Homenaje al guerrillero que vivirá siempre en el corazón de su pueblo.

Como parte del pueblo cubano, comprometido con su historia y el tiempo que le ha tocado vivir, con la responsabilidad inmensa de dar continuidad a la Revolución que Camilo también forjó, encabezó la conmemoración el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Son las cuatro de la tarde de este soleado 28 de octubre y en la explanada frente a la Plaza de la Revolución se reúnen más de 30 mil capitalinos en representación de toda Cuba.

La cita del pueblo habanero, encabezado por sus jóvenes, fue justamente frente al relieve escultórico del Comandante Camilo Cienfuegos, colocado en la fachada del Ministerio de Comunicaciones, hace exactamente trece años, monumental escultura acompañada con una de sus más emblemáticas frases: «Vas bien, Fidel».

Como parte de ese pueblo, comprometido con su historia y el tiempo que le ha tocado vivir, con la responsabilidad inmensa de dar continuidad a la Revolución que Camilo también forjó, encabezó la conmemoración el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.

Durante más de sesenta años, como tradición imperecedera, en todo el territorio nacional, se conmemora particularmente este día, recordando aquel 28 de octubre de 1959 cuando el legendario guerrillero desapareció físicamente.

En el aniversario 63 de ese doloroso suceso, varios simbolismos se agruparon en este homenaje. La realización de la marcha desde este sitio habanero hasta el Malecón, allí donde concluye la Avenida de los Presidentes, había sido interrumpida en el 2020 debido a la pandemia de la COVID-19.

Tres años después de la última peregrinación, y esta vez con el liderazgo de la máxima dirección del país, el pueblo recorrió los casi tres kilómetros que separan a la Plaza del litoral habanero, para rendir honores al Héroe de Yaguajay y de toda Cuba.

Después del acto inicial, que fue breve, pero también expresión de que, en este otro octubre de momentos cruciales para el país el coraje de Camilo se sigue multiplicando, comenzó la marcha firme y unida que encabezó el presidente Díaz-Canel.

El paso estuvo guiado por la Banda de Música del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, interpretando himnos alegóricos a la epopeya de la Revolución cubana.

Y también allí, escoltada por los alumnos de las escuelas militares, estuvo encabezando el desfile la inmensa bandera de la estrella solitaria.

Justo detrás de ella, con paso agigantado, el Presidente de la República encabezó el tributo a Camilo Cienfuegos. El Jefe de Estado, que fue recibiendo el saludo y el afecto de cientos de personas que, a ambos lados de la avenida, se acercaban para saludar, con el reconocimiento también a los dirigentes del Partido y el Gobierno que lo acompañaron.

Fueron cuarenta minutos de caminata, bañada por un mar de pueblo.  Allí estuvieron jóvenes, trabajadores, personas de la tercera edad…. Cubanos de diferentes generaciones que no olvidan a sus héroes y defienden el presente y el futuro de la nación.

Al final de la marcha - donde termina la Avenida de los Presidentes, la conocida calle G del capitalino Vedado- en las aguas del Malecón habanero, el Presidente de la República, un cubano defensor también de nuestra historia y comprometido con su tiempo, lanzó al mar una rosa roja como homenaje a una leyenda viva que nos sigue convocando a resistir, a no claudicar, a seguir de pie.

Este 28 de octubre, en el tributo de Díaz-Canel a Camilo, va el homenaje de muchos, de la Patria entera, al guerrillero que vivirá siempre en el corazón de su pueblo.