Con todos y para el bien de todos
Imagen: Retratos de Martí, del pintor cubano Raúl Martínez
La frase martiana que titula este texto y por la que igual se conoce el célebre discurso de Martí en el Liceo Cubano de Tampa, aunque fue pronunciada, un día como hoy hace 130 años, en este presente resuena muy alto y claro.
Aquella pieza oratoria, de las más conocidas y citadas, había sido pronunciada, al decir del Doctor en Ciencias Históricas Eduardo Torres-Cuevas, “dentro de las disímiles acciones que, en su época, Martí acomete para sentar las bases en la creación y preparación, primero, del Partido Revolucionario Cubano y, segundo, de la Guerra Necesaria. Era vital en ese momento de la historia de Cuba, crear un partido de nuevo tipo que no respondiera a las viejas estructuras y que fuese capaz de guiar la causa revolucionaria”.
Pronunciada en Tampa, localidad que entonces se distinguía por la emigración cubana vinculada a la industria tabacalera, aquella fue una exhortación a la unidad con miras a lograr la independencia de la Patria, cuya valía resumió en otra sentencia también emblemática contenida ese discurso: “De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal, para levantarnos sobre ella.”
Después de abundar en los motivos sobrados para unir fuerzas en bien de su Isla amada, Martí aseguraba “Se me hincha el pecho de orgullo, y amo aún más a mi patria desde ahora, y creo aún más desde ahora en su porvenir ordenado y sereno…”
Un presente ordenado y sereno
Y esa nación soñada por el Maestro no solo cuenta en la actualidad con una nueva Carta Magna con el 60% del texto original modificado a partir de una reforma constitucional -que contó con las opiniones de casi un millón 700 mil personas que se pronunciaron sobre el proyecto presentado-; también estudia hoy el proyecto de ley de un nuevo Código de las Familias, que igual es expresión de esa república que abraza e incluye.
Dicho proyecto incluye ahora el resultado del procesamiento y análisis de más de 500 opiniones vertidas durante las consultas especializadas, entre septiembre y octubre, a 47 instituciones y organizaciones de todo el país.
Después de las mencionadas consultas especializadas se elaboró la versión 23, aprobada por la comisión encargada de elaborar el proyecto, así como por el Consejo de Ministros.
Luego, se presentó a la Asamblea Nacional el 15 de noviembre, momento a partir del cual adquirió la condición de proyecto de ley.
Se trata, como indicara el ministro de Justicia, Oscar Silvera Martínez, de una ley con todos los derechos para todas las personas, cuyo proyecto será presentado el mes próximo a la Asamblea Nacional del Poder Popular para su aprobación por los diputados y posterior consulta popular.
Luego de una nueva actualización del proyecto con los criterios vertidos en esa consulta masiva, tendrá lugar su nueva discusión y aprobación en sesión del Parlamento, y, finalmente, será objeto de un referendo popular, convocado por la Asamblea Nacional.
Justo en estos días y desde el 17 de noviembre –fecha en que fue publicado- los diputados analizan el proyecto del nuevo Código de las Familias.
Este, junto a otras normas y cuerpos legales, y enlazado a su vez a las numerosas renovaciones que hoy vive el país, incluyendo en lugar destacado la transformación de los barrios, contribuye a seguir fraguando esa república martiana fundada desde enero de 1959 en esa “fórmula del amor triunfante: Con todos, y para el bien de todos”.
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