El quinto lugar en Beijing fue una medalla

El quinto lugar en Beijing fue una medalla
Fecha de publicación: 
31 Enero 2021
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Es el de más experiencia y a la vez destila el mismo entusiasmo que los atletas que le rodean, algunos con dos, tres décadas menos y en su mayoría jóvenes que sueñan igualarle algún día.

Juan Carlos Stevens sigue siendo una figura imprescindible en el campo de entrenamientos de la selección nacional de tiro con arco, por mucho que hoy diga que el retiro se acerca y que marcharse con un buen resultado en los Juegos Olímpicos sería la guinda a una carrera fructífera.

A su lado, los demás miembros de la preselección masculina le observan como un ejemplo de lo que pueden alcanzar con sacrificio y pasión por el deporte: «Cada vez que llega un muchacho al equipo y me pide algún tipo de consejo, se lo doy sin ningún tipo de maldad, porque además soy padre y yo los veo como si fueran hijos».

No le pesan sus 52 años. Más bien confiesa que le ayudan por la experiencia acumulada y que por fortuna se siente muy bien todavía, tanto física como mentalmente. Quien le ve dominar el implemento y marchar luego al parapeto comprueba que le sobra la ilusión para trazarse metas ambiciosas.

«Ahora nos encontramos inmersos en un momento de la preparación que parte de un período complicado, casi de cero, con un lapso de ocho meses sin practicar por la pandemia. Estamos a medias todavía, pero marchamos sin ningún tipo de percance que nos pueda estorbar», explica el santiaguero.

Añade que individualmente atraviesa una etapa encaminada a acumular cargas y dominar el implemento: «De eso se trata, de que no sea él quien te domine a ti. A partir de entonces ya toca planificar la competencia».

Inquirido sobre su carrera deportiva y los resultados positivos conseguidos a lo largo de los años, Stevens no duda en asegurar que el tiro con arco cubano recibe pocas oportunidades de demostrar su nivel.

Nuestro deporte es longevo, pero contamos con pocas competencias fuera de Cuba, apenas una o dos ocasiones al año, por lo que muchas veces pasa el tiempo y no eres capaz de probarte. Aquí hay muchachos con mucho talento, pero que tienen escasa experiencia en momentos de tensión».

Juan Carlos Stevens dice con seguridad que su propósito es «el de siempre», tratar de clasificar para los Juegos Olímpicos. «Entones si logro participar en Tokio, quisiera retirarme con un buen resultado allí, que es uno de los sueños que me faltan por cumplir».

—Pero su quinto puesto de Beijing fue histórico…

—Y estoy muy orgulloso de ese resultado, que como siempre digo, para mí y para el deporte cubano es una medalla por todo el sacrificio que significó, no solamente mío, sino también de entrenadores, compañeros de equipo y otras personas cercanas. Es un gran orgullo, pero no fue una actuación de Stevens únicamente.

—Según dice, ¿es el retiro algo cercano en su carrera?

—No lo he pensado al ciento por ciento, pero sí llevo muchos años ya con mi vida dedicada por completo al deporte y con resultados positivos, por lo que creo que ya llega el momento de yo enseñar todo lo que sé y aprovechar la experiencia que tengo acumulada, aunque oficialmente no hay nada todavía.

—Es decir, que le gustaría ser entrenador…

—Sí, una de mis aspiraciones es ofrecer mis conocimientos adquiridos a lo largo de tantos años. Algo tan sencillo como tirar una flecha me hace sentir una gran satisfacción personal, y esa sensación me gustaría transmitirla a los jóvenes, sin ningún tipo de autosuficiencia y con mucha humildad.

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