Incendios forestales que superan parámetros en Matanzas
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En una de estas jornadas en busca de información oportuna ante el enfrentamiento global a la pandemia COVID-19, el equipo de prensa de la Agencia Cubana de Noticias en Matanzas topó con un incendio voraz en un campo de caña, que casi invadía la carretera central antes de llegar al municipio de Jovellanos.
Una breve búsqueda en la red de redes contribuye a entender que los meses de marzo y abril, ante la sequía, son proclives a la ocurrencia de estos fenómenos, donde la mano del hombre por negligencia o irresponsabilidad, mucho tiene que ver.
En la jefatura del Cuerpo de Guardabosques de la provincia el monitoreo a través de sistemas tecnológicos avanzados es constante.
Detrás de la pantalla de la computadora Olga Miquet López, técnico de información, rastrea en el mapa, en tiempo real, los puntos rojos que avisan que hay que “correr” para apagar.
El Teniente Coronel Azel Castro Rojas, jefe territorial del Cuerpo de Guardabosques, alerta que no se puede confiar en que se está acabando el mes de abril, pues la fuerza de ese órgano del Ministerio del Interior se enfrenta a un año difícil, de sequía hídrica, la cual provoca que los mantos freáticos bajen, debido al clima variable.
A punta de lápiz, como dice en buen cubano, aunque la información se trabaja de manera digital, se lleva cada dato, y las estadísticas arrojan que lo que ocurre actualmente en Matanzas en cuanto a incendios forestales, supera la data de una década y afecta fundamentalmente la zona sur donde se ubica la Ciénaga de Zapata.
Castro Rojas, con una veintena de años de experiencia en la difícil misión, explica que en el mayor y mejor conservado humedal del Caribe Insular el viento seca la hierba, la estresa y es caldo de cultivo para el fuego; esa zona es el punto neurálgico de los incendios, principalmente el incendio soterrado de la turba crea un impacto muy fuerte para el humedal.
Como los mayores incendios ocurren en la Ciénaga, allí el cuerpo de Guardabosques patrulla el área, en condiciones difíciles: son sitios intrincados, comenta el experto; y exhorta a la población a observar las medidas para evitar el fuego en los bosques naturales, porque la mayoría de ellos son provocados por la mano del hombre.
Ya ocurrieron en los dominios yumurinos hasta abril 65 incendios forestales, que afectaron 646.8 hectáreas, y no incluyen en los datos los acaecidos en el herbazal de ciénaga, y lamentablemente el suelo no se regenera.
La provincia de Matanzas encabeza la lista este año de más incendios ocurridos, seguida por Granma y Artemisa, por lo que el llamado de los guardabosques, desde el que en lo alto de un árbol con binoculares, bajo el sol, vigila la amplia zona al Sur de Cuba, hasta el Jefe del Cuerpo, que no descansa de un lado para otro, es a prevenir, porque si persiste la sequía seguirán en alza los parámetros, y eso a la Madre Tierra, de verdad que no le conviene
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