ARTE: Amor, deseo y mujeres (+ obras) (Parte 3 de 3)

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ARTE: Amor, deseo y mujeres (+ obras) (Parte 3 de 3)
Fecha de publicación: 
13 Febrero 2025
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Detalle de la obra “La boda” de Flora Fong. Imagen tomada de https://www.bellasartes.co.cu.

Escribiendo un resumen del concepto amor representado en el arte, sobre todo en pintura y literatura, pude advertir la escasa referencia a la presencia femenina en los estudios más divulgados o de mayor acceso en Internet.

Es por eso que se me ocurrió hacer una búsqueda específica para encontrar a esas mujeres que sí existen, que abordaron el tema amoroso y el erotismo desde sus perspectivas y concibieron obras de calidad, verdaderas joyas de las artes visuales y las letras.

Un asunto es la escasez (por desconocimiento) de mujeres pintoras y escritoras en el Renacimiento porque para la época era un absurdo, se trataba de una tarea exclusiva de hombres, pero otro tema es el sobre silencio en otros periodos y no encontrar, en la actualidad, abundancia de datos.

Desde Sofonisba Anguissola en las artes plásticas y Enheduanna y Christine de Pizan en las letras, hasta una enorme lista actual, muchísimas son las mujeres con talento demostrado. Hoy traemos solo una muestra porque no fue fácil la pesquisa, y escogimos el tema del amor y el erotismo por ser febrero y porque es uno de los asuntos más recreados con especial despliegue de sensibilidad.

Artemisia Gentileschi (Italia, 1593-1653) desarrolló una obra valiosa ya en el siglo XVII. Representó a la mujer fuerte y no sumisa, sino protagonista. Es una notable artista del barroco, feminista y en contra del patriarcado, que también, como fue usual para entonces, pintó pasajes bíblicos como “Sansón y Dalila” (entre 1630 y 1638) sobre la famosa historia de amor y traición de ambos personajes.

“Cartas de una monja portuguesa” (1669) de Mariana Alcoforado (Portugal, 1640-1723) es un testimonio epistolar de amor y deseo que, desde la voz de una mujer, no era habitual entonces, menos de una religiosa.

 

“Amor empieza por desasosiego, solicitud, ardores y desvelos; crece con riesgos, lances y recelos; susténtase de llantos y de ruegos” de Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1648-1695) en “Poesías”.

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“Sansón y Dalila” por Artemisia Gentileschi. Imagen tomada de https://es.wikipedia.org.

 

Solo un poco después, a Angelica Kauffman (Suiza, 1741-1807) le llamó la atención la relación del amor y la mitología. Es así que su portafolio artístico cuenta con diversas obras que recrean episodios afines. Ejemplos son “Ariadna abandonada por Teseo” (1774) y “Amor y Psique” (1792), entre muchas más. La primera narra la frustración de abandono del ser amado, y la segunda la famosa leyenda de amor correspondido, aunque tortuoso.

“La princesa de Clèves” (1678) de Madame de La Fayette (Francia, 1634-1693) es una novela psicológica sobre amor y deseo prohibido en la corte francesa.

“Si no puedo inspirar amor, voy a causar miedo” de Mary Shelley (Reino Unido, 1797-1851) en “Frankenstein” (1818).

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“Ariadna abandonada por Teseo” de Angelica Kauffman. Imagen tomada de https://es.wikipedia.org.

 

Otra silenciada por mucho tiempo es Élisabeth Vigée Le Brun (Francia, 1755-1842), una de las artistas más importantes de su época. Pintó la vida cotidiana desde el amor y la belleza femenina. Cuentan muchísimas las pinturas junto a su hija amada, o similares, como reflejo de ternura y de una conexión emocional inquebrantable.

“Historia de la condesa de Gondez” (1725) de Marguerite de Lussan (Francia, 1682-1758) es un ejemplo temprano de la literatura femenina sobre el amor. En este caso trata historias de intrigas y relaciones amorosas complicadas.

También “Las desgracias del amor” (1747) de Claudine de Tencin (Francia, 1682-1749) es una novela sentimental que aborda los enredos del amor y sus consecuencias a partir de la relación entre dos amantes apasionados, de estratos distintos.

“No hay encanto igual a la ternura del corazón” de Jane Austen (Reino Unido, 1775-1817) en “Emma” (1815).

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“Madame Vigée-Lebrun con su hija” (1789) de Élisabeth Vigée Le Brun. Imagen tomada de https://es.wikipedia.org.

