Yaimé y Denia: Leyenda del disco en oro y plata

Yaimé y Denia: Leyenda del disco en oro y plata
Fecha de publicación: 
4 Octubre 2019
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Hilda Elisa Ramos (70.88 metros), Maritza Martén (70.68), Denia Caballero (70.65), Yaimé Pérez (69.39), Carmen Romero (69.08), Bárbara Echvarría (68.18), Yarelis Barrios (68.03)…

Discóbolas cubanas que han dejado su impronta en la historia de esta prueba al máximo nivel.

La épica que narraremos hoy, no apta para cardíacos la protagonizaron en Doha, a más de 10 000 km de distancia Yaimé y Denia, en un verdadero duelo en el que nos hicieron montarnos en sus órbitas y viajar al Khalifa International Stadium para disfrutar de su uno-dos. Como inyectadas por la propia Hilda Elisa, desde las tribuna.

El duelo estaba planteado entre ambas, pero siempre había un velo de escepticismo. Merecían el beneficio de la duda por palmarés y empuje la croata Sandra Perkovic, la estadounidense Valarie Allman, el dueto de chinas o el tridente de germanas.

A todas silenciaron las nuestras con sus respectivas secuencias: Yaimé contundente desde la misma apertura (68.10-65.01-65.76-68.01-69.17 y 64.61), todos por encima de 64.50 metros y sin fouls, lo que indica que además de su fortaleza natural, ha progresado mucho en su técnica y desterrado la tensión psicológica en competencias de envergadura.
Denia, borrando de golpe y porrazo el sinsabor de Lima, in crescendo, (X-66.80-67.32-68.44-X y 65.54), cuatro registros impresionantes, como digna escolta de su coequipera.

El bronce, al cuello de la propia Perkovic (66.72), que tras el  mazazo sufrido por las nuestras, no pudo neutralizarlas, plantarles cara y superar su primer intento bronceado.

Alegría desbordada, con la primera vez en la historia de los Mundiales en que dos discóbolas antillanas consiguen copar el podio de premiaciones, a la usanza de las triplistas Yargeris Savigne (14.95) y Mabel Gay (14.61) en Berlín 2009.
Rendimiento que además las reafirma como más serias candidatas a repetir este performance en los Juegos Olímpicos de Tokio el año próximo.

Volvemos sobre las marcas. Para tener una idea del año que han tenido nuestras dos cartas, baste decir que ahora Yaimé y Denia se han repartido nueve de la decena de mejores registros de 2019, teniendo como topes respectivos (69.39) y (69.20). El único respiro para la Perkovic fue su 68.58del 10 de agosto, pues el 67.78 que cierra, es compartido con “La rusa”.

Le felicidad reflejada en el graderío de Hilda Elisa, Raúl Calderón, y todo el resto de nuestra comitiva había iniciado momentos antes, cuando el saltador de altura Luis Enrique Zayas (2.30) repitió su mejor registro, emulando su oro en Lima, solo que esta vez pasando sin fallos por 2.19-2.24-2.27 y 2.30, lo que le mereció el quinto escaño en una definición donde el ídolo local y mejor saltador del planeta desde hace varias temporadas, Mutaz Essa Barshim (2.37) deleitó a sus parciales con tope líder de la campaña. Los rusos Mikhail Akimenko e Ilya Ivanyuk (2.35) merecieron plata y bronce en ese orden.

Barshim apretó cuando el rigor de la competencia lo requirió, burlando los 2.35 y los 2.37 en su intento inicial.

Para Zayas, la posibilidad de codearse de tú por tú con los mejores, demostrar seguridad y estabilidad sobre una altura de 2.30 respetable, y a sus 22 abriles, seguir buscando horizontes de élite, con el beneplácito de haberse inscrito por mérito propio a la cita bajo los cinco aros.

Es el de Doha, un Mundial que no ha dejado de sorprender por las marcas estampadas. Este viernes fue nuevamente la vallista larga estadounidense Dalilah Muhammad (52.16 segundos), capaz de rebajar en cuatro centésimas su flamante crono de hace dos meses. Aquí, sumamente descollante los 52.23 plateados de su coterránea, la novel de 20 años Sydney McLaughlin. El bronce, en una vertiginosa carrera en la que las ocho finalistas rebajaron los 55 segundos, quedó en poder de la jamaicana Rushell Clayton (53.74).

Igual de electrizante resultó la definición en los 3 000 Steeplechase, en la cual Conceslus Kipruto abrió dos pulmones adicionales y en la línea de meta remató al Etíope Lamesha Girma. Imaginen casi un fotofinish, pues 8:01.35, líder anual, por 8:01.36, récord nacional, fue el desenlace de la soberbia disputa.

Herencia de la jornada de jueves vimos devenir en más completos a la británica Katarina Jhonson-Thompson (6 981ptos), y el novel teutón Niklas Kauls (8 691), dejando impronta de campaña y estableciendo primado personal, en uno y otro casos.
Y cierro con otra estrella. La cuatrocentista Salwa Eid Naser (48.14 segundos), quien voló en la vuelta al óvalo y desplazó a la archifavorita bahamesa Shaunae Miller-Uibo (soberbios 48.37).

Quedan muchas emociones aún en el Khalifa Stadium. Los relevos son impresionantes, se destila adrenalina y la posta larga femenina cubana pudiera estar accediendo a finales. Las nuestras llegan avaladas por un 3:30.89 que califica como decimotercer tiempo. A la hora cero cualquier cosa puede suceder.

Con el rendimiento de nuestras discóbolas, Cuba se colocó en el octavo escaño del medallero de la cita (1-1-1), regenteada por Estados Unidos (9-9-2), China (3-3-3), Kenia (3-0-2), Jamaica (2-3-2) y Gran Bretaña (2-1-0).

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