De Lima a La Habana: Juan Miguel, muelles dorados y estables

De Lima a La Habana: Juan Miguel, muelles dorados y estables
Fecha de publicación: 
7 Agosto 2019
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Hay deportistas que nacen con una estrella. Otros que están chapados para soportar tensión extrema y erigirse campeones en medio de un “volcán” competitivo. Definitivamente, el molde de Juan Miguel Echevarría se corresponde con todas esas descripciones.

El saltador de longitud de 20 años tuvo que venir de atrás para imponerse con registro de 8.27 metros. Llegaba con cartel de favorito y, ante la ausencia del estadounidense Jeff Henderson, el camino parecía allanado para el titular del orbe bajo techo y tercero del ranking mundial, con 8.34.

Y de hecho, lanzó la clarinada sobre sus aspiraciones en el mismo salto inicial 8.09, pero, en el segundo intento, el jamaicano Tajay Gayle (8.17- plata, en definitiva) sembró algo de preocupación.

Hablamos de hombres con registros entre los diez mejores de este 2019, a razón de tres para el camagüeyano (además de los 8.34, dos veces 8.32) y dos para el de la tierra del reggae (8.32 y 8.30).

Desde las gradas, Daniel Osorio, su entrenador y jefe técnico de la disciplina, le orientaba a su pupilo sobre corregir la carrera, adelantar o retrasar un paso, buscar su ritmo para llegar lo mejor posible a la tabla, y despegar sin ceder mucho.

La ejecución en la cual Juan Miguel logró conjugar dichas indicaciones de la mejor manera fue la cuarta (8.27), para afianzarse en la cima de la lid y nunca más cederla hasta colgarse el título. Además, registró un estirón de 8.06 en su tercera ejecución.

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Juan Miguel celebró su primer cetro en Juegos Panamericanos a sus 20 abriles y sin presión. Foto: José Meriño, enviado especial.

“Confieso que nunca me sentí del todo presionado. Confiaba en mí, en lo que habíamos trabajado mi entrenador y yo, en la temporada que venía teniendo. Se trató de sacudirme un poco del clima molesto, pues el frío siempre afecta, salir a encontrarme con mi carrera y lograr técnicamente un buen salto.

“Todavía no hallo mi mejor forma respecto a la carrera y su coordinación total. Ha sido una campaña algo difícil, con interrupciones, pero al menos el oro que queríamos regalarle al pueblo se logró. Estoy muy agradecido con todos los que me siguen y apoyan. Ahora toca mirar hacia adelante, hacia la final de la Liga del Diamante y el Campeonato Mundial de Doha”, expresó el saltador con su habitual naturalidad, como si se tratase de un atleta con sobrada maestría deportiva.

Respecto a la corona y otros detalles, el mentor Osorio ahondó en exclusiva con CubaSí:

“Todo está bien con Juan Miguel, el compromiso era la medalla y se logró. Fue un año muy tenso, y a partir de hoy queremos descansar de esa tensión con esta satisfacción dorada, para seguir enfocados en lo que nos queda”.

¿Precisiones respecto a su carrera y técnica hoy?

“Su carrera ha tenido algunas irregularidades, pero nada que no se resuelva, una vez que contamos con buen potencial físico y sus enormes potencialidades.

“Creo que aún Juan Miguel está entre un 50-60% de lo que puede realmente lograr. Llegará mejor tanto a la final de la Liga del Diamante como al Mundial de Doha.  

“Sobre la actuación hasta el momento, la valoramos de buena. Se nos cayó una plata ayer con Denia, que es una discóbola extraclase, como también la heptatlonista Yorgelis Rodríguez, ejemplos de vergüenza deportiva.

“Hoy alcanzamos una con Rose Mary Almanza, que no estaba con toda certeza proyectada. Auguro que habrá sorpresas en las jornadas que restan. Están siendo días largos y tensos, desde temprano en el estadio, pues debo llevar todo el componente técnico, pero cuando toca, toca”, expresó con total convicción el timonel antillano.

A propósito de Rose Mary, acarició una presea, plata (2:01.64 minutos), en sus terceros Juegos Panamericanos, luego de cuartos escaños en Guadalajara y Toronto. Si bien no estuvo a tono con sus 1:59.04 cimeros de campaña, marcó el paso durante toda la carrera, hasta que, a la altura de los 320 metros, la jamaicana Natoya Goule (2:01.26) prendió turbinas y remató con mayor potencia. Imaginen si el duelo fue cruento, que hablamos de mediofondistas bien rankeadas, a razón del cuarto peldaño del escalafón para Goule (1:57.90), y el undécimo para Almanza con el tope mencionado.

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Rose Mary Almanza cumplió el adagio de «a la tercera va la vencida» y se colgó plata en 800 metros. Foto: Mónica Ramírez, enviada especial.

“No estoy del todo contenta, a pesar de que alcancé finalmente una medalla en mis terceros Juegos. Quería el oro; tácticamente corrí bien la carrera, pero no pudo ser. Ahora, a tratar de buscar el oro en el relevo 4x400 y seguir preparándome para el Mundial”, expresó la pequeña e inquieta corredora.

Otras sensaciones dejó el campo y pista antillano este miércoles. Yorgelis Rodríguez, reina y recordista panamericana, lloró de vergüenza al irse en blanco sobre 1.65 en el salto de altura, uno de sus fuertes en el heptatlón. Muchas deudas de entrenamiento derivadas de su intervención quirúrgica. Toca levantarse, campeona, mirar hacia el Mundial y los Juegos Olímpicos.

Todavía con vida, y deseosa de redimir a Yorgelis, se encuentra la debutante de 20 Adriana Rodríguez, quien, luego de cuatro pruebas, marcha segunda con 3 730 puntos, y separada por apenas 36 de la trinitaria Tyra Gittens (3 766).

En el decatlón, el astro Leonel Suárez echó el resto, pese a no escalar al podio ni rebasar los 8 000 puntos. El doble medallista olímpico ahora ancló quinto (7 779) en prueba donde el canadiense Damian Wagner reeditó su corona de Toronto, ahora avalado por 8 512 unidades. Lo escoltarían el granadino Lindon Víctor (8 240) y su coequipero Pierce Lepage (8 161).

El otro cubano, Briander Rivero, culminó con la vida en el puesto 11, con acumulado de 7 239.

Frecuencia, esa es la principal virtud de la cuatrocentista Roxana Gómez, quien avanzó con sobriedad y 52.01 segundos a la final de este jueves. Únicamente le antecedieron, en cuanto a registros, la mexicana Paola Moran (51.58) y la jamaicana Shericka Jackson (51.99).

El reverso de la moneda fue su homólogo Yoandys Lescay. Con demasiadas deudas en cuanto a su preparación, solo pudo detener los relojes en discretos 46.60 segundos, por lo que se le borró la posibilidad de ser finalista.

La fecha vio erigirse, además, en calidad de monarcas, al balista brasileño Darlan Romani (22.07 metros), que constituyeron nueva primacía continental; en tanto, sin tamaño glamour, la jamaicana Elaine Thompson (11.18 s) y el estadounidense Michael Rodgers (10.09) se convirtieron en los nuevos reyes del hectómetro a este lado del Atlántico.

Pértiga femenina, martillo varonil y el epílogo del heptatlón se encuentran entre las pruebas atractivas y con presencia antillana este jueves. Adriana, Yarisley Silva, Reinier Mejías y Roberto Janet, nuestros legionarios de mayor peso en la fecha.

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