Del siglo XIX destacamos a Berthe Morisot (Francia, 1841-1895) con su obra “La cuna” (1872), en la que descubrimos también la ternura y el amor maternal desde una escena tan cotidiana como su hermana mirando dormir a su sobrina.

“Indiana” (1832) de Amantine Aurore Lucile Dupin (George Sand) aborda el amor y las restricciones sociales como reflejo de la época de su autora.

“El amor es todo lo que hay, es lo único que perdura” de Emily Dickinson (Estados Unidos, 1830-1886) en su poesía.

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“La cuna” de Berthe Morisot. Imagen tomada de https://es.wikipedia.org.

Comenzando el siglo XX una obra armó revuelo en suelo europeo por mostrar a una pareja desnuda de acuerdo al pasaje bíblico mil veces recreado antes, pero esta vez fue una mujer la autora. Se trata de “Adam y Eva” (1909) de Suzanne Valadon (Francia, 1865-1938), quien fue una artista con una vida singular al romper esquemas más allá del arte.

“Sab” (1841) de Gertrudis Gómez de Avellaneda (Cuba, 1814-1873) es una novela romántica, nostálgica, sobre el amor imposible y las desigualdades en contexto de nuestras luchas independentismo.

“El amor que no es correspondido es como una flor que se marchita sin haber sido admirada” de Gertrudis Gómez de Avellaneda en “Sab”.

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“Adam y Eva” de Suzanne Valadon. Imagen tomada de https://es.wikipedia.org.

Terminando la convulsa década de los años 20 del siglo pasado, Tamara de Lempicka (Polonia, 1898-1980) realizó una serie de cuadros de los cuales queremos resaltar “La bella Rafaela” (1927) por el erotismo que refleja con su marcado estilo art-decó, moderno y elegante, con vestigios del pasado barroco manifestado en el manejo de la luz y la sombra.

“Poesías” (1860) de Luisa Pérez de Zambrana (Cuba, 1837-1922) es reconocida como una de las primeras obras cubanas sobre amor y deseo.

“En todo estás y eres todo para mí” de Rosalía de Castro (España, 1837-1885) en “Follas novas” (1880).

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“La bella Rafaela” de Tamara de Lempicka. Imagen tomada de https://historia-arte.com.

De Latinoamérica “El abrazo de amor del Universo, la Tierra (México), yo, Diego y el señor Xólotl” (1949) de Frida Kahlo (México, 1907-1954) es una obra de estilo naif reconocida por abordar el amor, el dolor y la pasión como la fuerza real de nuestra existencia. La artista mexicana expresa los sentimientos en un escenario ficticio en el que participa la naturaleza y la espiritualidad. Sin embargo, nos interesa compartir “Diego y yo” (1931) una de las tantas pinturas que concibió inspirado en la devoción por su esposo.

“Claudina en la escuela” (1900) de Colette (Francia, 1873-1954) es la primera novela de una serie que aborda temas como el amor platónico, la seducción y la rebeldía en la vida de una mujer desde temprana edad.

“Desnuda en tus brazos, sujeta a tu lecho por la cinta de fuego del placer, me llamaste, sin embargo, danzarina, al ver agitarse bajo mi piel, desde mi pecho ofrecido a mis pies crispados, la inevitable voluptuosidad” de Colette en “Canción de la danzarina” (1908).

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“Diego y yo” por Frida Kahlo. Imagen tomada de https://www.fridakahlo.org.

De nuestro país queremos señalar a Amelia Peláez (Cuba, 1896-1968), quien con un estilo moderno y singular nos dejó un sinfín de obras caracterizadas por el colorido y la simplicidad. Temas como la cotidianidad, la naturaleza y la arquitectura están muy presentes en su catálogo. Hoy destacamos “Las dos hermanas” (1961) por considerarla una pieza sobre amor familiar.

“Noche y día” (1919) de Virginia Woolf (Reino Unido, 1882-1941) explora el amor y el deseo con un matiz íntimo y emocional. Se refiere a la búsqueda de la felicidad, el matrimonio y los vericuetos sociales.

“El amor es una ilusión, una historia que una construye en su mente, consciente todo el tiempo de que no es verdad, y por eso pone cuidado en no destruir la ilusión” de Virginia Woolf en “Orlando” (1928).

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“Las dos hermanas” de Amelia Peláez. Imagen tomada de https://www.artnet.com.

Por su parte, Leonor Fini (Argentina, 1907-1996) es una artista irreverente del siglo pasado, también interesada en las relaciones y el erotismo, lo cual representó en sus obras con notas surrealistas y de ensueño. Pinturas como “Las amigas” (1944) y “Entre dos” (1967) muestran su atracción por la intimidad y la libertad, tal y como fue en su propia vida, de acuerdo con las referencias biográficas.

