene, y lo más importante que tiene el cubano es que, aun pasando cualquiera de las necesidades difíciles que tiene, siempre te ofrece su corazón, su casa, y eso para mí significa mucho». 

Él va así, con su talento y su sinceridad como escudo, repitiendo la misma pregunta:

«He ido a muchos países del mundo que ni conozco su idioma, pero somos músicos y podemos tocar juntos; entonces, ¿por qué no venir a hacerlo en Cuba? ¿Por qué no? Esa siempre ha sido mi gran pregunta».

El caso de Nachito tiene agravantes: enfatiza sin medias tintas palabras malditas en el vocabulario anexionista, como «bloqueo», y se niega a repetir otras priorizadas en el manual:

«Tenemos que seguir luchando, porque el bloqueo sí existe, aunque algunos digan que no, sí existe y está ahí, hay pruebas fehacientes de que estamos pasando por momentos muy difíciles, y sí voy a seguir luchando por el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, entre las administraciones, porque los pueblos se quieren, los americanos quieren venir a Cuba y los cubanos quieren ir allá. ¿Por qué no restablecer relaciones y trabajar en los campos que nosotros juntos podemos trabajar?, no solo en la música, en la salud...

«¿Por qué no reconocer que Cuba tiene cinco candidatos vacunales, tiene tres vacunas, el único país en el mundo que está vacunando a sus niños de dos años? ¿Por qué no? ¿Por qué ser tan arrogante y dejar que se te muera un niño antes de poner una vacuna porque dicen que se hizo en aquel país donde la palabra que mencionan yo no la menciono porque me duele? Olvidémonos de eso por un día y pensemos que esa vida que se nos va se puede salvar por una vacuna que no importa dónde se hizo, el objetivo principal es que salva la vida. Yo soy un ejemplo de eso y no me voy a cansar nunca de decirlo, soy un ejemplo claro de lo que significa la colaboración entre los médicos cubanos y los médicos americanos. Entonces surge nuevamente la pregunta: ¿por qué no? Si hay muchas cosas que podemos hacer, en la agricultura, en las artes, en la salud, en la educación; hay muchas cosas que podemos hacer».

Nachito se niega a repetir que en Cuba hay una dictadura: pecado capital. Sin embargo, no ha habido inquisición que lo detenga. El viejo juego de niños de «si no sigues mis reglas, me llevo el guante y la pelota» no funciona con Nachito porque sus dedos se deslizan en el piano con tanta libertad y autenticidad como sus palabras:

«Esa es mi opinión como músico, pero también como una persona que se hizo en este país y que sigue defendiendo la música cubana y la seguiré defendiendo: a Cuba, a los cubanos y a la música, y siempre es la gran pregunta: ¿por qué no? Dime una razón que me convenza de por qué yo no tengo que decirle al mundo una verdad: que la educación, que la salud de Cuba es una de las mejores del mundo, que los músicos cubanos llegan a todos los concursos y triunfan, que nuestros deportistas, desde la época de Armando Capiró y Agustín Marquetti y Alberto Juantorena y Javier Sotomayor y Ana Fidelia Quirot, ganaron muchas medallas y han impuesto récords que todavía no se han podido romper.

«Yo siempre concluyo las entrevistas diciendo: si ellos de verdad creen que el bloqueo no existe, solamente por el aquello de la duda, que lo levanten, que llamen y les digan a las autoridades: mira, te doy diez años para que tú me muestres realmente que esto no ha sido un engaño, y si en diez años nosotros demostramos, entonces reconoce que sí ha habido bloqueo, reconoce que debido al bloqueo hay muchas necesidades, las cuales se pudieran haber resuelto mucho más temprano, porque el mundo no conoce que a veces, incluso teniendo las licencias por OFAC, licencias para comprar insumos médicos, no dejan que Cuba los compre, los bancos, por las transacciones que hay que hacer».

El artista asegura que cree en los santos, «porque soy cubano», recalca, pero enfatiza: «Yo soy cristiano, creo en Dios. Yo digo: ¿cómo podría ser cristiano, ir a la iglesia un domingo y rezar en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, y el lunes levantarme por la mañana escribiendo otras sanciones más duras contra Cuba, específicamente ahora, bajo esta pandemia que hemos vivido? No puedo creer en ese tipo de cristianos, porque hay un principio bíblico que es muy claro: ama al prójimo como a ti mismo; y eso es lo que literalmente está haciendo Nachito, no solo con Cuba, hacemos actividades para recaudar dinero para construir hospitales en Zimbabwe y en otros lugares. Ahora vuelve la gran pregunta: ¿por qué no en Cuba?, ¿cuál es la razón?»

Mientras aparece la respuesta, Nachito no piensa redimirse: «Cada minuto de mi vida lo voy a dedicar a ayudar a mi gente, en la medida de mis posibilidades, humildemente, pero cada vez que lo pueda hacer, lo haré, y cada vez que tenga la posibilidad de invitar músicos, no solo de Estados Unidos, de cualquier lugar del mundo, pero especialmente de los Estados Unidos, para que vengan y toquen con nuestros músicos, para que vean la calidad que tienen, lo voy a continuar haciendo».

Después de un rato conversando con este cubano, una confirma que el «por qué no» jamás tendrá una respuesta con sentido, y confirma también por qué sí. Por qué Nachito puede vivir allá, en el norte, y que ninguna nevada le enfríe el sentimiento por su patria, por su gente; por qué contra Nachito las campañas mediáticas «no son tan fuertes como parecen»; por qué sí se puede echar suertes con Cuba desde cualquier lugar del mundo.

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