Entorno de las pesas cubanas de cara a Tokio (+ Video)

La halterofilia cubana busca nuevamente acercarse a sus años felices en el panorama olímpico, y para ello buscará intervenir en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con los mejores exponentes de que dispone en la actualidad.

Ciertamente los últimos dos ciclos no han sido del todo halagüeños, amén de que se haya atravesado por una transición generacional. Eso sí, el trabajo constante y la búsqueda de resultados caracterizan el trabajo de atletas y entrenadores, que en un año 2020 bien complejo en materia competitiva, derivado del poder del Coronavirus, han hecho subterfugios para incluirse en eventos online, mantener los niveles motivacionales de nuestros preseleccionados y de paso evaluar de manera más objetiva cada etapa de la preparación.

Bajo esos cánones de virtualidad pugnaron en la Copa Criollos de Caguas, de Puerto Rico donde los varones reinaron con 765 aventajando a República Dominicana (717); los anfitriones (690); Canadá (147); y Honduras (63 puntos).

Mientras, las quisqueyanas ejercieron su poderío (716) puntos, superando a las borinqueñas (708); Cuba (581), Haití (206), Honduras (140), Nicaragua (84) y Canadá (81), respectivamente.

El examen más reciente resultó ser el Campeonato Centroamericano Copa Christian López in Memoriam y Abierto, con cuarteles generales en Guatemala, donde la foja total fue de nueve cetros, 11 platas y 21 bronces, con Yeniuska Mirabal 225 (100-125) de los 76 kg; y Gilberto Antonio Ramírez (96), en calidad de más destacados individualmente, según reseñó la colega Yisel Filiú de Tele Rebelde.

Un análisis a los rendimientos de nuestros halteristas en las principales competiciones extra fronteras arroja que las mayores potencialidades y porcentajes de efectividad en sus alzadas las concentran en el movimiento de envión. Siendo el ejercicio de arranque la asignatura pendiente, sobre todo frente a los principales exponentes de cada categoría dentro de la élite continental y universal.

En américa, por cierto, Cuba ha cedido considerablemente su otrora hegemonía y Colombia ha asumido ese rol con prestancia. Como ejemplo tomemos el medallero de la disciplina de los Juegos Panamericanos de Lima 2019, en el cual los cafeteros regentearon abrumadoramente (5-4-0) y nuestra comitiva solo pudo agenciarse la plata del súper completo Luis Manuel Lauret, quien ya no compite al amparo de nuestra federación.

Antes, bajo los cinco aros en Río 2016, Yoelmis Hernández 350 (150-200) en los 85 kg; y Marina Rodríguez 215 (94-121) en los 63, recalaron en respectivos noveno y octavo escaños, mientras Colombia, con nueve efectivos se colgó un oro y un bronce, por intermedio de Oscar Figueroa (62kg) y Luis Javier Mosquera (69), en ese orden.

Sistema de clasificación

Bajo ese prisma y adentrándonos en el sistema de clasificación a Tokio, serán en definitiva 196 los halteristas privilegiados para pugnar en la capital nipona, a razón de 14 exponentes en igual cantidad de divisiones.

Para conseguirlo, un pesista debe haber competido en al menos un evento en cada uno de los tres períodos elegibles; en al menos seis eventos en general; y por último haber disputado al menos un evento de nivel oro, y otro evento de nivel oro o plata.

Clasificación de eventos según su nivel:

Oro: Campeonatos mundiales y continentales.

Plata: Eventos de la IWF, incluidos juegos y campeonatos multideportivos.

Bronce: Otras competiciones internacionales.

Así toca despejar algunas variables sobre posibles clasificados por la Mayor de las Antillas, cuando se reanude el proceso clasificatorio.

En el concurso femenino, cuyas divisiones olímpicas serán los 49. 55, 59, 64, 76, 87 y +87 kg hallamos que para nuestras chicas las mayores posibilidades se concentran en los 49 y 64 kg, eso independientemente de que Ludia Montero y Marina, hayan realizado sus últimas presentaciones en las divisiones inmediatas superiores.