“El pozo de la soledad” (1928) de Radclyffe Hall (Reino Unido, 1880-1943) trata sobre identidad sexual y erotismo, reconocida por ser pionera en el abordaje del amor entre mujeres.

“Desde entonces en los besos palpita el amor, la traición y los dolores” de Gabriela Mistral (Chile, 1889-1957) en su poesía.

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“Entre dos” de Leonor Fini. Imagen tomada de https://historia-arte.com.

Terminaremos este glosario con otras cuatro cubanas contemporáneas que consideramos imprescindibles de entre una extensa lista.

Lesbia Vent Dumois (1932) también concibió obras para la temática que nos ocupa hoy. Sin saber el contexto o la intención, en “Al fin” (1975) entendemos que se trata de un casamiento, mientras que “Café al aire libre" (S/F) es una xilografia que nos sugiere un momento de intimidad de una pareja que bebe café agarrados de la mano.

“El segundo sexo” (1949) de Simone de Beauvoir (Francia, 1908-1986) es un texto catalogado como de amor y liberación femenina, aborda los sentimientos y la sexualidad.

“Hay un secreto para vivir feliz con la persona amada: no pretender modificarla” de Simone de Beauvoir en “El segundo sexo”.

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“Al fin” de Lesbia Vent Dumois. Imagen tomada del perfil del Museo Nacional de Bellas Artes en Facebook.

“Memorias de una cubanita que nació con el siglo” (1963) de Renée Méndez-Capote (Cuba, 1901-1989,) es su libro más famoso y un testimonio biográfico que también habla de sus sentimientos patrios. De allí encontré la siguiente frase “Era un enamoramiento muy de la época, hecho de miradas y sonrisas vagas, y pasar y repasar él a caballo frente a la casa mientras yo permanecía sentada sin atreverme a mover ni un dedo”.

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"Café al aire libre" de Lesbia Vent Dumois. Imagen tomada del perfil de la autora en Facebook.

Flora Fong (1949) nos ofrece gran cantidad de pinturas expresadas desde el simbolismo y la abstracción. Seleccionamos “La boda” (1976) porque una vez más se trata de la unión entre dos personas y este acto de unión tradicional es lo más figurado del amor.

“Jardín” (1951) de Dulce María Loynaz (Cuba, 1902-1997) expresa el amor como una fuerza poderosa, íntima y espiritual.

“Solo en la pasión encontramos la verdadera razón de nuestra existencia” de Clarice Lispector (Ucrania, 1920-1977) en “La hora de la estrella” (1977).

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“La boda” de Flora Fong. Imagen tomada de https://www.bellasartes.co.cu.

Alicia Leal (1957) es una artista conocida por pintar con mucho color el erotismo en la vida cotidiana y también desde la fantasía. En sus obras podemos ver elementos de la cubanía comunes en nuestros campos. Posee numerosas piezas con esta temática, a veces de modo explícito o sugerido, de todas ellas escogimos “Mujer y luna” (2019).

“Delta de Venus” (1977) de Anaïs Nin (Francia, 1903-1977), agrupa cuentos eróticos desde una perspectiva femenina.

“Sus ojos tenían la mirada del gato que hace desear acariciarlo, pero que no quiere a nadie, que nunca considera que deba responder a los impulsos que despierta”  de Anaïs Nin en “Delta de Venus”.

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“Mujer y luna” de Alicia Leal. Imagen tomada de https://www.artemorfosis.com.

Por último, Zaida del Río (1954) es conocida por su soltura para explorar temas como el erotismo y la espiritualidad. Le interesa el cuerpo femenino tanto como el masculino, y así lo ha manifestado en diversas series y exposiciones. La naturaleza es otro elemento recurrente en su obra.

“Americanah” (2013) de Chimamanda Ngozi Adichie (Nigeria, 1977) relaciona los afectos, la migración y la identidad cultural, sobre todo por sus raíces africanas.

“Sus miradas se encontraron en medio de la multitud y el tiempo se detuvo. En ese instante, supieron que estaban destinados a estar juntos” de Chimamanda Ngozi Adichie en “Americanah”.

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De Zaida del Río. Imagen tomada de  https://cubaenresumen.org.
 

LEER MÁS: ARTE: El amor desde Cuba (+obras) (Parte 2 de 3) 

ARTE: El amor, una mirada universal (+obras) (Parte 1 de 3)

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