Clásico suramericano: escándalo y vergüenza

Clásico suramericano: escándalo y vergüenza
Fecha de publicación: 
7 Septiembre 2021
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Lo sucedido este domingo en el Clásico suramericano entre Brasil y Argentina correspondiente a las eliminatorias mundialistas de fútbol es sencillamente inconcebible.

Supuestamente las autoridades competentes se habían puesto de acuerdo para permitir que los cuatro jugadores argentinos que actúan en la Liga de Inglaterra pudieran saltar al terreno, pero evidentemente algo falló.

En la Arena Corinthians no saltaron al campo solamente los futbolistas, sino que cinco minutos después de iniciado el choque se hicieron presentes agentes de vigilancia sanitaria del estado de Sao Paulo, quienes comunicaron a los incrédulos presentes que el encuentro no podría seguir por haber jugadores (Emiliano Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía) que no habían hecho la cuarentena.

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La estatal Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) fue la responsable de la suspensión, avalada por las leyes impuestas en Brasil con la pandemia, mucho más estrictas que las que aplica la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Sin embargo, los albicelestes llevaban tres días en suelo brasileño, y la entidad deportiva regional dio el visto bueno para que pudieran participar todos sus convocados.

No tiene justificación alguna que se haya llegado al punto de dar por comenzado el encuentro para, delante de las cámaras que llevaban las imágenes del partido más esperado de las eliminatorias, se diera un espectáculo tan lamentable.

Según alegaron las autoridades sanitarias del gigante suramericano, los cuatro jugadores habían mentido al entrar en Brasil después de haber estado en Reino Unido, pero eso lo hicieron público en el horario de la mañana y no había necesidad de esperar a ese momento para tomar cartas en el asunto.

Pero voy mucho más allá. El fin de cualquier medida como esta es evitar los contagios. Si ya los jugadores se mezclaron con sus compañeros, e incluso interactuaron con los rivales en medio del partido, ¿no se supone que ya traspasaron el virus?

En fin, esto al final parece más un tema de orgullo, pues Anvisa sintió que era ignorada, y esto tampoco debe ocurrir, porque cada país tiene sus normas en esta situación excepcional de pandemia, las cuales son de estricto cumplimiento para todos, atletas y ciudadanos.

Ahora la entidad disciplinaria de la FIFA tiene que tomar una decisión, y pueden ser dos opciones, o una sanción o la reprogramación del encuentro. Por el bien del fútbol, ojalá prevalezca esta segunda opción, porque en la primera ni siquiera hay consenso sobre quién debe ser el sancionado, ya que Argentina fue advertida de no alinear a esos futbolistas, pero el anfitrión es el responsable de que todo se lleve a cabo como debe ser.

En el caso de Cuti Romero y Gio Lo Celso, su club, el Tottenham, anunció que los sancionará por acudir a un país en zona roja y no hacer caso de las recomendaciones del plantel londinense.

En fin, todo ha terminado en un escándalo y una vergüenza, la peor imagen para un Clásico suramericano.

 

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