EDITORIAL: Voluntad por el respeto y la inclusión
La reciente reunión del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con activistas y representantes de grupos asociados a la lucha por los plenos derechos de la comunidad LGBTIQ+, es un desmentido (otro) a los que afirman que el gobierno se lava las manos ante las demandas de ese colectivo y se escuda en una supuesta falta de consenso para no actuar en favor de políticas de inclusión y reconocimiento explícito de esa y otras comunidades.
El Anteproyecto del Código de Familia, que se presentará al debate público, es un texto francamente revolucionario. Es más, como reconocieron algunos de los participantes en el encuentro, de lo que muchos hubieran esperado de una ley consagrada al reconocimiento y protección de todas las familias, independientemente de sus naturalezas e implicaciones.
En el texto, obviamente, no se habla solo de familias formadas a partir de parejas de un mismo sexo, pues el concepto es mucho más integrador. Pero sí es evidente la voluntad de reconocer los derechos de todas las familias, partiendo del principio de la igualdad y de la comprensión de las diferencias.
Habrá que debatir mucho, utilizando los recursos de la ética y sosteniéndose en la ciencia; habrá que defender con determinación ciertas convicciones ante el prejuicio que persiste; habrá que ser firmes y pacientes... pero queda claro que el gobierno es un aliado en esta lucha por lograr por fin la tan añorada plena inclusión. Queda mucho por hacer. Y se está haciendo.
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Comentarios
Ser cultos y ser buenos.
Mario
Ranglez
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