ARTE EN LA RED: Una cena, diez apóstoles

Belkis Ayón vislumbró con audacia y con respeto el ignoto paisaje del rito Abakuá. Era (es) un paisaje vedado a las mujeres, pero ella se las arregló para entregar una de las más hermosas recreaciones artísticas de un complejo religioso particularmente esquivo para los no iniciados. No hay en sus piezas una vocación propagandística. No hay una intención documental. Ella miró al hombre, al ser humano en su esencial apego a la creencia. Esos mitos debieron ser para Belkis una posibilidad misteriosa. Y ella concretó un ámbito para esa posibilidad.

Se supone que en esta colografía la artista evocó la comida final del rito de iniciación abakuá. Pero también pudiera ser asumida como una apropiación de otros referentes universales. No hay figura central, ni son doce los apóstoles... y sin embargo, aquí también está el espíritu de la célebre cena cristiana. Hay constantes en el devenir del hombre, ceremonias que hilvanan épocas y culturas. Sentarse a la mesa, compartir una comida, pueden ser actos de peculiar simbolismo. Y el arte (los artistas) alumbran las confluencias.