Enrique Montesinos merece el Premio Internacional de Periodismo Deportivo
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Enrique Montesinos, en la foto el primero de izquierda a derecha.
Vuelvo a leer las palabras introductorias de una especie de epílogo del libro Colosos del atletismo (Editorial Deportes), de la autoría de Enrique Montesinos Delvaty: "Las más prestigiosas figuras del atletismo regional exaltados al Salón de la Fama para que su gloria perdure en la eternidad, gracias a la iniciativa creadora de la Confederación Centroamericana y del Caribe".
Esa perdurabilidad nos hace más fuertes y dichosos, pero para alimentarla el quehacer no puede limitarse a espacios en salas refulgentes, ni al nombre y la foto al frente o en aulas de las instalaciones deportivas, ni a la ubicación en carteles, museos, murales… No tiene potencia suficiente, la congelación la amenaza. El uso de los medios, las redes sociales en lugar importante, es fundamental para mantenerlos en la primera fila del combate debido a realizaciones donde el contenido y la forma sean un buen abrazo.
Reflexioné al calor de las fotos y sus pies. Entre los seleccionados están varios fallecidos varios años antes: los jamaicanos George Rhoden, Arthur Wint, Herbert McKenley, Keith Gardner, Lennox Miller, Leslie Lang y la cubana Marlene Elejalde. Fueron enaltecidos de esta manera post morten. Y sus familiares asistieron a las ceremonias de premiación.
Decisión justa. Aquellos elaboraron una obra atlética gloriosa para la humanidad, para la patria y para ellos mismos. Se batieron a plenitud, se enfrentaron y vencieron decenas de obstáculos, propios de una sociedad náufraga. ¡Cuánto sacrificio, cuánto amor! No hay derecho a cerrarles la entrada; muchos de quienes ocupan u ocuparán puestos en esa sala no llegarían allí si dichos antecesores no hubieran desbrozado los senderos.
Aparte, en diversas ocasiones hay olvidos imperdonables en tanto la entrega de galardones, y no solo en el ámbito atlético. Es injusto "jugar" con los momentos, lo conveniente, las circunstancias, o a partir de los gustos, la coincidencia de estilo o de la especialidad del seleccionador con los de las personas a escoger. Y en eso, bastantes estrellas languidecen. Hasta mueren antes de ser seleccionados. Pueden “morir” antes de despedirse de la vida.
José Martí lo señaló: “El corazón se agria cuando no se le reconoce a tiempo la virtud”. Hablamos de virtudes. Glorificar a quien no ponga su talento a favor de la virtud y al virtuoso sin obra ni talento es erróneo. Deben ser reconocidos en su aporte. El talento sin virtud daña; la virtud sin talento también.
Existe una tendencia de no reverenciar de manera post morten. Cito dos ejemplos relacionados con premios por la obra de la vida: el que convoca la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (Aips), sección América, y el José Martí de la Unión de Periodista de Cuba. Estoy en contra de las respuestas negativas dadas con respecto a los fallecidos en ambos certámenes. En mi escrito he explicado por qué.
Agrego una propuesta para el de la Aips: el santiaguero Enrique Montesinos Delvaty lo merece el aunque debía ostentar muchos galardones más. Falleció de repente en París a los 69 años, el 16 de mayo de 2017, cuando hacía escala para retornar a La Habana, después de participar en el Congreso de la citada organización internacional realizado en Seúl, en su condición de presidente de los periodistas deportivos cubanos y de vicepresidente para América. Jamás se dejó proponer para ese estímulo y se preocupaba de que fueran escogidos los merecedores. Acertó siempre.
Trabajó durante 45 años en el diario Granma, y durante un largo periodo fue el jefe de la página dedicada a la cultura física. Ha sido el periodista cubano de mayor dominio sobre el deporte rey y el baloncesto. La dirigencia internacional del atletismo lo situó entre los cinco periodistas del mundo de más conocimientos sobre esa disciplina. Con sus trabajos logró encontrar nuevas y mejores vías pata la lid de las cestas en su patria.
Autor de una docena de libros donde sobresalen sus biografías de Alberto Juantorena y Ana Fidelia Quirot, los especializados en básquet y atletismo y las historias, incluidas estadísticas, sobre los Centrocaribes y los Panamericanos.
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