En un tiempo record de fabricación Cuba contará en octubre con ventiladores pulmonares propios

Para octubre próximo Cuba contará con 500 equipos de ventilación pulmonar fabricados en el país (250 de una variante invasiva e igual cantidad no invasiva), lo que constituye un record para los especialistas cubanos quienes diseñaron los prototipos necesarios en tan solo dos meses.

Contar con máquinas como estas en los diferentes niveles de la atención sanitaria es una garantía, a la que se suma el hecho de que sean de factura nacional, con el consiguiente ahorro que ello representa, refiere un artículo publicado en la página web oficial de la Oficina Nacional de Diseño (Ondi).

Una máxima en el enfrentamiento a la pandemia en el país, tanto desde el punto de vista de la prevención como de la atención a pacientes confirmados, se ha centrado en evitar que el paciente precise del uso de estos equipos, sin embargo, es vital contar con ellos para garantizar un servicio de salud eficiente.

Los modelos obtenidos en Cuba, sin dudas, representan una victoria frente al bloqueo de los Estados Unidos, país que ni siquiera ante el llamado de la Organización Mundial de la Salud a la cooperación internacional como única vía para frenar el flagelo puso a un lado las criminales sanciones que impone al pueblo cubano hace más de medio siglo.

La idea de crear ventiladores pulmonares en la Isla surgió ante la realidad de que el precio de muchos insumos y equipamientos se encontraba al alza en el mercado internacional o se había restringido la posibilidad de acceder a ellos, dada la enorme demanda.

Para acrecentar la complejidad de dicho escenario, las empresas suizas imt Medical ag y Acutronis, proveedoras de ventiladores a Cuba, habían sido adquiridas por la estadounidense Vyaire Medical Inc, por lo que la venta de estos equipos a la nación caribeña se suspendió, debido al bloqueo.

Cuando era inminente la llegada del nuevo coronavirus a la Mayor de las Antillas, desde el gobierno se hizo un llamado para generar respuestas urgentes a problemáticas que podría enfrentar el sistema de salud cubano en presencia de la enfermedad.

A partir de la convocatoria de las autoridades, especialistas del Centro de Neurociencias de Cuba (Cneuro), la Empresa Grito de Baire, la Unión de Industrias Militares, la Empresa Combiomed-Tecnología Médica Digital, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos y la Ondi, comenzaron el desarrollo urgente de un ventilador cubano.

Luego de tres semanas de iniciado el trabajo, el 21 de abril, ya existía una maqueta funcional, una primera entrega que generó importantes debates técnicos que contribuyeron a madurar la visión de lo que debía ser y hacer el equipo, y las exigencias a las que debía responder dada su función y contexto de uso.

Un valor añadido del ventilador, que ha sido muy bien valorado por diferentes expertos, fue la generación por los profesionales del Centro de Neurociencias de una aplicación para dispositivos móviles que permite mantener una comunicación constante con el equipo y agiliza la toma de decisiones.

Luego de que el primer prototipo del equipo fuera un hecho, el Cneuro y la Ondi continuaron trabajando en otros elementos que complementaran sus prestaciones, en tal sentido, se realizaron tres propuestas de solución de mesa para el soporte y transportación del ventilador, a partir de los materiales que podrían hallarse en el país.

Se consideró, además, el uso de una pantalla táctil para introducir los datos y parámetros y, junto con ello, las limitaciones que los usuarios activos del equipo (personal médico) podrían tener a partir de la utilización de medios de protección en manos (guantes) y rostro (nasobuco, máscaras y espejuelos o gafas).

Actualmente existen otras unidades fabricadas que pasan por los rigores establecidos para su registro, en aras de contar en octubre con el primer lote de ventiladores pulmonares producidos completamente en Cuba, paso que sin dudas contribuye a la consecución de la soberanía en el país.