Irán versus EEUU, de la alta política a la cancha de fútbol

Irán versus EEUU, de la alta política a la cancha de fútbol
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Fecha de publicación: 
29 Noviembre 2022
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La dura rivalidad política y cultural que caracteriza las relaciones entre EEUU e Irán se extrapola a la cancha de fútbol en Catar 2022, donde sus respectivas selecciones chocan en un partido que definirá su continuidad en la lid mundialista.

Desde que Washington y Teherán rompieron sus relaciones diplomáticas en 1979, por la Revolución Islámica, las fricciones son constantes, e incluso han aumentado en los últimos años en el marco de la fuerte presión de Occidente para poner coto al programa nuclear iraní, con sanciones internacionales incluidas.

Como precedente, ambas selecciones ya se vieron las caras en una Copa Mundial: ocurrió en Francia 1998, donde los persas ganaron 2-1, tras entregar a sus rivales ramos de flores blancas, y posar para una foto grupal que hizo creer que un mundo mejor, definitivamente, era posible.

Al respecto, quizás los estadounidenses no busquen ahora un desquite de aquel revés, pero les urge un triunfo que les garantice mantenerse en Catar 2022: el fútbol primero, ya después podrá hablarse de democracias y tal…

Fútbol y política

Quizás esta rivalidad sea la más notoria en este Mundial, salpicado por su buena dosis de polémica, sobre todo por la masiva muerte de migrantes en la construcción de los estadios, o por la criminalización de determinadas minorías, incluso por la manera en que le fue asignada la sede del codiciado evento.

Pero es inevitable asociar las broncas extradeportivas a lo que ocurre en la cancha, donde el éxito o el revés suelen general reacciones de un nacionalismo visceral, como si la dignidad de una nación dependiera de lo que haga una veintena de personas aporreando balones en un par de horas.

Sin embargo, que en México 1986 el argentino Diego Armando Maradona "afanara" (robara) a los ingleses con la llamada "Mano de Dios", y luego los humillara con el "Gol del Siglo", levantó la moral de toda una nación que aún sangraba por las heridas de la guerra de las Malvinas.

Esa sensación de desquite histórico también resignificó los goles que los suizos Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, de raíces albano-kosovares, le endosaron a Serbia en Rusia 2018: las familias de ambos futbolistas llegaron a tierras helvéticas huyendo de las guerras en los Balcanes a finales del siglo XX.

Cuando Shaqiri y Xhaka anotaron, su celebración fue escueta pero significativa: se plantaron frente a los serbios haciendo el gesto del águila de la bandera de Albania: la FIFA los multó por "conducta antideportiva contraria a los principios del fair play", pero en Albania y en Kosovo agradecieron el desagravio.

Ambas selecciones volverán a verse las caras en este Mundial, específicamente el 2 de diciembre, en el estadio 974 de Ras Abu Aboud, en un duelo con más incentivos deportivos que históricos.

De cara al futuro, sería interesante un hipotético duelo en octavos de final entre España y Marruecos, con todo el pasado de colonialismo ibérico en el Sahara Occidental, o un eventual cruce entre Argentina e Inglaterra, con el inagotable reclamo de Buenos Aires por las Malvinas.

Comentarios

EEUUvsIrán equivale a diferendo historico EEUU-Cuba
javierhdez2.capri171@gmail.com

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