La historia de David en la incógnita del bar, la playa o la guagua (+ Fotos)

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La historia de David en la incógnita del bar, la playa o la guagua (+ Fotos)
Fecha de publicación: 
21 Agosto 2020
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Imagen principal: 

Foto: Cortesía del entrevistado.

David o “el chino”, como lo llaman sus más allegados, es de esos compañeros del preuniversitario que queda en la memoria estudiantil del año. No importa no estuvieras en el mismo año o en la misma aula. El chino siempre ha sido extrovertido, chévere, amigable, simpático. Y no ha cambiado desde que nos conocimos hace casi 13 años, sigue con esa personalidad que le permitía relacionarse y mantener buenas relaciones con casi todos.

Menos mal que con el internet aparecieron las redes sociales, entre ellas Facebook e Instagram, y las aplicaciones de mensajería como WhatsApp. Las relaciones de amistad, que antes se veían interrumpidas por la evolución de los caminos de la vida y en otros casos por fronteras territoriales e incluso entre naciones, aunque sea de forma virtual ahora chocan con el calor humano y la alegría de los amigos del pasado. 

No fue así un momento tan alegre cuando tropecé en mi muro de noticias en Facebook con un estado del chino explicando que había dado positivo al SARS-COV-2. Era difícil de creer, pero también de pensar que era broma, no creo alguien juegue con semejante hecho. A David siempre le veía publicando fotos de cuando cocina o hace ejercicios en su casa. Son par de sus hobbies. Pero esta publicación fue bien perturbadora. 

La odisea del bar, la playa, la guagua, la cola o hasta el trabajo

Hace poco más de 10 días fue su cumpleaños, cumplía sus 28 años. David joven, como uno más entre todos nosotros, le tocó vivir a pocos días después de su cumpleaños la desdicha que muchos pensamos no nos va a tocar y menos a los de nuestra edad, y que, si pasara, todavía hay quienes egoístamente subvaloran la enfermedad y además el estado de salud de amistades y familiares. Cosa que no fue así para este muchacho.

A pesar de que aún se desconoce la fuente de infección, David duda de haberse infectado en una salida que realizó con sus amigos a un bar capitalino. “Venía mi cumpleaños y como hacía mucho rato no veía a mis amigos quería compartir con ellos. Entones decidimos salir y vernos en un bar. Pese a que los trabajadores del local nos insistieron en mantener la distancia social y no quitarnos el nasobuco, creo que todos nos relajamos”.

Expone haber presenciado cierto descuido con quienes pasó la noche incluido él. “No te das cuenta y cuando te sientes bien compartiendo con tus amistades te quitas el nasobuco para que la foto quede bien, en eso se juntan físicamente todos, a veces son más de cuatro personas y hasta sin darte cuenta vienen los abrazos. Inconscientemente te vas relajando, subestimas la enfermedad y te vas volviendo más vulnerable a ella”. 

Pero ahí no quedaba todo. Aunque David estaba trabajando, aprovechó como muchos cubanos acalorados por el intenso verano que caracteriza a nuestra Isla para darse un chapuzón en la playa con sus amigos. “Fui a la playa y si bien pienso me cuidé, coincidí en una guagua donde abundaban personas que se quitaban el nasobuco, se besaban, bailaban al ritmo de la música alta que salía de una bocina portátil. La indisciplina era casi incontrolable”.

Un mundo hecho pedazos para David

A pocos días tras la salida por el cumpleaños empezaron los síntomas. Estuvo dos días con fiebre y cierto decaimiento. David, como vive con su abuela, pensaba no podía arriesgar la vida de ella y comenzó a portar el nasobuco incluso dentro de su casa. Pero en ese momento no pensó fuera la Covid-19, aunque, tras el primer día de sentirse mal fue al policlínico, y luego lo remitieron al Hospital Clínico Quirúrgico Julio Trigo por sospecha de dengue.

“Cuando empecé a sentir síntomas consulté con mi tía que es doctora, le expliqué lo que estaba sintiendo, tenía fiebre, decaimiento, creo que no perdí tiempo pues al día siguiente fui por atención médica. En el hospital estaba con otros tres compañeros de cuarto, jóvenes como yo y también estaban por sospecha de dengue, pero el día antes de darnos el alta médica me dieron el resultado al PCR, prueba que me hicieron por protocolo, era positivo al SARS-CoV-2”.

“En ese instante el mundo se me vino abajo, no me creía lo que estaba pasando, enseguida me vinieron a la mente los compañeros de cuarto que podían haberse contagiado. Me preocupé mucho por mi familia, mi abuela, mi mamá. Pensé que por ser joven podía salir de eso, pero nunca me hubiera perdonado si algo le pasara a mi familia, a mi abuela por ejemplo por su avanzada edad”.