Ludia Montero, doble subtitular del orbe en 2019 pero en los 45, aparece como la carta de relieve en los 49, categoría en la que se encontraba en el puesto siete de un ranking no muy revelador, exhibiendo 178 kg (78-100).

Marina Rodríguez en los 64 es la otra pieza medular de nuestro elenco femenino. Su ubicación en el cuarto escaño gracias a los 224 kg (100-124) del Manuel Suárez en marzo, además del incremento de sus totales durante el ciclo, la convierten junto a Ludia en seria aspirante a inscribirse, si en definitiva logramos agenciarnos más de dos plazas a dicha justa.

Tampoco se halla tan lejos de la verdad en los 76 Melissa Aguilera 226 (98-128), situada en el peldaño diez de su peso en la presente campaña.

Entre los varones, que pugnarán en 61, 67, 73, 81, 96, 109 y +109 kg la realidad no difiere mucho.

Una mirada a sus ubicaciones en el escalafón arroja que se hallan reflejados de la siguiente manera:

61 kg- Arley Calderón, 281 (122-159) recala sexto, siendo a mi juicio el pesista de mayor progresión en la última etapa.

Aquí también contamos con Otto Oñate 275 (120-155) quien se sitúa en la posición 13.

81 kg- Gilberto Antonio Ramírez es nuestra principal carta 303 (138-165).

89 kg- Olfides Sáez, 366 (165-201) regentea el lapso en cuestión, pero debemos tomar en cuenta que dicho peso no se incluye bajo los cinco aros.

96 kg- Juan Carlos Zaldívar 343 (155-188) exhibe el peldaño 14, pero esos totales distan mucho de los que pueden alzar los mejores hombres de esa división.

109 kg- Juan Columbié, 375 (165-210) aparece en el 13, pero su realidad es bien similar a la de Zaldívar y otros miembros de la preselección.

Aquí hay elementos para nada despreciables:

Tailandia y Egipto esperan la posible exclusión de sus equipos  en Tokio producto de reiteradas violaciones y descalificaciones asociadas al dopaje.

De igual manera otras potencias como Rusia, Bielorrusia, Kazajstán, Azerbaiyán, y Armenia solo llevarían un exponente en cada sexo, producto de haber superado la cifra de 20 violaciones vinculadas al dopaje; en tanto con dos en cada sexo lo harían presumiblemente Bulgaria, Ucrania, Rumanía, Uzbekistán, Moldavia, Turquía, Irán, La India, Albania y Malasia.

Cuestión que de alguna manera podría estarle allanando el camino a la capital nipona a alguno de nuestros efectivos. 

El recuerdo

Cuanta añoranza por repetir gritos ahogados, saltar de nuestros asientos de emoción. Ver a los nuestros emular a “Hércules”… Desde Moscú 1980 cuando el cetro en los 56 kg de Daniel Núñez 275 (125-150) nos catapultó a la palestra de la halterofilia.

En ese viaje en el tiempo sería sacrílego no detenerse en la estirpe de Pablo Lara merecedor de plata en Barcelona 1992 en los 75 kg con biatlón de 357.5 (155-202.5), el mismo total que el monarca Fedor Kasapu, pero con mayor peso corporal el antillano; y campeón de los 76 cuatro años después en Atlanta, avalado por 367.5 kg (162.5-205).

Beijing marcó un rendimiento descollante de manera colectiva, pues tres halteristas se vistieron de bronce:

69 kg- Yordanis Borrero: 328 (148-180)

85 kg- Jadier Valladares: 372 (169-203)

94 kg- Yoandrys Hernández: 393 (178-215).

Mientras, el último recuerdo de podio que tiene la disciplina para la mayor de las Antillas es el de Iván Cámbar (77 kg) en Londres 2012, donde totalizó 349 kg (155-194).

Habrá que esperar. Por ahora roza lo incierto incluso, la cifra de clasificados con los que contaremos en Tierras del Sol Naciente.

Solo que consideramos que el acercamiento al panorama actual de las pesas cubanas y su posible proyección, es siempre válido.

Algunos de nuestros halteristas durante el Campeonato Centroamericano Copa Christian López in Memoriam y Abierto