LA MODA EN CUBA: Jacqueline Fumero ama el arte

LA MODA EN CUBA: Jacqueline Fumero ama el arte
Fecha de publicación: 
14 Mayo 2021
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Zeleydi Crespo, bailarina de Acosta Danza, posa en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso con diseños de Jacqueline Fumero. Fotos: Alejandro Rojas

La diseñadora Jacqueline Fumero lleva años defendiendo una línea que dialoga decididamente con el entramado de las artes… y con los artistas. La entrevistamos en la primera entrega de una serie que dedicaremos a la creación de modistas cubanos de ahora mismo. Y para posar con su ropa invitamos a la bailarina Zeleydi Crespo, de Acosta Danza.

—El debate sigue vivo: ¿puede asumirse la moda como un arte? ¿Usted se considera una artista?

—Prefiero identificarme como creadora, eso es lo primero. La moda y el arte están intrínsicamente conectados en más de una manera: ambos son medios de expresión y producen disfrutes estéticos, incluso pueden identificar la idiosincrasia de un país, reflejar una época, determinadas características de una región, por tanto, es ahí donde comienzan las divergencias en criterios: ¿artistas o no?

«Estas discusiones son más fuertes en pleno Siglo XXI, donde los límites son cada vez más difusos en todos los sentidos. Vestirse es ya un acto de identidad, es una forma de expresión, pero realmente los diseñadores, si nos remitimos a nuestra principal función, creamos para que las personas usen nuestras propuestas, lo que lo convierte en una actividad primeramente mercantil.

«Por otro lado, en Cuba hay otros eventos, como Arte y Moda, donde el principal fin es ver la moda como medio de expresión para el arte. ¿Cómo traducimos un cuadro, una escultura, una idea en un vestido? ¿Cómo llevamos ese imaginario de un artista a nuestras confecciones? Es ciertamente muy difícil tomar un punto entre artistas o no, las discusiones siguen, pero en lo particular, prefiero considerarme una creadora que ama el arte».

—¿Cuáles son sus principales referentes? ¿Hasta qué punto se siente cómoda con una tradición? ¿Se plantea ciertas rupturas?

—Mis referencias no han cambiado mucho a lo largo de mi carrera, pienso en una mujer exitosa, empoderada, que se sienta cómoda vistiendo ropa llamativa, elegante, que refleje cubanía tanto por el uso de colores vibrantes como sobrios y cortes estructurados. Me gusta dialogar con la feminidad, con el Caribe, con el ambiente y el estilo “ready to wear”, ropa que sea funcional y linda. Que la mujer se haga notar combinando su personalidad con el vestuario, con los accesorios, que sea un todo…

«En Cuba están sucediendo muchas cosas en el ámbito de la moda, hay una serie de jóvenes creadores que están trayendo códigos internacionales y adaptándolos a nuestros contextos. Hay, según lo veo, un deseo de recuperar el vestir cubano, impregnar “la calle”, las galas, los armarios de creaciones nuestras y que se sustituyan los códigos importados por los creados y recreados por los diseñadores de la Isla.

«Pienso que, como en todo, hay mucho camino por labrar, desde las creaciones y la identidad de cada marca hasta el propio cubano que comienza a ver con el acceso a Internet, a redes sociales como Facebook o Instagram, qué está pasando con un mundo como el de “la moda” en Cuba. Y me gusta pensar en la moda como la forma de expresarse de cada persona por su forma de vestir, la comodidad de cada cual, lo que cada quien escoge para determinado contexto. Hay patrones que se repiten, pero cada persona la entiende de manera individual.

«Ruptura, continuidad, eso es difícil de responder, cada cosa pienso que parte de algo y pone su extra, hay bases sentadas, es jugar con ellas y proponer algo distinto en este tiempo donde ya mucho se ha visto».

—La moda en Cuba es una de las actividades asociadas en buena medida a los emprendimientos personales, ¿qué desafíos le plantea esa circunstancia a una profesional?

—Ser emprendedora en Cuba, o en cualquier lugar del mundo es un reto. Principalmente, porque es soltar de todas las amarras y comenzar un camino creyendo en ti primero, en tu propuesta y en la cadena de acciones y reacciones que pueden suceder. Segundo, porque hay contextos y situaciones reales, que van desde lo económico, geográfico, social y otros de índole subjetivos que hacen que tu emprendimiento llegue o no a determinado público y que funcione o no; hay que estudiar mucho. Y tercero, para mí muy importante, es la visión y el equipo de trabajo con que cuentes, porque parte del “gen emprendedor”, si así queremos llamarle, es la capacidad de mover personas y hacer que sigan tu camino, el trabajo en equipo es vital.

«En Cuba emprender tiene muchas ventajas y por supuesto desventajas. Para mí, hay muchos nichos de mercado que aún no están completamente cubiertos, la moda, por ejemplo, es uno de ellos, pero, ¿cómo hacerlo sostenible y sustentable? Bueno, esa es la tarea de los emprendedores».  

 

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