“Le debo mi vida a la salud cubana”

A las horas de ese momento fue enviado al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK). Para toda su vida David estará infinitamente agradecido por como lo cuidaron en esa institución. Nos comenta que compartió cuarto con otra persona nadas más y no faltaron veces en que le tomaran la temperatura, le extrajeran sangre para los análisis, le hicieran exámenes radiológicos, le suministraran el interferón y preguntaran cómo se sentía.

“Los médicos muy profesionales me chequeaban de arriba a abajo y siempre estuvieron bien protegidos, a las enfermeras sólo les pude ver los ojos. Estoy muy agradecido por toda la atención que recibí allí. Yo nunca me compliqué, no obstante, quiero decir que le debo la vida a los doctores del IPK. Tampoco quiero dejar de mencionar que en el hospital anterior también recibí muy buen trato durante los días que estuve”.

“Saquen lecturas de mi experiencia” 

Dichosamente la abuela de David, a pesar de vivir los dos juntos, resultó negativa. Pero no fue así para su mamá quien quedó infectada al igual que tres amigos de él. Y como para entender lo complicado, arriesgado y la condición altamente transmisible de este virus respiratorio, hasta este momento tras intensas investigaciones aún no se sabe entre amigos quién infectó a quién, sólo se supo inicialmente de David porque fue el primero en ir al médico.

Lo que le sucedió a este joven de tan solo 28 años ya les ha pasado a otros en Cuba y en el mundo y hasta de menos edad. Y el recuento de esta realidad, esta experiencia vivida por David, su familia y amigos es para llamar a la reflexión de que todos estamos expuestos al virus si nos descuidamos con el uso del nasobuco y el distanciamiento social. El riesgo está en el juego del dominó del barrio, en el encuentro entre amistades, el riesgo queda por nosotros mismos.

“Mi consejo es que se queden en casa. Creo que ya habrá tiempo para vernos, abrazarnos, besarnos, volver a las fiestas, a la calle. Es tiempo de cuidarnos a nosotros y sobre todo a la familia pues las personas mayores son quienes quizás no tengan la fuerza y salud para sobrevivir a esta enfermedad”, destacó.

“Saquen lecturas de mi experiencia, a veces por las redes uno tira a broma la enfermedad con los memes, pero no es hasta que te pasa a ti o alguien cercano, dígase amigos y familiares que no se sabe lo que se siente y cuán duro puede ser. Es una situación muy frustrante y te deprime mucho”, concluyó David quien ya se encuentra negativo y se recupera en su hogar.
 

Captura de pantalla del estado de David en WhatsApp punlicado en Facebook, en el que anuncia ser positivo al SARS-CoV-2.
Publicación de David en su perfil de Facebook durante su ingreso en el IPK.
Hasta el 18 de agosto en Cuba se acumulan 2863 pacientes recuperados de un acumulado de 3 mil 482 casos positivos en el país.

Comentarios

Felicidades por dar la cara y contar tu historia. Todos los días oímos al Dr. Durán, pero no se conocen las historias que hay detrás de los números. Qué pena que tantos irresponsables no escarmienten por cabeza ajena. Ojalá todos aprendieran contigo para acabar de entender que esto es en serio. Qué bueno que en este caso la abuelita resultó negativa ya que hay muchos en los que no ha sido así. Ahora cuídate mucho que todavía esta enfermedad no se conoce del todo y no se sabe si repite o del alcance de las secuelas.
Hola, es una triste historia de vida q debemos repasarla e interiorizarla para tener bien en cuenta este tema que creemos que no nos tocará no solo a nosotros sino a nuestros familiares. Puede ser ficción o realidad las anécdotas de David, pero debemos tomar bien seriamente para no convertirnos en víctimas ni tener q lamentar por nuestra familia. No debemos realizar actividades q nos ponen en riesgos. Y siempre q sea necesario llevar con sigo algún desinfectante para aplicarlo a nuestras manos y sobre todo usar CORRECTAMENTE el nasobuco. Es bien sencillo para poder tener la suerte de alcanzar el día q sea erradicada esta terrible enfermedad, o sea efectiva una vacuna.
Guelmes
Muy bonita su historia, como la cuenta y el uso d las redes para difundir su experiencia y como tuvo una actuación responsable d acudir rápidamente a una institución d salud. Además como comprendió y admite su error, eso pocos lo hacen e incluso lo publican. Felicidades a este joven con una actitud tan responsable, aunque haya sido demasiado tarde. Salud para ti, tu mamá y abuelita y los amigos. Soy médico también y sabemos q aunque se cumplan las medidas siempre hay riesgos inevitables. Todos debemos tener una conducta responsable y evitar el contagio, como él lo hizo desde el momento en q lo sospechó Saludos Dra LauryM
Que pena ver que gente asi deambula porblas calles de nuestra Cuba, por personas como ''el chino'' mira la precariedad que estamos viviendo en matanzas, y demas provincias, esperemos que tomen conciencia sobre.la misma, pero no por el actuar de David, si no por la verdadera responsabilidad de PENSAR ANTES DE ACTUAR

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